PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA PREDICADORES (2)

Estamos considerando algunos principios bíblicos espirituales, que son esenciales para ejercer nuestra obra como evangelistas, o como quienes quieren compartir la Palabra de Dios con otros. Estos principios espirituales son importantes, debido a que, son enseñanzas extraídas directamente de los ejemplos que tenemos del Señor y sus apóstoles.


PRINCIPIO # 2
HAY QUE ORAR ANTES DE PREDICAR

Todo cristiano, en algún momento de su vida, ha leído, o a escuchado sobre la importancia de la oración. Pues bien, ahora es necesario entender que, si usted quiere predicar la Palabra de Dios, debe tener presente este principio bíblico: hay que orar antes de predicar.

Dice la Biblia en Marcos 9:35, “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Jesús era un hombre de oración, y todo cristiano debe imitar esto del maestro. Sin embargo, es importante tener en cuenta el contexto de estos hechos. Dicen los versos 36-38, Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido”. Estos versos hacen evidente la disposición de Jesús de ir a predicar a varios lugares, pero, por el contexto vemos que, antes de eso, Jesús estuvo orando. La preparación de Jesús incluía la oración, y la preparación nuestra para predicar el evangelio, también debe incluir la oración. Primero se hace oración, y después se predica.

Debemos estar convencidos de que, predicar sin orar primero, representa un gran error. Es un camino que jamás debemos tomar. Es como aventurarse a transitar un sendero en plena oscuridad, pero sin ninguna luz que nos guíe en el camino. Este mismo principio lo vemos en el ministerio mismo de los apóstoles de Cristo. Cuando se presentó un gran conflicto en la iglesia que estaba en Jerusalén, pues el trabajo era mucho, y era sumamente difícil ser atendido por los apóstoles, se designó a hombres fieles y llenos de sabiduría para encargarse de todo ello; y los apóstoles, sobre sí mismos dijeron, “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra” (Hechos 6:4). ¿Leyó con atención? Dos cosas en las que, como predicadores, los apóstoles iban a perseverar: la oración y la predicación. Todo predicador debe, primeramente, dedicar tiempo a la oración, para luego llevar a cabo la predicación. Entonces, primero oramos, y luego predicamos.

Una de las lecciones que enseñé a los santos en la congregación, antes de llevar a cabo nuestra obra de evangelismo para ir a predicar en las calles, es la necesidad de orar, justamente antes de salir a tocar puertas. ¿Qué fue lo que hicieron los creyentes en Hechos 4, justamente antes de predicar la palabra? Correcto, oraron. Dice el verso 24, que “alzaron unánimes la voz a Dios”, y después, “hablaban con denuedo la palabra de Dios” (v. 31). Primero la oración, y luego la predicación.

Si usted es un evangelista, o quiere dedicarse a esa obra, o si como iglesia tienen planes de ir a predicar todos juntos, primero deben orar, y entonces, y solamente entonces, predicar.

1 comentario:

  1. Dios lo bendiga mi querido hno....ciertamente así enseña la biblia y así debe de ser, una abrazo fraternal hno.

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