EL COVID-19 Y LAS ASAMBLEAS DOMINICALES.
En estos días que el mundo entero
está sufriendo por la pandemia del "covid-19", muchos cristianos se
enfrentan con la cuestión de celebrar o no sus reuniones como iglesia, dado que
las autoridades están indicando que se eviten reuniones masivas, y así evitar
que la infección se propague. ¿Qué debemos hacer los cristianos, ante
dichas instrucciones, y ante dicho riesgo?
Ante el riesgo, escuchamos a
muchos apelar a la fe, y así, al poder de Dios, pero, ¿qué quieren decir con
eso? ¿Quieren decir que Dios "evitará" que cristianos sean
contagiados por no obedecer las indicaciones del gobierno, para evitar más
contagios? ¿Cómo, a la luz de las Escrituras, pueden respaldar tal idea? La
verdad del caso, es que, si no seguimos las indicaciones sanitarias adecuadas,
estaremos sumamente expuestos al contagio, por mucha fe que tengamos. Cuando el
cristiano no toma medidas preventivas para evitar enfermedades que ponen en
riesgo su vida, o la de otros, apelando a la fe, comete un error. Recuerde, la
Biblia dice, “no tentarás al Señor tu Dios” (Mateo 4:7).
Por otro lado, si el gobierno
dice que no se celebren reuniones masivas, muchos cristianos citan textos tales
como, "es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos
5:29); pero, es interesante que citen ese texto para desobedecer al gobierno
con respecto a evitar las reuniones masivas, ¡y lo ignoran todo el tiempo
viviendo sin predicar el evangelio por las calles! Recuerde, esas palabras
fueron dichas, cuando los líderes religiosos prohibieron a los apóstoles
predicar el evangelio (Hechos 5:28). Muchos hermanos están prestos para citar ese
texto para muchas cosas, pero no para predicar el evangelio en las calles. La
verdad es que, tales palabras bíblicas, no aplican ante esta crisis que estamos
viviendo, pues el gobierno, está prohibiendo toda clase de reuniones, y no particularmente
que los cristianos se reúnan para adorar al Señor. No es la intención del
gobierno mandarnos desobedecer a Dios; sino la de evitar que más contagios se
extiendan entre la comunidad. Es una acción preventiva para toda la sociedad,
no una acción represiva en contra de los cristianos. Si el gobierno estuviese
diciendo, “pueden ir al cine, al teatro; pero no a sus lugares de reunión para
adorar a Dios”, el caso aplicaría. No obstante, ver el asunto de esa manera es mal
representar a nuestro gobierno.
Otros hermanos bien intencionados,
pero equivocados, están dando sugerencias que son equivocadas. Entre tales
consejos, dicen que cada familia tome la cena del Señor en su casa. Tal idea es
contraria a la palabra de Dios, pues la cena del Señor, es relativa a la
asamblea dominical de cada iglesia local (Hechos 20:7). Este texto muestra que,
para celebrar al partimiento del pan, los discípulos deben reunirse en un solo
lugar, y no cada quien en su casa. El error aquí, es suponer que existe un
problema si no tomamos la cena del Señor, a pesar de que que no es posible
reunirse los miembros en un solo lugar. Si esto es así, ¿pecan los hermanos
hospitalizados, que no pueden estar el domingo en la asamblea, para tomar la
cena del Señor? ¡Claro que no! Por tanto, y ante la crisis que atravesamos por
la presente pandemia, no existe pecado si la iglesia no puede reunirse para
celebrar su asamblea dominical, y partir el pan. Si no se puede, no se puede,
punto. No es correcto querer inventar maneras de proceder ante la imposibilidad
de celebrar la asamblea. La responsabilidad es resultado de la capacidad, y si
ante la presente situación, no se puede, entonces no se puede, punto.
Lo que sí podemos hacer, es ir a
Dios en oración y ruego ante esta situación difícil que incluso nuestro
gobierno padece (cfr. 1 Timoteo 2:1-2). Las congregaciones que tienen fondos, tienen
la oportunidad de ayudar a los santos necesitados que se vean afectados por su
salud, o por la crisis económica que este mal pudiera provocar en algunas regiones
(cfr. Hechos 11:28-30). Y desde luego, por nuestros medios de comunicación,
como el Internet, de estar en función, y de ser posible acceder a el, poder
comunicarnos y estudiar la Palabra de Dios. Si por
instrucciones del gobierno se suspenden clases en las escuelas, cines, teatros,
qué mejor oportunidad para convivir en familia, cantar alabanzas y estudiar más
de la Palabra de Dios, como dijo Pablo, “aprovechando bien el tiempo, porque
los días son malos” (Efesios 5:16).
En Cristo,
Lorenzo Luévano Salas.
Geacias hermano por sus enseñanzas en estos momentos de gran incertidumbre para el pueblo de Dios. Su hermano en Cristo, Angel Gonzales desde Lima- Perú. Bendiciones.
ResponderBorrarExcelente publicación
ResponderBorrar