tag:blogger.com,1999:blog-39728529349653713172024-03-13T09:35:56.476-06:00PREDICANDO LA BIBLIASitio de noticias sobre la predicación del evangelio de Cristo en Ciudad Juarez.luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.comBlogger76125tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-80261239662941703782023-02-09T12:28:00.000-07:002023-02-09T12:28:49.641-07:00El que cuida el aceite (1 Crónicas 27:25-34)<div style="text-align: justify;"><b>Introducción:</b> Lo que tenemos en estos versículos es una lista de los oficiales que sirvieron en la corte de David junto con los deberes que cada uno llevó a cabo. Debe haber sido un gran honor ser elegido por el rey para un lugar de servicio. Imagínese si el presidente lo llamara para cumplir algún cargo en su administración. La mayoría de la gente lo consideraría un gran honor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, ¿alguna vez has considerado que el Señor escoge hombres y mujeres para servirle? De hecho, Él le ha dado a cada creyente un lugar de servicio en el cuerpo de Cristo (Efesios 2:10; 1 Corintios 12:7, 11). ¡Qué bendición ser usado por el Señor! Es una bendición incomparable ser elegido, dotado y usado por el Señor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta lista de funcionarios del reino de David puede enseñarnos algunas lecciones acerca de servir al Señor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Cada persona tenía un lugar de servicio especial.</b> Dios elige lo que hacemos, dónde lo hacemos y en qué medida se hace. ¡Nadie más puede hacer el trabajo para el que has sido especialmente diseñado!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Cada persona fue llamada por su nombre.</b> Dios conoce a cada uno de ustedes por su nombre, Él cuida y se mantiene al día con los suyos (Mateo 10:29-31).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Cada persona servía en diferentes capacidades.</b> Dios nos concede la oportunidad de servir según nuestras capacidades. Donde sea que estemos sirviendo, debemos crecer en esa noble obra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Cada persona fue colocada por el Rey.</b> Cualquier lugar donde estoy sirviendo, es un lugar especial. Ninguno es de menor importancia que el otro. Él sabe lo que es mejor y necesario para su reino, por lo que cada área de servicio es importante (cf. Efesios 4:16).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podríamos pasar tiempo hablando de cada uno de estos deberes asignados en nuestro texto del libro de Crónicas, pero quiero concentrarme en el versículo 28. Quiero que miremos al hombre llamado Joás, quien era el guardián de las bodegas de aceite. Aquí hay un hombre que estaba en un lugar de servicio especial para el rey. Sin embargo, su trabajo no era llamativo, ni llamaba mucho la atención. Sirvió a su rey, pero lo hizo en un sótano oscuro, húmedo y desierto. Echemos un vistazo a Joás y el trabajo que se le pidió que cumpliera. Quiero considerar a este hombre y quiero ver la bodega como un lugar de servicio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quizás se pregunten qué podemos aprender usted y yo de un pasaje como este. Bueno, podemos aprender mucho sobre la fidelidad al Señor en nuestro servicio. Joás representa gran parte de los santos. Como Joás, muchos cristianos sirven al Señor en la oscuridad. Sin embargo, el servicio que brindan es absolutamente esencial en la vida de la iglesia. Meditemos, entonces en nuestro tema, “El que cuida el aceite”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>TIENE DEBERES ESPECÍFICOS.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Guarda y custodia el aceite. El aceite era muy importante en la sociedad judía. Tenía, por ejemplo, usos religiosos (cf. Levítico 2:1; 7:1, 14), como combustible para lámparas (Éxodo 27:20), como medio de comercio (1 Reyes 5:11), como medicina (Lucas 10:34), en cosméticos, en alimentos. El aceite era muy importante.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El aceite también es un símbolo. ¡Representa al Espíritu Santo! ¡Necesitamos algunos santos de Dios que sean guardianes del aceite en nuestros días! Necesitamos a alguien que mantenga viva la predicación, la oración, la alabanza al Señor y la santidad personal a la antigua en nuestros días. En ese día, el guardián del aceite literalmente mantuvo las luces encendidas en Israel. ¡Los guardianes del aceite en la iglesia de hoy mantienen las luces encendidas en la casa de Dios! (cf. Efesios 5:18; Gálatas 5:22-25; Hechos 1:18).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Permanecer en el sótano. ¡Debe haber sido difícil permanecer en el sótano! Humanamente hablando, eso no representa comodidad o satisfacción. Mis hermanos, si queremos vivir una vida que agrade al Señor, debemos ser fieles para mantener nuestra posición como siervos suyos (cf. 1 Corintios 4:2). Si queremos estar siempre dentro de la voluntad del Señor, entonces debemos continuar fieles en su camino y su obra. Debemos permanecer, debemos perseverar, aunque eso implique, humanamente hablando, cierta incomodidad o insatisfacción carnal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estar atento a los intrusos. Debía vigilar el aceite y asegurarse de que no fuese robado. ¡Necesitamos vigilantes en nuestros días! Necesitamos algunas personas que estén bien despiertas, asegurándose de que el aceite del Espíritu no sea robado por los ladrones de la complacencia, la apatía, la mundanalidad o la popularidad mundana. ¡Necesitamos algunos con ese mismo tipo de compromiso hoy! (cf. 1 Corintios 16:13; Romanos 16:17; 2 Tesalonicenses 3:14). ¿Permitiremos que nuestro aceite sea robado? (cf. Apocalipsis 3:1-2). Lo más fácil para un cristiano es sentirse solo y desanimado. Nuestro alrededor puede parecer un sótano frío y oscuro, pues hay mucha maldad, indiferencia y pecado (1 Pedro 5:8). Seamos sobrios, y velemos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>TIENE CIERTAS DESVENTAJAS.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pasar desapercibido. Este era un trabajo ingrato. Mientras que otros eran vistos en el desempeño de sus obligaciones, al mismo tiempo eran galardonados o recibían reconocimiento público, no era así para el guardián del aceite. Sin embargo, él no lo hacía por reconocimiento público, sino por el rey. Y eso nos enseña a nosotros que, lo que hacemos como cristianos, lo hacemos por el rey. Nuestro rey ve cada esfuerzo y sacrificio (cf. Proverbios 15:3; Apocalipsis 22:12).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era incómodo. El sótano, un lugar oscuro, húmedo y desierto. Mis hermanos, no todas las designaciones de Dios son agradables. A veces su llamado es a humillarnos. A veces su llamado es a tolerar. A veces su llamado es a sacrificarnos. A veces su llamado es a perdonar. A veces su llamado es a sufrir. A veces su llamado es a obedecer, y obedecer no es fácil. Vean a Pablo, quien padeció azotes, naufragios, desvelos, hambres y finalmente la muerte. O vean a Esteban, quien murió de una manera dolorosa y terrible por testificar. ¿Cuál es nuestro deber? Jesús dijo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24). El ser cristianos no es una vida de fiesta y sonrisas todo el tiempo. Eso también incluye sacrificio, dolor y hasta tristeza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue solitario. Y una cosa que he aprendido en mis años de fe, es que a veces la obra del Señor es una obra solitaria, donde seremos incomprendidos, o malinterpretados. Sin embargo, también es cierto que de vez en cuando el rey viene a visitarnos, rompiendo el azote implacable de la soledad. Esto me recuerda la lealtad de Mefi-boset. Cuando el rey David quiso cumplir su palabra a Jonatán, de mostrarle misericordia, buscó a sus descendientes, y encontró al lisiado Mefi-boset, y cuando le hizo venir para entregarle todas las tierras y posesiones de Saúl y Jonatán, Mefi-boset, dijo, “¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?” (2 Samuel 9:8). Esto revela el sentir que en Mefi-boset había de sí mismo. Su condición no era nada favorable. Sin embargo, cuando sufrió la injusticia de que sus tierras fueran divididas, aun así, mostró su lealtad al rey, diciendo: “Deja que él (Siba) las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa” (2 Samuel 19:30) Lo importante para él, es que el rey ha vuelto en paz a su casa. Mis hermanos, lo más importante, lo que vale realmente la pena, es cuando el rey viene de visita. Vean lo que nos dirá si, a pesar de todo, nos mantenemos firmes: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21). Esto es lo más importante, aun por encima de nuestros sentimientos mientras estamos en este mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No fue apreciado. Joás servía al rey y pasaba desapercibido. Tal vez algunos se burlaron de la posición y el trabajo que le tocó hacer. Pero, aun así, ¡él sirve al rey! Eso es lo que debemos hacer, aunque no seamos apreciados por hacerlo (cf. Mateo 10:38)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>LAS EXIGENCIAS DE SU TRABAJO</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quedarse hasta que el Rey lo llame. Y así, nosotros debemos permanecer en él hasta que nos llame. Tarde o temprano nos llamará, y debemos estar listos, y en el lugar donde él nos ha puesto. Debemos ser fieles, “hasta la muerte”. Es lamentable que algunos sean fieles “hasta” que les va mal, o algo no va como quieren. Eso no debe ser así, pues la meta es hasta la muerte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No debía ausentarse de su lugar. Al ser siervos del Señor, estamos realizando la obra más grande del mundo. Si nos apartamos por cualquier otra razón, es degradarnos en gran manera. Cuando alguien o algo le llame a ausentarse del camino del Señor, repita las mismas palabras que Nehemías dijo Sanbalat y Gesem: “Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros” (Nehemías 6:3).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una persona especial es la que se queda quieta y sirve al Señor, incluso cuando hay acoso, dificultad, fatiga y pase desapercibido. ¡Se necesita una persona que se preocupe más por el Señor que por sí misma! ¡Se necesita una persona que esté llena del Espíritu y guiada por el Espíritu! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Obedecer al Rey. ¡Él es el único al que debemos tratar de complacer! ¡Guarde el aceite y todo estará bien! Dios quiere su obediencia (1 Samuel 15:22) </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>CONCLUSIÓN: </b>¿Está usted cuidando el aceite? ¿Estás cumpliendo fielmente con sus deberes ante el Señor? Hay un par de hechos que necesitamos escuchar acerca de este tipo de siervo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ser humildes. Está dispuesto a hacer cualquier cosa que el rey le pida. ¿Recuerde que el mismo rey David estaba dispuesto a no ser más que un portero? (cf. Salmo 84:10). ¡Esa es la actitud de un siervo!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ser útiles, buscando glorificar a Dios, sirviendo a nuestro prójimo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tener esperanza. Seremos recompensados por nuestra fidelidad al rey. Qué importa si otros ven lo que hacemos o no. Qué importa si no ven o no. Lo que importa es servir al rey como se debe. Lo que importa es nuestra lealtad al rey.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Está guardando el aceite?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;">Lorenzo Luévano Salas.</div><div style="text-align: right;">Evangelista.</div>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-27212885386081258142022-10-08T23:05:00.003-06:002022-10-08T23:15:31.199-06:00Es urgente predicar el evangelio.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="es-419"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">La predicación
del evangelio es una necesidad que se nos ha impuesto (cf. 1 Corintios 9:16). Esta
necedad radica en el hecho de que, el acto de anunciar el evangelio, es un
hecho que tiene que ver con nuestra salvación, y con la salvación de otros.
Cuando no predicamos el evangelio, estamos poniendo peligrosamente en riesgo
nuestras almas. Pablo dijo, </span><i style="text-align: justify;">“¡ay de mí si no anunciare el evangelio!”</i><span style="text-align: justify;">
Estas palabras evocan un gran peligro. Un gran riesgo. Si no estamos predicando
el evangelio, ponemos en riesgo la salvación propia de nuestras almas.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span lang="es-419" style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span lang="es-419" style="font-family: georgia;">La predicación
del evangelio no solamente es una actividad en la que está en riesgo nuestra propia
salvación, sino la salvación de cientos de almas que no conocen el evangelio.
Pablo dijo, <i>“</i></span><i style="font-family: georgia;"><span lang="X-NONE">¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?</span><span lang="es-419">”</span></i><span lang="es-419" style="font-family: georgia;"> (Romanos 10:14). Mis amados
hermanos, ¿cómo esperan que nuestros vecinos invoquen a Dios para su salvación,
creyendo en él, si usted no les predica? Toda vecindad, toda calle, toda cuadra,
toda colonia, toda ciudad en donde vivan cristianos, tienen quién les predique.
Muchas de nuestras ciudades y colonias, tienen quien les predique; pero, no
todos están predicando. Muchas almas están pasando a la eternidad sin Dios,
porque muchas personas son las que están muriendo por causa del crimen, por
causa de las muchas enfermedades que azotan al mundo entero. Es cierto que su
perdición es por causa de sus pecados (cf. Romanos 6:23); pero también es
cierto que condición fue tal hasta el día de su muerte, porque fuimos
negligentes en la predicación del evangelio.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Otra razón por
la cual es urgente que prediquemos el evangelio, es por la corriente que el
mundo está tomando, la cual es cada vez más perversa que antes. El mundo va de
mal en peor, de tal suerte que las diversas ideologías sobre el origen del
hombre, o sobre su naturaleza, o sobre lo que es, siendo que cada vez más está
muy lejos de la Palabra de Dios, da como resultado vidas que no valen absolutamente
nada. Las ideologías que hay en el mundo, hace que las personas se vean como
objetos, como animales, o como guías infalibles de sus propios caminos, cuando no
lo son (cf. Proverbios 14:12).</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Todo lo
anterior resulta que nuestros barrios estén cada vez más llenos de maldad,
violencia y toda clase de inmoralidad. Borracheras, impurezas, drogas y asesinatos
sumamente viles acrecientan día con día, precisamente porque las personas no
conocen la voluntad de Dios para sus vidas.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;">Permítanme ilustrar
todo eso con algo que está sonando mucho, debido a una serie que todo mundo
está comentando. Es sobre la vida del asesino serial, Jeffrey Dahmer. Este individuo
se hizo famoso por los horribles crímenes que cometió. Hizo cosas espantosas y sumamente
desagradables. Un completo depredador. Mientras vivía en ese tenebroso mundo,
lleno de dolor y rabia, dijo, </span><i style="font-family: georgia;">“siempre creí que la teoría de la evolución
era verdadera… cuando morimos, eso es todo, no hay nada más”</i><span style="font-family: georgia;">. Sin embargo,
luego de haber recibido quince cadenas perpetuas por causa de sus crímenes, se
puso a estudiar la Biblia, para luego decir, </span><i style="font-family: georgia;">“Me siento muy, muy mal por los
crímenes que he cometido… De hecho, creo que el estado debería haberme
ejecutado por lo que hice”</i><span style="font-family: georgia;">. Fue Curt Booth, miembro de la iglesia de Cristo
Crescent en Oklahoma quien le envió un curso bíblico por correspondencia donde se
le enseñó acerca del plan de salvación, curso que Dahmer terminó
satisfactoriamente, y pidió ser bautizado para el perdón de sus pecados. Booth
contactó a Roy Ratcliff, predicador de la iglesia de Cristo de Madison, en
Wisconsin. Ratcliff organizó lecciones bíblicas semanales con Dahmer y lo
bautizó el 10 de mayo de 1994. Y aunque Dahmer fue asesinado allí en prisión, no
deja de ser maravilloso el resultado que el evangelio produce en el corazón de
los hombres, por muy perversos y malvados que sean. Sin embargo, la cuestión es esta, ¿qué hubiese
sido de ese joven, si las iglesias hubiesen llevado a cabo un programa de
evangelismo constante? Tal vez, con nuestra predicación, estemos evitando que
otro joven se convierta en un asesino, o que niños sean asesinados con el
aborto, o que muchos luego sufran terribles condenas por accidentes provocados
por el alcohol y las drogas. Estaremos evitando muchos y grandes sufrimientos
en el futuro y en nuestro entorno.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Como vemos, mis amados hermanos, es urgente que
prediquemos el evangelio, es urgente que llevemos la luz a los perdidos, es
urgente que más y más seamos quienes compartamos el evangelio con quienes
siguen en las tinieblas.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Lorenzo Luévano Salas.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;">Evangelista</span><span style="font-family: georgia;">.</span></span></div>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-83224092832028355272021-12-21T16:55:00.001-07:002021-12-21T16:55:51.869-07:00Lo que declara su nombre<p style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">(Lucas 1:26-38). </span></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-align: justify;">Para todos y cada uno de nosotros, el nombre
Jesús es bien conocido. Pero lo era también en la época bíblica. Jesús era un
nombre común. De hecho, el nombre “Jesús” es el nombre de uno de los más grandes
héroes del pueblo de Israel, Josué. Josué es el nombre hebreo, mientras que
Jesús es griego, y ambos significan exactamente lo mismo: “Jehová es
salvación”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cuando Jesucristo nació en Belén, había
muchos niños en Israel llamados Jesús, ¡pero no había ninguno como
Él! Quiero llamar nuestra atención sobre lo que el ángel le dijo a María
cuando la visitó para contarle la asombrosa noticia de que ella, una virgen,
daría a luz al Hijo de Dios.</span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cuando el ángel se acercó a María, le dijo
que llamara al niño “Jesús” (Lucas 1:31). Meses después, el ángel también
visitó a José para decirle lo mismo. “</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Y pensando él en
esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado,
del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">” (Mateo 1:20-21).<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Después de que nació el bebé, cuando tenía
ocho días, María y José lo llevaron para circuncidarlo. Ese día,
obedecieron la voz del ángel y llamaron al niño "Jesús". “</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cumplidos
los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual
le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">” (Lucas 2:21).<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Quiero que examinemos juntos ese hermoso
nombre hoy. El nombre “Jesús” nos dice mucho sobre quién es Él y qué vino
a hacer a este mundo. ¿Qué es lo que declara su nombre?<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">SU NOMBRE DECLARA SU IDENTIDAD.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Que él es el Hijo de Dios.</span></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> En el versículo 32, leemos, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Este
será grande, y será llamado Hijo del Altísimo</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">.
Este bebé no sería como ningún otro bebé. Él sería el Hijo de Dios. Él es la
persona conocida como el verbo, la cual, y hasta el día de su nacimiento,
estuvo con Dios por la eternidad pasada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Este nacimiento marcó el cumplimiento de la
profecía de Isaías, cuando dijo, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (Isaías 7:14). El nombre “Emanuel” significa
<i>“Dios con nosotros”</i> (Mateo 1:23). Y eso es lo que Jesús es. Él es el
Hijo de Dios, y luego, él es Dios en carne humana. Por eso es importante que
cada persona que quiera ser salva, crea de todo corazón y confiese con su boca
que Jesús es el Hijo de Dios.</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; margin-left: 39.2pt; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="X-NONE" style="font-family: Symbol; font-size: 13.5pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">“</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Hizo
además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no
están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis
que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en
su nombre.</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (Juan 20:30, 31).</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Que él es el Rey de Israel.</span></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> Dice Lucas 1:32, <i>“Este será grande, y
será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su
padre”</i>. Este bebé, nacido de gente humilde y de medios humildes, sería un
descendiente directo del rey David. Pero, además de eso, sería el cumplimiento
de la promesa que Dios hizo al rey David hace mil años antes en 2 Samuel
7:4-17. ¡Este bebé se sentaría en su trono y sería coronado como Rey de reyes y
Señor de señores! A diferencia de todos los reyes del linaje de David, este Rey
reinará para siempre (Isaías 9:6-7). Por eso, cuando usted cree en Jesús, usted
cree en el Rey de reyes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Que él cumple las profecías.</span></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> Dice Lucas 1:33, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">y
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">.
Mis hermanos, esta frase se remonta mucho más allá del tiempo de David. Se
remonta hasta los días de “Jacob”. Es así que recordamos las palabras de Jacob
que antes de morir le dijo a su hijo Judá: “</span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">No será quitado el
cetro de Judá,</span></i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">n</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">i el legislador de
entre sus pies,</span></i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">hasta</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> que venga Siloh;</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> y</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> a él se congregarán
los pueblos</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">” (Génesis 49:10). Mientras
agonizaba, el anciano patriarca le dijo a su hijo Judá que sus descendientes
serían los gobernantes del pueblo de Israel. Se le dice que, en última
instancia, vendría uno conocido como “Siloh”, nombre que significa, “Aquel de
quien es” o “Aquel a quien pertenece”, señalando simple y sencillamente que, un
día vendría un gobernante supremo. Este gobernante será el poseedor del pueblo
y de todas las demás cosas. Jacob continúa diciendo: “</span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">a él se
congregarán los pueblos</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”.
La palabra “congregarán” se refiere a la reverencia que el pueblo dará a este
rey, quien al mismo tiempo los santificará. Él los purificará y los reclamará
como suyos. Mis hermanos, este bebé a quien ponen por nombre Jesús, es el
cumplimiento de la profecía. Cuando confesamos el nombre de Jesús, estamos
hablando de aquel que cumple todas y cada una de las profecías hechas acerca
del mesías, el Salvador, el rey de reyes, el Cristo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Él es el victorioso. Dice Lucas 1:32, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Este
será grande</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">. Esa palabra significa <i>“tener una gran
importancia o estimación”.</i> Ningún otro nacimiento en la historia de la
humanidad fue tan monumental como el nacimiento del Señor Jesucristo. Cuando
vino al mundo, ocupó su lugar como el más grande de los grandes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El primer hombre fue un milagro, porque fue
hecho a la imagen de Dios y porque Dios lo formó del polvo de la tierra y sopló
en su nariz aliento de vida <b>(</b>Génesis 1:26-27; 2:7). Ese hombre
pecó y trajo pecado, muerte y condenación sobre todos sus descendientes <b>(</b>Romanos 5:12). Ese
hombre trajo vergüenza, deshonra y maldición sobre todo el mundo y sobre toda
su descendencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El Segundo Adán, arregló todo lo que rompió
el primer Adán. Cuando nació Jesús, Dios fue hecho a imagen del hombre <b>(</b>Filipenses 2:5-8). Cuando
nació Jesús, no tenía pecado. Vivió sin pecado. En su muerte, murió
por el pecado. El Segundo Adán fue un milagro mayor que el primer Adán,
porque hizo que la luz brillara en las tinieblas. Hizo que la vida brotara
de la muerte. Hizo que la salvación destruyera la condenación. Él es
“extraordinario”. De toda la humanidad, él es el victorioso. Cuando usted
confiesa el nombre de Jesús, está hablando del que puede hacer posible nuestra
victoria sobre el pecado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¿Qué declara su nombre?<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">SU NOMBRE DECLARA SU POBREZA (v. 26-28).<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">En los versículos 26-28, la Biblia nos dice
que el ángel se acercó a una joven doncella llamada María. Sabemos que
estaba comprometida con un hombre llamado José <b>(</b>versículo 27), que era
carpintero de oficio <b>(</b>Mateo 13:55). Sabemos que Jesús nació en
una familia de escasos recursos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cuando examinamos Su nacimiento, aprendemos
que nació y fue puesto en “un pesebre”. Él fue puesto en un comedero que
se usaba para alimentar a los animales del corral <b>(</b>Lucas 2:7). Se
vio obligada a hacer esto porque “no había lugar para ellos en el mesón"<b>.</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El antiguo mesón era un sitio sórdido donde
los viajeros pobres buscaban alojamiento para pasar la noche. Aquellos que
tenían riquezas buscarían alquilar refugio en casas particulares o en lugares
más adecuados. La familia de Jesús no podía permitirse esos lujos y se
vieron obligados a ir a donde iban los pobres. Sin embargo, cuando
llegaron a la posada, ya estaba llena a capacidad y tuvieron que buscar refugio
en otro lugar. Se vieron obligados a pasar la noche con los
animales. Fue allí donde María dio a luz al Hijo de Dios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El nombre “Jesús” es un nombre asociado con
su pobreza. Ese nombre nos recuerda los sacrificios que hizo por su
pueblo. “</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros
con su pobreza fueseis enriquecidos</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”
<b>(2 Corintios 8:9)</b>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El apóstol Pablo nos recuerda que, mientras
Él era el Creador de todas las cosas, mientras vivía aquí, no poseía nada que
no le hubieran dado otros.</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Vivió de las dádivas de aquellos
que se preocupaban por él: “</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y
Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">” (Lucas 8:3).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Cuando era niño, Dios le ordenó a
José que llevara a María y a Jesús a Egipto. Para financiar ese viaje y proveer
para su Hijo, Dios movió a los magos a hacer un viaje largo y traicionero a
Belén con sus obsequios de incienso y mirra, pero también de </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;"><i>“oro”</i></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">
(Mateo 2:11; 19-21).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Cuando tuvo que pagar sus
impuestos, obtuvo el dinero de la boca de un pez </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Mateo 17:27).</b></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Cuando murió, la única posesión
que tenía era una ropa cara por la que apostaron los soldados al pie de la cruz
(Juan 19:23-24). Esa prenda fue, sin duda, un regalo de algún discípulo
rico.</span></li></ul><p></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Mientras vivió, casi todos los eventos importantes
utilizaron algo que fue prestado o que había sido destinado para el uso de otra
persona.</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Tomó prestada una barca desde la
que predicó </span><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Lucas 5:3)</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></b></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Pidió prestada una casa en la que
vivía </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Marcos 14:3)</b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Pidió prestado un burro en el que
entró montado a Jerusalén </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Marcos 11:1-11)</b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Tomó prestada una habitación en
la que celebró la Pascua </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Marcos 14:13-17)</b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Tomó prestada una cruz en la que
murió (<b>Mateo 27:26</b>, ¡esa cruz era para Barrabás!).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Tomó prestada una tumba en la que
fue sepultado </span><b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">(Mateo 27:57-60)</b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></li></ul><p></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Él renunció a sus derechos sobre todas las
cosas para que todas las cosas nos fuesen dadas <b>(Filipenses 2:6-8)</b>. Él,
quien lo hizo todo, quien lo perdió todo, voluntariamente lo dejó todo, para
que personas como nosotros, que no tenían nada, pudieran ser herederos de todas
las cosas <b>(Romanos 8:17)</b>. ¡Alabado sea Dios por su pobreza,
porque a través de ella, somos ricos!<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Entonces, su nombre declara su identidad y su
humildad. ¿Qué otra cosa declara su nombre?<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">SU NOMBRE DECLARA SU MINISTERIO (v. 31)<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El ángel le dice a María que, a su bebé, le
ponga por nombre “Jesús”. Este nombre significa “Jehová es salvación”. Su
nombre, por tanto, declara su ministerio en este mundo. Su nombre nos enseña el
propósito por el cual nació. Cuando el ángel se acercó a José, también le dijo,
<i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Y dará a
luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, <b>porque él salvará a su pueblo de
sus pecados</b></span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (Mateo 1:21).<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¿Cómo lograría este bebé la salvación de su
pueblo? Lo lograría yendo a la cruz para pagar el costo de esa salvación.
Pablo habló de esto en 2 Corintios 5:21, que dice, <b><i>“</i></b></span><b><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Al que
no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él</span></i></b><b><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (2 Corintios 5:21). Pablo no está diciendo
que Jesús fue tratado como pecador, como dice incorrectamente la NVI. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">La expresión <b><i>“lo hizo pecado”</i></b>,
significa que Cristo fue <b><i>la ofrenda por el pecado</i></b>, el cordero que
quita el pecado del mundo. La palabra <i>“pecado”</i>, en este contexto, significa
<i>“expiación”</i> u <i>“ofrenda por el pecado”</i>. Es importante que usted
tenga en mente que la palabra “pecado” tiene ese significado cuando se usa en
referencia a la muerte del Señor. De hecho, existen varios textos donde la
palabra “pecado” (del griego “jamartía”) se traduce por <b><i>“expiación”</i></b>.</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Levítico 4:21: </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">“Y sacará el
becerro fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro; <b>EXPIACIÓN</b></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">
(hebreo “jatta´t” – griego: “jamartía”) </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">es por la congregación… Y con su
dedo el sacerdote tomará de la sangre de la <b>EXPIACIÓN</b></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;"> (hebreo
“jatta´t” – griego: “jamartía”)</span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">, y la pondrá sobre los cuernos del altar del
holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto”</i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Levítico 6:25: </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">“Habla a Aarón
y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar
donde se degüella el holocausto, será degollada la <b>OFRENDA POR EL PECADO</b></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">
(hebreo “jatta´t” – griego: “jamartía”) </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">delante de Jehová; es cosa
santísima”.</i></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Hebreos 10:8: </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">“Diciendo
primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y <b>EXPIACIONES POR EL PECADO</b>
no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley)”</i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">.
En griego leemos </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">“peri jamartias”</i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">, y no “expiaciones”; pero, el sentido
de dicha frase es precisamente ese, “expiaciones por el pecado”.</span></li></ul><p></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Entonces, Jesús no fue hecho un pecador, sino
la ofrenda el sacrificio aceptable para el perdón de nuestros pecados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Mis hermanos, Jesús no vino a este mundo para
enseñar, aunque nadie enseñó como Él. Jesús no vino a este mundo para curar,
aunque curó todas las enfermedades que encontró. Jesús no vino a este mundo
para resucitar a los muertos, aunque interrumpió todos los funerales a los que
asistió. </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 7pt;"> </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Jesús no vino a este mundo para realizar milagros,
aunque logró muchos durante su tiempo aquí. </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 7pt;"> </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Jesús vino a este mundo para morir en la cruz
y dar su vida en rescate por los pecadores <b>(</b>Marcos 10:45). Jesús,
por amor, vino a este mundo para morir por todos: “Yo soy el buen pastor; el
buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11)<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cada segundo que Jesús vivió, desde el
segundo en que fue concebido hasta el momento de morir, siempre tuvo el
propósito de ir al calvario. Y para hacerlo aún más personas, usted es la razón
por la que dejó el cielo. Usted es la razón por la cual el se hizo carne. Usted
es la razón por la cual vivió. Usted es la razón por la cual murió y usted es
la razón por la cual resucitó. ¡Vino a este mundo por usted! Vivió por usted,
murió por usted y resucitó por usted. Todo lo que hizo, lo hizo por usted. Él
mismo dijo, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; <b>yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia</b></span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (Juan 10:10).<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Cuando decimos el nombre de Jesús, estamos
recordando el gran precio que pagó para salvarnos. Estamos recordando Su
amor ilimitado. Estamos recordando Su sacrificio desinteresado por
nosotros. Cuando respiramos ese nombre, estamos hablando del Dios que nos
amó tanto que pagó por nuestro perdón con su propio cuerpo en la cruz <b>(</b>1
Pedro 2:24).<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Su nombre declara su identidad, su nombre
declara su humildad, su nombre declara su ministerio. ¿Qué más declara su
nombre?</span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></b></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">SU NOMBRE DECLARA SU GLORIA (v. 33).<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">En el versículo 33, de Lucas 1, sobre Jesús, El
ángel le dice a María, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">y reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”.</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> Estas
palabras se refieren a un rey que gobierna con majestad y gloria. Esto nos
recuerda, una vez más, que el bebé de María no sería un niño cualquiera. Esto
nos recuerda que María estaba dando a luz al Rey de reyes y Señor de señores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Mientras Jesús vivió en este mundo, nadie
reconoció su majestad, su gloria o autoridad. Nadie realmente lo vio por quien
era. Así lo dijo el profeta Isaías 53:1-3, <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¿Quién ha creído a
nuestro anuncio?</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¿y sobre
quién se ha manifestado el brazo de Jehová?</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Subirá cual renuevo
delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura;
le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.</span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span></i><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Despreciado y
desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y
como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">.</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"></p><ul style="text-align: left;"><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos entre los judíos lo
vieron como un pobre carpintero judío (Marcos 6:3).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos entre los líderes
religiosos de Israel, lo vieron como un revolucionario, como uno que agitaba a
la gente con su discurso (Lucas 23:5)</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos lo vieron como un
sanador: <i>“</i></span><i style="text-indent: -18pt;"><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber
hecho también que Lázaro no muriera?</span></i><i style="text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;"> (Juan 11:37)</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos lo vieron como un rey
terrenal, como aquellos que presenciaron la alimentación de los 5000: <i>“</i></span><i style="text-indent: -18pt;"><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Pero
entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió
a retirarse al monte él solo</span></i><i style="text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;"> (Juan 6:15)</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos lo vieron como un hombre
inocente. Así lo vio Pilato (Juan 19:6).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos lo vieron como un hombre
justo. El centurión (Lucas 23:47).</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Algunos lo vieron como el Hijo de
Dios. Como Marta (Juan 11:27) o Simón Pedro (Mateo 16:16).</span></li></ul><p></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">¡Nadie lo vio por quien realmente
era! Pedro, Santiago y Juan vislumbraron Su gloria en el Monte de la
transfiguración (Mateo 17:1-8), pero incluso ellos no entendieron
completamente quién era Él. Vivió y murió como Dios caminando entre los
hombres y muy pocos tenían la más mínima idea de quién era. ¡Todo eso
cambiará algún día! ¡Llegará el día en que todo el mundo sabrá Quién es Él!</span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Cuando regrese en gloria, sus
enemigos lo sabrán (Apocalipsis 19:11-16; 20:10-15)</span></li><li><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; text-indent: -18pt;">Cuando regrese en gloria, todos
lo sabrán (Apocalipsis 20:7)</span></li></ul><p></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Un día, el siguiente pasaje se cumplirá
literalmente: <i>“</i></span><i><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y
le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo
de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre</span></i><i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">”</span></i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"> (Filipenses 2:9-11)</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></p><p class="freeform" style="background: white; text-align: justify;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Un día, el nombre JESÚS será proclamado desde
el trono del cielo. Y cuando se pronuncie ese precioso nombre, la rodilla
de cada santo y ángel se doblará en adoración y reverencia, la rodilla de todo
pecador se doblará en reconocimiento de Su señorío y gloria, y la rodilla de
todo demonio, y del mismo Satanás, se doblará en ¡Reconocimiento de que
Jesucristo es Señor para la gloria de Dios Padre!</span><span lang="X-NONE" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></p>
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 13.5pt;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 13.5pt;"><b>Conclusión: </b>Cuando decimos Su
nombre; cuando cantamos Su nombre, cuando respiramos Su nombre, cuando
gritamos Su nombre, cuando susurramos Su nombre; proclamamos el nombre más
grande que jamás haya caído sobre los oídos de la humanidad. Proclamamos
el nombre del salvador de los perdidos, del pastor de las
ovejas, del redentor del alma, del bendito esposo de la esposa, del amante de las almas de los hombres, de la gloria del cielo, del que se llama a sí mismo nuestro amigo, del verdadero y
viviente. Ese es él; ¡pero Él es mucho más! En ese precioso
nombre hay esperanza, paz, amor, salvación, bendición, gozo, gloria y majestad.
¿Está usted listo para confesar su nombre?</span></div></span>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-9471764794017608422021-06-21T00:47:00.005-06:002021-06-21T00:48:44.514-06:00PASOS PARA MEJORAR NUESTRA LECTURA BÍBLICA (SANTIAGO 1:21-25)<div style="text-align: justify;">Cuando la gente me pregunta: "¿Cuál es su plan favorito para leer la Biblia?" Yo siempre respondo:
"El que funcione para usted". ¿Por qué? Porque cualquier plan que le permita leer la Biblia es bueno
para su alma, y cualquier plan que use realmente es mejor que un plan que no use.
Es interesante que hoy en día contamos con diversos medios a nuestro alcance para “escuchar la
Biblia”. Hay varias versiones en español, e incluso, hay algunas que son dramatizadas. En ellas
podemos escuchar, no solos las palabras bíblicas, sino también el sonido del mar, de las aves o de
los diversos sonidos de una batalla. Todas estas tecnologías se han convertido en muy buenos
inventos para asegurar buenos proyectos para escuchar la Biblia. </div><div style="text-align: justify;"><br />¿Qué sucedía en el primer siglo? En el primer siglo no tenían Biblias impresas como nosotros las
tenemos hoy. Por lo que, era común que los santos, escucharan la Biblia siendo leída durante los
diversos días de reunión que celebraban los domingos o durante la semana. No solo escuchaban
las exportaciones de los expositores, sino también la Biblia misma.
En ese contexto, Santiago incluye algunos pasos necesarios para ser buenos oidores de la Biblia. Estas cuatro acciones serán bien recibidas por nosotros, no solo para escuchar la Biblia o escuchar
la exposición de la Biblia, sino también para sacar el mejor provecho en nuestra lectura de la Biblia. </div><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><h2 style="text-align: justify;"><span style="color: red;"><b>Paso # 1: Eliminar la suciedad.</b> </span></h2><p style="text-align: justify;"><i><b><br /></b></i></p><p style="text-align: justify;"><i><b>"Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia"</b></i> (v. 21a). </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El viaje hacia el mejor aprovechamiento de nuestra lectura bíblica inicia en nuestro interior. Usted
nunca está realmente listo para escuchar la palabra de Dios, hasta que haya realizado una limpia
profunda sobre su corazón. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Cuando uno se encuentra haciendo un trabajo sumamente sucio, como el de limpiar una alcantarilla
que ha estado estancada por varios días, es imposible no ensuciarse. La ropa, y aún nuestro cuerpo
se ensucian con la materia que allí se encuentra, con el agua sucia, la tierra y el olor mismo queda
impregnado hasta en nuestros cabellos. Bueno, imagine un día usted trabajó en eso, y tiene una
fiesta de gala a las 5 de la tarde. ¿Qué hace usted? ¿Acaso no trabaja en ello hasta el tiempo que le
permita poder bañarse, y entonces quedar limpio para poder entrar y gozar de esa fiesta? Pero,
¿qué sucedería si usted no tomó el tiempo para asearse, y se va así como está a la fiesta? ¡De seguro
no lo dejan entrar! Y si llega a colarse a la fiesta, será una experiencia muy desagradable para sus
familiares, amigos y para usted mismo. Se sentirá tan incómodo, que no podrá disfrutar de la fiesta
al máximo. Por mucho tiempo será el “hazme reír” de mucha gente, siendo una parte de la historia
de su vida que desearía nunca hubiera pasado. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Bueno, eso es exactamente lo que dice Santiago. Para obtener un mejor provecho de nuestra lectura
de la Biblia, necesitamos “desechar” de nosotros “toda inmundicia y abundancia de malicia”. La
palabra “inmundicia”, en algunos contextos hace referencia a la “cera del oído”. Es interesante que
en el verso 19, Santiago exhorta a los creyentes a ser “prontos para oír”, pero cuando tenemos “cera
en el oído”, será muy difícil escuchar lo que Dios quiere decirnos. Nuestros oídos espirituales,
estando sucios, serán como los de un hombre “sordo”, y dará como resultado que, el bendito mensaje de
Dios que existe en su palabra, nunca llegará a nuestro corazón, y la bendición resultante de escuchar
la palabra de Dios nunca será una realidad. El efecto en nuestra vida nunca sucederá. No habrá
ningún cambio, no habrá crecimiento, no habrá provecho alguno. Por eso, todo prejuicio, todo
pensamiento malo en contra de la Biblia, toda obra carnal debe ser desechada para que haya un
verdadero provecho de escuchar la palabra de Dios. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Nunca nos hemos preguntado cómo es que hay personas que pasan años en la iglesia, cantan todos
los himnos del himnario, participan en las oraciones, participan en la colecta para la obra de la
iglesia, han escuchado una gran variedad de sermones bíblicos, y luego siguen viviendo sin que se
vea un cambio en ellos? No crecen. Si llegaron a la iglesia, enojados, siguen enojados, o con rencor,
o con odio, o con lujuria, o con algún vicio. Siguen sin arrepentirse, o siguen sin perdonar, o siguen
entretenidos con las cosas del mundo. No se ven cambios. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La Biblia es el único medio que contiene todo lo necesario para que el hombre pueda experimentar
una nueva vida, pero si el hombre no desecha la suciedad de sí, entonces nunca podrá obtener
provecho de todo lo que Dios nos ha revelado en su palabra. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">He allí la importancia del arrepentimiento. Esta palabra significa literalmente, “cambio de mente”.
Tiene que ver con lo que piensa la persona sobre algo. Por años usted ha tenido un pensamiento
sobre algo, y cuando se arrepiente, entonces ahora piensa de manera diferente. Eso es
arrepentimiento. El cambio de mente, es un cambio de corazón, y así, este produce un cambio de
vida, un cambio de comportamiento. Si no hay arrepentimiento, entonces será imposible
experimentar un sano crecimiento en el Señor. Eso nos dice que el arrepentimiento, debe ser algo
que, durante nuestra vida de fe, y ante cualquier obstáculo que nos encontremos, debemos
practicar. El arrepentimiento debe ser parte de nuestra vida ante todo aquello que represente un
estorbo a nuestro crecimiento espiritual. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Cuando estemos dispuestos a dar este paso, y hasta que lo hayamos dado, estaremos listos para el
siguiente paso: </p><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><h2 style="text-align: justify;"><b><span style="color: red;">Paso # 2: Reciba la Palabra. </span></b></h2><p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i>“recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”</i></b> (v. 21b). </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Hay una razón por la que debemos "con mansedumbre" recibir la Palabra de Dios. El verdadero
arrepentimiento nos desnuda, dejándonos sin nada bueno que reclamar. Nos presentamos ante
Dios, desnudos y expuestos, con todos los secretos revelados, todos los motivos ocultos descubiertos,
todos los hechos vergonzosos arrastrados a la luz, cada pensamiento casual y cada palabra insensata
llevada ante el Señor para que podamos ser perdonados y sanados. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Un hombre orgulloso no puede arrepentirse. Su orgullo le impide admitir cualquier cosa. Pero
cuando finalmente estamos desnudos, estamos en la posición ideal para recibir la Palabra de Dios,
porque entonces tenemos un espíritu verdaderamente manso. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Debemos "recibir" la Palabra de Dios de la misma manera que recibimos a un viejo amigo que ha
hecho un largo viaje para vernos. Eso significa que cuando escuchamos la Palabra, no discutimos
con ella y sacamos excusas. Le damos la bienvenida con los brazos abiertos. "Háblame, oh Señor,
estoy listo para escuchar tu voz". </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La palabra "implantada", representa una semilla plantada en el suelo. La Palabra de Dios es como
una semilla que crecerá dentro de nosotros para producir buenos frutos. Si combina esta verdad
con la anterior, significa que cuando arrancamos las malas hierbas de la malicia, dejamos espacio
para que la Palabra de Dios crezca dentro de nosotros y produzca el fruto de una vida conformada
a la voluntad de Dios. Cuando eso sucede, la Palabra implantada es capaz de salvarnos. Nos libra del
pecado, la culpa, la vergüenza, la condenación y la inmundicia moral del mundo que nos rodea. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Aquí está la segunda pregunta: ¿Estoy dispuesto a recibir la Palabra de Dios con un corazón abierto?
Si la respuesta es sí, podemos pasar al siguiente paso. </p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><h2 style="text-align: justify;"><b><span style="color: red;">Paso # 3: Hacer caso a lo que Dios dice. </span></b></h2><p style="text-align: justify;"><i><b><br /></b></i></p><p style="text-align: justify;"><i><b>"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos"</b></i>
(v. 22). </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El verdadero problema para muchos creyentes, no está en practicar la palabra de Dios, sino en que
se “engañan a sí mismos”. De hecho, este es el peor engaño que pueda existir. Es verdad que
mentira o engañar a otras personas es malo. Pero, engañarse a uno mismo es algo profundamente
peligroso. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">El apóstol Juan hizo hincapié este mal allá en 1 Juan 1. En tres ocasiones, el dijo,<i><b> “si decimos”</b></i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En el verso 6, dice: <i><b>“Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad”</b></i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En el verso 8, <i><b>“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros”</b></i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En el verso 10,<i><b> “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está
en nosotros”</b></i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Si uno le miente a un amigo, eso es malo, pero al menos sabes lo que has hecho. Pero, si te mientes
a ti mismo, es probable que ni siquiera te des cuenta de ello. No es de extrañar que el salmista haya
confesado: "¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”
(Salmo 19:12). Solo el Señor mismo puede librarnos porque solo él ve incluso aquello que está oculto
a nuestros ojos. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Esto lleva a una tercera pregunta: ¿Estoy dispuesto a ser reprendido por el Señor? Una cosa es leer
la Biblia, y otra cosa es dejar que la Biblia nos guía, nos transforme. </p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><h2 style="text-align: justify;"><b><span style="color: red;">Paso # 4: No olvide la verdad. </span></b></h2><p style="text-align: justify;"><i><b><br /></b></i></p><p style="text-align: justify;"><i><b>“Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que
considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego
olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera
en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que
hace.”</b></i> (v. 23-25). </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Santiago comienza con una ilustración que todos los hombres entienden. La mayoría nos duchamos,
nos afeitamos, nos peinamos, echamos un vistazo rápido y decimos "no estoy tan mal". </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Si la Biblia es un espejo que revela nuestra verdadera condición, muchos de nosotros nos alejamos
pensando que somos mejores de lo que realmente somos. Si bien puede estar bien decir "no estoy
tan mal" cuando se trata de nuestra apariencia, es mortal decir eso acerca de nuestra vida espiritual.
¿Por qué? Porque, cuando decimos “no estoy tan mal”, entonces entramos a un terreno muy
peligroso: </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"></p><ul><li>El verdadero peligro es olvidar. </li><li>El verdadero peligro aquí es olvidar. </li><li>Leemos "Amaos unos a otros" pero luego nos olvidamos. </li><li>Leemos "Ora sin cesar", pero luego lo olvidamos. </li><li>Leemos "Alégrate siempre", pero luego nos olvidamos. </li><li>Leemos "dad gracias por todo", pero luego nos olvidamos. </li><li>Debemos "mirar atentamente" la verdad de Dios. No debemos olvidar lo que hemos oído. </li></ul><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Tenga en cuenta que la Biblia se llama la "la perfecta ley, la de la libertad". Eso suena muy arcaico
para los oídos modernos. No equiparamos ley con libertad. Creemos que la ley restringe nuestra
libertad al decirnos qué cosas no debemos hacer. Eso es en parte cierto. Después de todo, muchos
de los mandamientos son negativos. La ley pone límites a nuestro comportamiento. Nos dice que
no adoremos a otros dioses, que no hagamos ídolos, que no usemos mal el nombre de Dios, que no
asesinemos, que no cometamos adulterio, que no robemos, que no demos falsos testimonios ni que
codiciemos. Pero esas leyes fueron dadas por Dios para protegernos de nuestra ignorancia y error.
Son una protección para salvaguardarnos. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Por ejemplo, un hombre puede aburrirse con su matrimonio y decidir que necesita divertirse un
poco al margen. Así que se une a uno de esos sitios web dedicados a ayudarte a tener un romance
discretamente. Pero un día, los piratas informáticos rompen el cifrado y, de repente, su nombre se
transmite al mundo como adúltero. Le cuesta su reputación y su matrimonio, y puede costarle su
carrera. Queda esclavizado por una mala reputación, y siempre que no lo piense, los dedos
acusadores apuntarán sobre él. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Mientras tanto, aquí hay un hombre que ama a su esposa, quien debido a una promesa que le hizo,
lucha contra la tentación, mantiene sus votos, se mantiene fiel y no tiene una aventura amorosa. Él
y su esposa han pasado por las pruebas de la vida lado a lado y de la mano. Cuando llegan al final
de su viaje terrenal, siguen juntos. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Qué hombre, de los dos, es verdaderamente libre? ¿El hombre que guardó las reglas o el hombre
que las rompió? </p><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><h2 style="text-align: justify;"><b><span style="color: red;">Conclusión.</span></b></h2><p style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p style="text-align: justify;"></p><ul><li>¿Estoy dispuesto a arrepentirme de mi pecado? </li><li>¿Estoy dispuesto a recibir la Palabra con un corazón abierto? </li><li>¿Estoy dispuesto a ser reprendido por el Señor? </li><li>¿Estoy dispuesto a obedecer incluso cuando no es fácil? </li></ul><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Si no estamos dispuestos, entonces nunca obtendremos provecho de escuchar la palabra de Dios.
Si nuestros corazones no están dispuestos, podemos leer la Biblia por la mañana y escucharla toda
la tarde y permanecer sin cambios por la noche. ¿Está usted dispuesto?</p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-63345683419088443462021-02-26T21:02:00.003-07:002021-02-26T21:02:39.880-07:00Grande es tu fidelidad (Lamentaciones 3:21-26)<p style="text-align: center;"><span style="background-color: white;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="background-color: white;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzO2ctEX9EWENnhXWBh_gCJM490Z9T67NHZHrRVYfOSzesTA3lSPRbM9utDK_w2oZGPEVOSFVORMiW2RD85EhCCWS1b90T9z6beXM-qBve81O0Il61_Ksnm9fhtWULqF-VAUF9lUo9-Do/s940/exodo+blogger.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="788" data-original-width="940" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzO2ctEX9EWENnhXWBh_gCJM490Z9T67NHZHrRVYfOSzesTA3lSPRbM9utDK_w2oZGPEVOSFVORMiW2RD85EhCCWS1b90T9z6beXM-qBve81O0Il61_Ksnm9fhtWULqF-VAUF9lUo9-Do/s320/exodo+blogger.png" width="320" /></a></span></div><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">El libro de Lamentaciones es una serie de cantos fúnebres, o canciones de duelo, que se escribieron en el contexto de la invasión y destrucción babilónica de Jerusalén. En los versículos de este libro, podemos ver los terribles sufrimientos que soportó la gente de esa ciudad a manos de sus enemigos. Aun así, incluso en medio de todo el dolor y la confusión, Dios tenía a su hombre en Jerusalén para registrar los eventos y para honrar su Nombre.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;">Se cree que el autor del libro de Lamentaciones es Jeremías. De allí que es conocido como el Profeta Llorón. Un estudio de la vida de Jeremías revela un retrato de tristeza interminable y profunda depresión. He aquí algunos de los antecedentes de este precioso hombre de Dios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>1. </b>Recibió un llamado no deseado para ministrar (Jeremías 1:5-6).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>2. </b>Fue llamado a un ministerio para predicar nada más que juicio (Jeremías 1:9-10).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>3. </b>Se le prohibió casarse para poder dedicarse más plenamente a su ministerio de proclamar el juicio inminente de Dios (Jeremías 16:1-13). Como resultado, estaba muy familiarizado con la soledad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>4. </b>Era un hombre de profunda tristeza, y lloró abiertamente por los pecados de su pueblo (Jeremías 9:1).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>5. </b>Sufrió depresión como resultado de que su mensaje no fue escuchado durante mucho tiempo. Incluso llegó al punto en el que trató de abandonar su ministerio (Jeremías 20:9). Su dolor es comprensible, porque en un ministerio que duró unos 50 años, no hay registro de un solo convertido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>6. </b>Sufrió encarcelamiento por parte del rey Sedequías, porque el rey no aprobó su predicación (Jeremías 32:5). Incluso mientras los babilonios están invadiendo la ciudad en cumplimiento de sus profecías, Jeremías está sentado en el calabozo (Jeremías 32:2).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><b>7. </b>Después que Jerusalén cae y muchos han sido asesinados o llevados cautivos, el profeta no se regodea ni adopta una mentalidad de “se los dije”. En cambio, se quebranta con el remanente y sufre con ellos (Lamentaciones 1-5).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; font-family: georgia;">Después de soportar una vida como esta; después de ser rechazado, odiado, burlado, encarcelado e ignorado; después de ver a su amada Jerusalén saqueada, profanada y destruida; después de experimentar el horror de la guerra, la brutalidad del enemigo y los dolores del hambre, Jeremías aún pudo pararse entre los escombros de la ciudad y los cuerpos de los muertos, y alzar la voz en alabanza a Dios por su grande e infalible fidelidad a su pueblo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">¿Cómo fue esto posible? A pesar de sus pruebas y problemas, Jeremías había comprendido bien la realidad de quién es Dios. Jeremías sabía que, si las cosas iban bien o si todo se derrumbaba, Dios seguiría siendo Dios, sabía que Dios sería eternamente fiel a Su pueblo (Lamentaciones 3:21). Jeremías todavía podía encontrar esperanza en una situación desesperada, porque creía en la fidelidad de Dios.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Al igual que Jeremías, todos pasamos por momentos en los que la vida parece desmoronarse. Cuando lleguen estos tiempos, también necesitamos la bendita seguridad de que Dios es fiel. Afortunadamente, la Biblia da una evidencia abrumadora de la fidelidad inmutable de nuestro gran Dios.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">La palabra “fidelidad” en el versículo 23, es interesante. Esta es una palabra que significa “firmeza, fidelidad, constancia.” Esta palabra describe a Dios como Aquel en quien podemos depender. Podemos estar seguros de que, al enfrentar las tormentas, las pruebas y los valles de la vida, Dios siempre demostrará ser firme y fiel a usted y a mí. En pocas palabras, ¡podemos contar con el Señor!</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Me gustaría tomar este pasaje y señalar tres preciosas palabras en estos versículos que nos dicen por qué Jeremías pudo proclamar: Grande es tu fidelidad. Noten lo que estas palabras nos enseñan acerca de la gran e infalible fidelidad de nuestro Dios.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><h2 style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="color: #cc0000; font-family: georgia;"><b>DIOS ES FIEL EN SU GRACIA.</b> </span></span></h2><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Dice Lamentaciones 3:22, “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos”. La palabra “misericordia” describe una “bondad amorosa”, y así la podemos ver en más de 30 veces en el Antiguo Testamento. Es una palabra muy expresiva que trasmite todas las ideas de “amor, gracia, bondad y devoción”. Esta palabra representa a Dios como el amante divino del hombre. Encuentra su equivalencia en el Nuevo Testamento con los términos “amor” y “gracia”. La gracia de Dios es asombrosa.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Jeremías parece recordar que fue la pura gracia de Dios que trajo a Israel fuer de su esclavitud en Egipto. También fue la gracia de Dios lo que los mantuvo como un pueblo redimido a pesar de sus fracasos y errores. Por eso, bien podemos decir que la gracia de Dios es asombrosa. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><b>Es asombrosa, porque nos salva.</b> Mis hermanos, solo la gracia podría habernos alcanzado en nuestra condición perdida y condenada (Efesios 2:1-4). Dado que no podíamos llegar a Dios, ¡Dios vino a nosotros! Vino en la persona del Señor Jesucristo para morir por nuestros pecados (Filipenses 2:5-8). Vino en la Persona del Espíritu Santo para revelar su palabra y llamarnos por el evangelio (Juan 16:7-11; 6:44)</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><b>Es asombrosa, porque nos asegura.</b> La gracia no solo nos buscó cuando estábamos perdidos en el pecado; la gracia nos mantiene en nuestra condición de salvos. Somos propensos al fracaso. Somos propensos a divagar espiritualmente. Si nuestra salvación se resintiera por nuestra capacidad de ser fieles al Señor, ninguno de nosotros sería salvo. ¡Afortunadamente, la salvación es la arena del Señor y no la nuestra! Somos salvos por su gracia y somos guardados por esa misma gracia (1 Pedro 1:5; Sal. 37: 23-24, 28; Juan 4: 13-14). ¡Gracias a Dios por su gracia fiel, inquebrantable e invariable! </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><h2 style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #cc0000; font-family: georgia;"><b>DIOS ES FIEL EN SUS DONES.</b></span></h2><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Dice Lamentaciones 3:22-23, “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Mis hermanos, aquí estamos leyendo sobre la “compasión de Dios”. La palabra “compasión” significa literalmente, “seno”. En un sentido retórico, hace referencia al movimiento del corazón por el amor a otro. Esta palabra es una imagen de la gracia de Dios moviéndose activamente en la vida del creyente. Mírela usted mientras atravesamos nuestras tormentas y nuestros valles, pues nunca los atravesamos solos. Dios observa nuestro camino y su gracia nos da todo lo que necesitamos para nuestro viaje. Note dos pensamientos aquí sobre los grandes dones de Dios:</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Dice el verso 23, “Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Dios no prometió un camino más fácil, pero prometió que su gracia sería suficiente para nuestra necesidad. En 2 Corintios 12:9, dice, “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">La gracia generalmente se define como “El amor y el favor inmerecidos de Dios hacia los pecadores”. Lleva esa idea, pero esta es una palabra que ha llegado a significar mucho más que eso. Ha llegado a referirse a “la fuerza de Dios para afrontar las batallas y aguantar los tiempos de dificultad.”</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Con esto en mente, siempre debemos recordar que, independientemente de lo que la vida nos envíe, podemos estar seguros del hecho de que el Señor nos dará la fuerza necesaria para enfrentar los momentos difíciles de la vida. Como creyente, nunca enfrentará una situación en la que Dios no le dará la gracia para ayudarlo a salir adelante. Noten la promesa dada en Isaías 43:1-2: “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"> <b>1. El don de su presencia</b> - He. 13: 5; Mate. 28:20. Estos versículos, junto con otros, revelan la gran verdad de que Dios siempre está presente con Sus hijos. Incluso cuando no se le puede ver, está ahí.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"> <b>2. El regalo de su obra</b> - Ef. 3:20 - ¡Piensen en la palabra "capaz"! Si este versículo debe tomarse al pie de la letra, y estoy seguro de que sí, entonces queda claro que nuestro Dios es, con mucho, más grande que cualquier problema que tengamos o que enfrentaremos. Dios es un Dios asombroso y sus hijos necesitan recordar esa gran verdad. ¡Dios cuidará de ti! </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"> <b>3. El regalo de su provisión</b> - Fil. 4:19; Mate. 6: 25-33; Salmo 37:25 - Estos versículos nos enseñan la gran verdad de que Dios está interesado en satisfacer nuestras necesidades. Por favor, escuche lo que dijo el Señor: ¡No necesita la codicia! Dios ha prometido cuidar de Sus hijos, ¡y lo hará! Puede ser que Su idea de cuidar sea diferente a la tuya, pero ahí es donde entra la fe en la confiabilidad de Dios. Debemos llegar al lugar donde estemos dispuestos a confiar en que el Señor nos cuidará de cualquier manera que Él lo considera oportuno. Note la confianza que Job tenía en el Señor - Job 13:15. Estoy seguro de que Job hubiera elegido otra alternativa que perder a sus hijos, su salud y su riqueza, pero está dispuesto a confiar en el Señor en tiempos que no se pueden entender y que no tienen sentido. ¿Y usted y yo? ¿Creemos realmente que el Señor es absolutamente fiel? ¿Creemos que Él se preocupa por nuestros mejores intereses? ¿Confiamos en el hecho de que Dios realmente proveerá para nuestras necesidades?</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"> <b>4. El don de su persona</b> - He. 13: 8; Mal. 3:6. Estos versículos revelan la verdad sobre la naturaleza de Dios que lo hace confiable en todo momento. ¡Ese es simplemente el hecho de que Él no cambia! Dios es el mismo hoy como siempre ha sido, y el mismo que será por siempre. Él fue fiel al principio y lo será al final. Se mantuvo firme en la vida de los personajes bíblicos que depositaron su fe en Él y será firme en la vida de los creyentes que confiarán en Él en estos días. ¡Dios es un Dios firme y digno de confianza! </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Dice el verso 23, de Lamentaciones 3, “Nuevas son cada mañana”, esto significa que los dones de Dios son frescos. Según este versículo, la gracia de Dios es tan fresca como el nuevo día. No tenemos que preocuparnos por que no haya suficiente para que podamos pasar, porque la gracia de Dios en nuestras vidas es tan fresca como el nuevo día.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Mateo 6:34, “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. Así como cada nuevo día trae consigo su propio conjunto de cargas y problemas, así cada día es testigo de un suministro nuevo, inagotable y todo suficiente de la gracia maravillosa, incomparable, maravillosa y asombrosa de Dios.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">La fidelidad de Dios se ve en el hecho de que nos despertamos esta mañana, en nuestro sano juicio y con una salud razonable. Nos despertamos con aire para respirar, comida para comer, gente que amamos a nuestro alrededor, etc. Dios es fiel, maravilloso Señor.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><h2 style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="color: #cc0000; font-family: georgia;"><b>DIOS ES FIEL EN SU BONDAD.</b> </span></span></h2><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Dice Lamentaciones 3:24-26, “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová”.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">La palabra “bueno” tiene la idea de “agradable, excelente”. Se refiere al carácter de Dios. Esta palabra nos recuerda que Dios siempre está comprometido en lo mejor en la vida de Sus hijos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><b>Por su bondad, Dios es satisfactorio.</b> Dice el verso 24 al principio, “Mi porción es Jehová”. Como vemos, Dios es descrito como la “porción” del alma. Esta palabra tiene la idea de “compartir”. Se refiere al “botín de guerra que es repartido.” Jeremías dice: “En la batalla de la vida, Dios es mi recompensa, mi parte, y mi porción.” Cuando el Señor es visto en esta luz, Él será todo lo que una persona necesita para estar satisfecha en su alma (Salmo 103:5; 107:9). Puede que Dios no nos dé a ti ya mí las cosas que deseamos en la vida; pero siempre nos dará lo mejor y nos dará lo que satisface el alma.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><b>Por su bondad, Dios es sustentador. </b>Dice Lamentaciones 3:24-25, “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca”. Dios nunca fallará a aquellos que depositan su confianza en Él (Isa. 49:23; ROM. 10:11). Ni una sola Palabra de cualquiera de sus preciosas promesas dejará de ser honrada por Él (Mateo 5:18; Sal. 119: 89-90). Si vienen a Él en busca de salvación, Él no los dejará perdidos (Juan 6:37). Si confían en Él para la salvación, nunca los enviará al infierno (Juan 10:28). Si buscan suplir en Él las necesidades de sus vidas, nunca los decepcionará (Lucas 12:32). Él los sostendrá en esta vida y en la eternidad.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><b>Por su bondad, Dios es salvador.</b> Dice Lamentaciones 3:26, “Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová”. En este contexto Jeremías está diciendo: “Los que esperan en el Señor lo verán sacarlos de sus angustias y pruebas. Él no fallará a sus hijos, pero, a su tiempo, los librará de todos sus valles.” Necesitamos recordar hoy que Dios puede liberar tanto al santo como al pecador.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Mis hermanos, quisiera recordarles que Dios sabe dónde se encuentran hoy. Él sabe por lo que estás pasando (Job 23:10).</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><h2 style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="color: #cc0000; font-family: georgia;"><b>CONCLUSIÓN.</b></span></span></h2><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Grande es la fe que puede permanecer en medio de los escombros de la vida y declarar las alabanzas de Dios. Jeremías era ese tipo de creyente. ¿Y usted? </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Mientras usted y yo enfrentamos las batallas, las cargas, los valles, las tormentas y las pruebas de la vida, siempre debemos recordar que somos ovejas del Señor, y que Él puede llevarnos a salvo. Entonces, ¿qué tipo de batallas estamos librando hoy? Tráigala al Padre celestial y confíe en su fidelidad inmutable e infalible.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Espero que podamos decir, como Jeremías, <i><b>“Grande es tu fidelidad”.</b></i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: right;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Lorenzo Luévano Salas.</span></span></p><p style="text-align: right;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: georgia;">Evangelista.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-62604370066804021902021-02-02T16:57:00.002-07:002021-02-02T16:57:27.291-07:00LO QUE HAY EN LA VIDA DEL HOMBRE (Proverbios 9:1-18)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_cVEqcCG-7PGIEJGohNO-KSMNsKbUrxvJdho9zoRXDxKj7_NCN5qvi3KzVW1keMEJ_KAxOOiar_cOCdOWSgCtzPC2FMxqoqUJRJzlyUuwoi98IBdfgcQkUrOfCT4LvpEyMr2iT_1GBQ/s724/opciones.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="483" data-original-width="724" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_cVEqcCG-7PGIEJGohNO-KSMNsKbUrxvJdho9zoRXDxKj7_NCN5qvi3KzVW1keMEJ_KAxOOiar_cOCdOWSgCtzPC2FMxqoqUJRJzlyUuwoi98IBdfgcQkUrOfCT4LvpEyMr2iT_1GBQ/w400-h266/opciones.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Alguien ha dicho que, el secreto
en la vida, es quedarse en ella hasta acostumbrarse. Por otra parte, un
caballero le escribió a Marilyn vos Savant, preguntándole sobre la vida. La
Sra. Vos Savant está incluida en el Salón de la Fama de los <i>Guinness World
Records</i>, por el coeficiente intelectual más alto, y tiene una columna
regular en la revista <i>Parade</i>. Este investigador en particular dijo que su
vida era más agotadora de lo que jamás imaginó, y quería saber si eso era
normal. Marilyn le dijo que su vida era realmente normal y luego dio la
siguiente analogía sobre la vida. Ella dijo que la mayor parte del tiempo, la
vida es como pasar por el aeropuerto conduciendo un carrito de equipaje cargado
con una rueda averiada. A veces, simplemente te sientes ridículo, a veces te
ves realmente ridículo y, a veces, todo lo que puedes hacer es intentar
empujarlo en la dirección correcta (Parade, 12 de octubre de 1997, p. 8).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Si bien hay algo de verdad en
ambas declaraciones, seguramente tiene que haber más en la vida que simplemente
andar por ahí tratando de acostumbrarse o simplemente tratando de empujarla en
la dirección correcta. ¡Afortunadamente, la hay! Dios tiene algo que decir
sobre la vida. Nos ha dado su palabra, la Biblia. La Biblia es un libro que
tiene mucho que decir sobre la vida y cómo debemos vivirla. Si bien no tenemos espacio
aquí para ver todos los pasajes de la Biblia sobre la vida y cómo debe vivirse,
sí podemos leer este capítulo. Proverbios 9 descompone la vida en sus verdades
más simples y nos da la vida en pocas palabras. Ese es el pensamiento que
quiero ampliar esta noche. Note conmigo algunos de los hechos de la vida tal
como se revelan en este capítulo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;">HAY DOS LLAMADAS EN LA VIDA (v.
1-4; 13-16).</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;">El llamado de la sabiduría (v.
1-4).</b><span style="font-family: georgia;"> La sabiduría tiene una hermosa casa sostenida por siete pilares. Esto
habla de amplitud y estabilidad. Su casa está lejos del camino de la actividad
humana normal (v. 3). Ella tiene que enviar a sus sirvientes para llamar a la
gente para que venga. Los busca donde viven y los invita a venir a ella para
una vida mejor. Pero ¿Qué es la "sabiduría"? ¡La sabiduría no es
inteligencia! La sabiduría no es un coeficiente intelectual alto. Más bien, la
sabiduría es el uso correcto del conocimiento. Por tanto, y bajo este contexto,
bien podemos decir que la sabiduría bíblica es conocer, comprender y vivir la
Palabra de Dios. Una vida de sabiduría, entonces, es una vida que se alimenta
para vivir de las verdades de la Palabra de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">Job 23:12, </span><i style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">“Del mandamiento de sus labios
nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida”</i><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">Salmo 119:103, </span><i style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">“¡Cuán dulces son a mi paladar
tus palabras! Más que la miel a mi boca”.</i></li><li><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">Jeremías 15:16, </span><i style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">“Fueron halladas tus
palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”</i><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">1 Pedro 2:2, </span><i style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">“desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación”</i><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">.</span></li><li><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">Mateo 4:4, </span><i style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">“El respondió y dijo: Escrito
está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios”</i><span style="font-family: georgia; text-indent: -18pt;">.</span></li></ul><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;">El llamado de la insensatez (v.
13-16).</b><span style="font-family: georgia;"> La insensatez también tiene una casa; pero está construida donde
los necios ya están viviendo (v. 15). Esto lo hace mucho más conveniente,
porque implica que los hombres pueden entrar en la casa de la insensatez con
poco o ningún cambio en sus vidas. Para llegar a la sabiduría, tienen que
esforzarse, para llegar a la insensatez, pueden continuar como están, en donde
están. La insensatez se presenta como una prostituta. Ella le promete al tonto
un buen momento, lo cual representa la seducción de la maldad. El insensato es
llamado a </span><i style="font-family: georgia;">“gozar de los deleites temporales del pecado”</i><span style="font-family: georgia;"> (Hebreos 11:25).
¡Es por eso que hay más personas que viven vidas de pecado que las que viven
vidas de rectitud! Las personas, como el agua y la electricidad, casi siempre
eligen el camino de menor resistencia. Hacen lo que les viene naturalmente y
gravitan hacia el mal. Su insensatez es tan profunda, que pareciera como si
hubiesen nacido con ella. El Salmista hizo referencia a esta hipérbole,
diciendo, </span><i style="font-family: georgia;">“Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando
mentira desde que nacieron”</i><span style="font-family: georgia;"> (Salmo 58:3). Los tales viven </span><i style="font-family: georgia;">“muertos en</i><span style="font-family: georgia;">
</span><span style="font-family: georgia;">[…]</span><span style="font-family: georgia;">
</span><i style="font-family: georgia;">delitos y pecados</i><span style="font-family: georgia;"> </span><span style="font-family: georgia;">[…],</span><i style="font-family: georgia;"> siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia”</i><span style="font-family: georgia;">. Viven </span><i style="font-family: georgia;">“en los deseos de”</i><span style="font-family: georgia;"> su </span><i style="font-family: georgia;">“carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y”</i><span style="font-family: georgia;"> son </span><i style="font-family: georgia;">“por naturaleza hijos
de ira, lo mismo que los demás”</i><span style="font-family: georgia;"> (Efesios 2:1-3). Están corrompidos </span><i style="font-family: georgia;">“conforme
a los deseos engañosos”</i><span style="font-family: georgia;"> (Efesios 4:4)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">¿Qué llamado es el que usted está
atendiendo? Recuerde, seguir el camino de la insensatez, para seguir al mal, hace
imposible que podamos vivir sabiamente en este mundo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;">HAY DOS OPCIONES EN LA VIDA (v.
4, 10-12, 16).</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Cuando se emiten los llamados de
la vida, la elección final recae en el individuo. Incluso Jesús presentó la
vida como si consistiera en solo dos opciones (cfr. Mateo 7:13-14).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="font-family: georgia;">Una opción está basada en el
entendimiento humano (v. 16).</b><span style="font-family: georgia;"> Este es el camino de los necios. De hecho, ¡Es
la elección que no requiere elección! Es simplemente el hombre haciendo lo que
hace por costumbre, o por educación humana. Este es el hombre que sigue su
propio camino. Y lo sigue, porque torpemente cree que es el camino correcto. Como
dice el proverbio, “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es
camino de muerte” (Proverbios 16:25)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b>Una está basada en el entendimiento
celestial (v. 4, 10-12).</b> El que elige el camino de la sabiduría, lo hace
porque ha llegado a comprender algunas verdades importantes de la vida. Ha
llegado a un entendimiento de la Persona, Posición y Poder de Dios (v. 10-12).
La persona sabia ha llegado a entender que un día, Dios juzgará la vida que
estamos viviendo (cfr. Romanos 14:12; 2 Corintios 5:10). Por lo tanto, debemos
ser honrados y temer de Dios mientras atravesamos este mundo. Al final, su
destino eterno dependerá de la elección que haga con respecto a Jesucristo. En
este momento, la calidad de su vida depende de las decisiones que haga con
respecto a la Palabra y la Voluntad de Dios para su vida (v. 12).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;">HAY DOS CONTRASTES EN LA VIDA
(v. 7-9)<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b>El hombre malvado (v. 7-8).</b>
Estos versículos nos dicen que el impío, o el necio, es imposible de enseñar.
No escuchará razones. No escuchará al Señor. ¡Tratar de mostrarle su rebeldía
solo crea un enemigo! La verdad es que los sabios cambian de opinión; los
tontos nunca. Mientras que un sabio piensa todo lo que dice; un tonto dice todo
lo que piensa. Con demasiada frecuencia cambiamos de trabajo, de amigos o de
cónyuge en lugar de cambiarnos a nosotros mismos. ¡La persona que elige la
necedad humana sobre la verdad divina es una persona determinada a vivir su
vida en sus propios términos!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b>El sabio (v. 9).</b> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mientras el necio persista en su necedad, el
sabio escuchará cuando se enfrente a la verdad y ajustará su vida en
consecuencia. ¡Tiene un espíritu de "enseñanza"! (Proverbios 1:7-9).
Se da cuenta de sus propias limitaciones y defectos y aprovecha cada
oportunidad para desarrollar su vida en una que sea más agradable al Señor. Los
sabios aprenden más de los necios que los necios de los sabios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">¡Estos dos tipos de personas
están a nuestro alrededor! Hay quienes son incapaces de aprender. Creen que
saben lo que es mejor para sus vidas y no puedes decirles nada diferente. ¡Son
tontos! Luego, están esas personas que saben que no son perfectos. Saben que
necesitan instrucción y reciben la verdad de Dios con gozo. ¡Estas personas son
sabias! ¿Quién te describe mejor?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;">HAY DOS CONSECUENCIAS EN LA
VIDA (v. 5-6; 17-18)<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b>Puedes asistir a la fiesta (v.
5-6). </b>La sabiduría extiende su mesa para quienes entran en su casa. Los
fortalece, los satisface y los sostiene. Les da todo lo que necesitan para
ahora y para el futuro (v. 6, 11). Lo mismo es cierto para la persona que elige
el camino de Dios sobre el camino del mundo. Él extiende su invitación para
nosotros mientras pasamos por esta vida (1 Corintios 2:9), y nos promete que
tenemos ¡un hogar con Él en su cielo para siempre! (Juan 14:1-3) ¡Elegir vivir
por la sabiduría de Dios te preparará para la gloria!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><b>Puedes asistir al funeral (v.
17-18).</b> Mientras que el sabio se va a disfrutar de la fiesta, el necio se
va y soporta su funeral (v. 18). Esta verdad se ilustra vívidamente en
Proverbios 7:5-27. ¡Esta es la suerte del tonto! Viviendo esta vida al máximo
con placeres pecaminosos, ¡pero sin preparación para el mañana!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Un hombre rico fracasó en el
negocio. Reunió los fragmentos de su fortuna arruinada y tenía en total unos
pocos miles. Decidió ir a occidente y empezar de nuevo. Tomó su dinero y compró
una casa rodante, amueblando lo más lujoso que pudo, y se hizo de víveres para su
viaje. En este suntuoso vehículo viajó a su destino. Por fin salió de la puerta
de su casa rodante y sólo entonces pensó por primera vez en su gran locura.
Había gastado todo su dinero para llegar a su nuevo hogar y ahora no tenía nada
con qué empezar la vida allí. Este incidente ilustra la insensatez de quienes
piensan solo en esta vida y no hacen provisión para la eternidad. ¡El sabio irá
al cielo, el necio irá al infierno! ¿Cuál será para usted?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia;">CONCLUSIÓN.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Santiago nos dice que nuestra
vida no es más que un simple vapor (Santiago 4:14). ¡Está aquí por un tiempo breve
y luego se va! Y eso es todo lo que recibimos de vida; por lo que, debemos
gastarla sabiamente, haciendo la voluntad del Señor y preparándonos para
encontrarnos con Él cuando esta vida termine. Incluso mientras está leyendo
esto, el vapor de su vida se disipa en el aire tenue de la eternidad. Si fuera
honesto, diría: "¡Estoy viviendo una vida basada en la palabra y la
voluntad de Dios! Camino en el temor del Señor y le sirvo con todo mi corazón".
O, tendría que admitir, "sigo mi propio camino, hago mis propias cosas y
nunca pienso en lo que Dios quiere de mi vida." ¡Esos son los dos
extremos! Sospecho que la mayoría de nosotros estamos en medio de los dos. Si
este mensaje es algo, es un desafío comenzar el proceso de acercar su vida a la
forma en que Dios quiere que viva eso.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;">Evangelista.</span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-21446045695653109402020-12-16T15:31:00.000-07:002020-12-16T15:31:16.151-07:00¿Hay beneficios en la oración?<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Siempre que vamos a realizar
alguna acción, o algún proyecto, siempre pensamos en los beneficios que vamos a
obtener. Sea que iniciemos un negocio, sea que cambiemos de empleo, sea que
tomemos la decisión de estudiar alguna carrera, siempre pensamos en los
beneficios que vamos a obtener.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las
personas que están casadas, no repararán en mencionar todas las bondades que
tiene el cónyuge con el que han decidido vivir hasta la muerte. Indicarán que
esas bondades y habilidades, han sido de mucha bendición.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En pocas palabras, todo lo que hacemos, o con
todo aquello que nos comprometemos, representa un beneficio para nosotros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Hay beneficios en la oración? Esta
es una pregunta muy importante. Es verdad que puede sonar egoísta o interesada,
pero es una pregunta válida. Es tan válida, que quizás esa sea la razón por la
cual no muchos cristianos oran. Las
reuniones de oración en las iglesias son escasas. Las pocas iglesias que tienen una reunión de
oración, por lo regular asisten unos pocos que, al tiempo, terminan desanimados
abandonando tales reuniones. Tal vez algunos de los que no asisten a tales
reuniones, nos digan que oran en sus casas. Pero, ¿Cuánto de eso es
verdad? El fondo no es la incredulidad,
ni tampoco la perversión. Muchas veces
la oración se descuida, porque parece una actividad en la cual no hay
beneficios. Parece un ejercicio
espiritual que no tiene resultados. Sin embargo, la Biblia nos tiene buenas
noticias al respecto. La oración tiene
muchos beneficios para el cristiano.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Muchos sicólogos ven en la
oración una buena práctica que consideran como una terapia. Sin embargo, la
oración es más que eso, y tiene propósitos muchos más importantes y nobles que
una buena condición emocional. La Biblia dice que, al orar conforme a la
voluntad de Dios, él nos escucha, y de hecho, nos anima a buscarlo en
oración. La Escritura dice, <b><i>“Acercaos
a Dios, y él se acercará a vosotros.”</i></b> (Santiago 4:4). Entonces, ¿Qué beneficios hay en
la oración?</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El primer beneficio que hay en la
oración, es que proporciona “tranquilidad”.<i><o:p></o:p></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los muchos problemas que vienen a
nuestra vida, así como los diversos desafíos, conflictos laborales, conflictos
en el hogar, conflictos en el trabajo, y toda clase de eventos que golpean
nuestra vida, producen en nosotros mucha “ansiedad”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dado que todos esos problemas y conflictos
son el pan diario, es razonable la exhortación de Pablo que dice, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Orad
sin cesar”</i></b> (1 Tesalonicenses 5:17).<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Los diversos problemas de la vida no cesan, nunca se detienen. Los
momentos de paz son muy escasos, y los días buenos siempre se ven opacados por
algún evento amargo, sea por un error que hayamos cometido, o sea por las
personas que nos rodean. Incluso los accidentes mismos son fuente de
inestabilidad emocional.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada día y a
cada momento no pueden faltar los problemas. Luego, “Orad sin cesar”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una vez que el problema se haya presente,
entonces respondamos con oración. De nada sirve que entremos en pánico,
llenando nuestra mente con una variedad de interrogantes que por lo regular no
hacen otra cosa sino producir ansiedad.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En lugar de eso, “orad sin cesar”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El apóstol Pablo escribió en
Filipenses 4:6, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”</i></b>. ¿Hay
algo que está produciendo ansiedad en nuestra vida? Si es así, es porque no
hemos hecho caso al consejo divino.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Por
cuántas y cuáles cosas hay que estar preocupados? La Escritura dice, “Por
nada”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La manera de evitar la
preocupación, es la oración. Tenemos ese recurso infalible y bueno para que las
necesidades y preocupaciones no se lleven nuestra tranquilidad y salud. Dios ha
dicho, “no te preocupes”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aunque la
preocupación es uno de los estados más comunes hoy en día, no lo debe ser para
el cristiano.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestro Dios nos está dando
la esperanza y el descanso que necesitamos. Nos está proveyendo la salida ante
la presión de cualquier necesidad y problema. No se afane por nada. Haga
conocer a Dios su necesidad, y siempre esté agradecido con él por su bondad y
providencia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestro Dios no está lejos
de nosotros. No está ajeno a nuestro sentir. No está ausente a nuestra
realidad. No se ha quedado en el lugar de reunión de la iglesia, ni tampoco
está atento a nosotros solamente los domingos por la mañana.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestro Dios está atento a cada estado
emocional en que nos encontramos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Algo
le afana? Dios lo sabe, y sabe cuánto daño puede hacerle la preocupación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante, descanse, tenga paz y goce de la
seguridad que puede el cristiano encontrar en la sabiduría y cuidado de
Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Haga oración. Haga conocer su
necesidad a Dios, y sea agradecido.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si
hacemos caso a este consejo bíblico, el resultado garantizado será la paz que
nuestra alma necesita. Note el verso 7, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué viene a nosotros?
¿Qué guarda nuestros corazones y pensamientos en esos momentos difíciles? La
paz de Dios. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No la paz efímera y
temporal que proporcionan los bienes de este mundo, o la salud de nuestra carne
que va en dirección a la corrupción, sino “la paz de Dios”. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No hay razón para buscar
tranquilidad y escapar de la realidad con alcohol, o drogas, la paz de Dios es
mejor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No hay razón para dejarse vencer
por la depresión, es mejor la paz de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>No hay razón para ir al sicólogo y nos recete pastillas para la ansiedad,
y para poder dormir tranquilos. La paz de Dios es mejor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ni el alcohol, ni las drogas, ni la depresión,
ni los tranquilizantes son la solución los problemas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es mejor la paz de Dios, y la paz de Dios, en
este contexto, se recibe por medio de la oración.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Qué grande beneficio! ¡Qué valiosa
bendición! ¿La quiere usted? Entonces, ahora tiene una razón muy grande para
buscar a Dios en oración.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El salmista
escribió, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre
caído al justo”</i></b> (Salmo 55:22).<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Deje de estar diciendo, “estoy muy preocupado”, “me preocupo mucho por
esto o aquello”, “Estoy tan ansioso por la enfermedad de mi madre”, etc., Eche
sus cargas a Jehová, y él lo sustentará.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>La paz de Dios vendrá sobre su vida, si confía en él en la oración.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El segundo beneficio que
proporciona la oración, es la consolación de Dios<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El estrés es uno de los males que
se ha puesto de moda en nuestro tiempo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Por las carreteras vemos a las personas sumamente estresadas. Los
estudiantes viven estresados. Los inversionistas, las amas de casa, el estrés
es un mal muy común. Y es tan común, que hemos llegado a pensar que es algo normal.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero, ¿sabe qué? No lo es.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La angustia también es otro de los males muy
comunes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La falta de empleo, la
violencia y la inseguridad son males con los que también ya forman parte de
nuestra realidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Y qué decir si la
violencia, o la delincuencia golpean nuestras vidas? Nuestra estabilidad
emocional se ven sumamente afectadas, y hay personas que prácticamente se han
pedido la razón por causa de una tragedia semejante.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante, el cristiano tiene un medio de
protección. Pablo escribió, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, <sup>4</sup>el
cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también
nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la
consolación con que nosotros somos consolados por Dios”</i></b> (2 Corintios
1:3, 4).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No estamos solos mis
hermanos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El estrés, el miedo y las
tragedias hacen parecer que nuestra vida no tiene sentido, ni mucho menos
protección de nadie. Sin embargo, Tenemos un “Padre de misericordias y un Dios
de toda consolación”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡No estamos
solos!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En Dios podemos encontrar la
misericordia y el consuelo que necesita nuestra alma en todo momento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ahora, ¿notó lo que dice el texto
bíblico al final? Cuando somos consolados por Dios, somos así capacitados por
él, para nosotros consolar a otros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al
recibir esta bendición de Dios, nos convertimos en canales de bendición para
otros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No será nuestro consuelo el que
llegue a otros, sino el mismo consuelo de Dios a través de nosotros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, es necesario que experimentemos
el consuelo de Dios primero.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así que, mi
hermano, hay un gran beneficio en buscar a Dios en oración. Él nos consuela, y
nos capacita para llevar su consolación a otros que también la necesitan.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esto destruye esa sensación de soledad. Esto
nos acerca como hermanos en Cristo. Esto nos hace ver la familia que componemos
con el Señor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hay grande beneficio
espiritual en la oración.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta es otra
razón más para que usted le busque. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Qué hizo Jesús, precisamente
cuando estaba muy angustiado? La Biblia dice en Lucas 22:41,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “Y
él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de
rodillas oró”</i></b>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Hubo respuesta?
Sí, pues la Biblia dice en el verso 43, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y se le apareció un ángel del cielo para
fortalecerle”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta es una
evidencia de que Dios contesta la oración, y lo hace para fortalecernos en
momentos de angustia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde luego, no
espere ver un ángel al momento en que usted ora por estar angustiado, pero sin
duda alguna, Dios proveerá el medio que él considere para fortalecernos. Puede
ser una llamada. Puede ser la visita de un hermano en Cristo, o el mensaje
bíblico de un predicador. Pero sabe qué, Dios contestará. ¿No fue Dios quien
fortaleció a Nehemías? En Nehemías 6:9-16, leemos de los temores y
preocupaciones que había en el corazón de Nehemías, sin embargo, Cuando oró a
Dios diciendo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“fortalece tú mis manos”</i></b> (v. 9), obtuvo la fuerza y el ánimo
necesarios para seguir adelante con su obra.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Hay grande beneficio espiritual en la oración.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta es otra razón más para que usted le
busque. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El tercer beneficio que
proporciona la oración, es la sabiduría de Dios<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En la vida tenemos que tomar muchas
decisiones importantes. Estas decisiones no solo afectarán nuestras vidas, sino
también las vidas de nuestro cónyuge, y también la vida de nuestros hijos. Nos
sentimos también preocupados o ansiosos porque no sabemos qué decisión tomar.
Qué camino seguir. Bueno, la Biblia dice, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada” </i></b>(Santiago 1:5). La sabiduría que Dios nos proporciona,
nos ayudará a ser personas que toman buenas decisiones. Son personas que no
carecen de guía. Que no actúan egoístamente, sino conforme a la voluntad de
Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su sabiduría es dada “abundamente
y sin reproche”. Qué confianza debemos de sentir los cristianos por ir a Dios y
pedir ayuda para las decisiones que hemos de tomar en la vida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En la vida he tenido que tomar muchas decisiones
importantes. Y siempre he dejado el asunto en las manos de Dios, y hasta el día
de hoy, toda buena decisión que he tomado, ha sido de mucha bendición. ¿Por
qué? No es por mi inteligencia. No es por mi perspicacia, sino por la sabiduría
de Dios.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los varones de la iglesia, harán
bien siempre en pedir la sabiduría de Dios. Los predicadores, los ancianos y
diáconos, así como las hermanas que desean que su familia sea una familia
piadosa. Toda persona que ame a Dios, estará buscando en oración su sabiduría,
y más tarde que temprano, estará dando testimonio de cómo Dios le ha guiado por
haber buscado dirección en él por medio de la oración. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hoy hemos visto tres beneficios
que podemos obtener al orar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1.
Tranquilidad. 2. Consuelo. 3. Sabiduría. Y no son las únicas. La oración nos
ayuda en momentos de tentación. Jesús dijo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Orad que no entréis en tentación”</i></b>
(Lucas 22:40).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nos beneficia en el momento
de pedir perdón y restauración a Dios: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi
nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra”</i></b> (2 Crónicas 7:14).<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Es un medio por el cual podemos auxiliar a nuestros hermanos: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Confesaos
vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho” </i></b>(Santiago 5:16). Es un medio
de mucho ánimo y fortaleza, al saber que Dios atiende a nuestras palabras: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y le
dijo Jehová (a Salomón): Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi
presencia” </i></b>(1 Reyes 9:13).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Hay beneficios en la oración? La
Palabra de Dios nos ha mostrado que sí. Es tiempo pues de hacer como la iglesia
primitiva, quienes <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“perseveraban… en las oraciones”</i></b> (Hechos 2:41).<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">Lorenzo Luévano Salas.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">Servidor de Cristo.</p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-64019744899046703852020-11-24T12:26:00.004-07:002020-12-16T17:08:45.297-07:00LAS RESPUESTAS DE DIOS PARA LAS EXCUSAS DEL HOMBRE.<p style="text-align: center;">Éxodo 3:1-12</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Por un momento, vamos a ponernos
en el lugar de Dios. Usted es el creador del universo, gozando de todas las
cualidades propias de la deidad, como la omnipotencia. Resulta que su pueblo
está detenido como esclavos, y ha llegado el momento de liberarlos. ¿A quién
elegiría usted para hacer ese gran trabajo? ¿Escogería usted a un líder
militar? ¿Enviaría a un experto en política exterior? ¿A un diplomático?
¿Enviaría usted un orador, un hombre que pudiera dar discursos conmovedores
para emblandecer los corazones de los hombres? Considerando a todos los
habitantes de la tierra, ¿habría usted escogido a Moisés? Probablemente muchas
personas no escogerían a Moisés. Después de todo, ya era un hombre de 80 años
de edad. Era un desterrado y tenido por homicida en Egipto. Es verdad que él
tenía muy buena educación, pero eso fue hace más de 40 años. Es verdad que él
había estado en contacto con los círculos de mayor poder en Egipto, pero eso no
solo había sido hace mucho tiempo, sino que ese mismo círculo fue quien lo
desterró. No obstante, cuando llegó el momento de que Dios enviara un
libertador, él es exactamente la persona que el Señor eligió para esa importante
obra. Sin tomar en cuenta toda la historia, para muchos de nosotros no hubiese
tenido sentido haber escogido a este hombre, pero, para Dios todo fue parte de
su plan.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mientras pensamos en eso, es
importante discernir otro asunto. Estamos viviendo medio de un mundo que va
camino al infierno. Las personas perecen diariamente, y cientos lo harán sin
Dios y sin esperanza alguna; por tanto, necesitan desesperadamente escuchar el
mensaje del evangelio para morir, estando preparadas para el día del juicio
final. ¿A quién enviaría usted para ese propósito? ¿Buscaría un “</span><b style="font-family: georgia; font-size: large;"><i>super</i></b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">
santo”, de esos que solo les falta “caminar sobre el agua”? Y ese es el caso,
¿no sería mejor rogar por ángeles para que hagan tan magna obra? O está la otra
opción, la de viejos pecadores arrepentidos que llegaron a ser salvos por la
pura gracia de Dios. ¿Sería prudente enviar a tal clase de personas, para
hablar de la justicia de Dios a otros hombres, que quizás no han tenido vidas
tan inmorales como estos? ¿No será mejor escoger a las mentes más brillantes,
las personas más hábiles, y más “buenas” de entre nosotros, y que estén a la
altura de la moralidad del mundo? Bueno, Dios eligió alcanzar este mundo por sí
mismo, y miró a su alrededor y decidió que los pecadores salvos fuesen los
mejores candidatos para su obra. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Hasta hoy en día Dios no ha
cambiado de parecer. Él nos salvo a todos para que trabajemos para su gloria. Pablo
dijo, <b><i>“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”</i></b>
(Efesios 2:10). No obstante, cuando se trata de obedecer a Dios, comenzamos a
presentar excusas. Tratamos de encontrar todas las razones bajo el cielo por
las cuales no podemos ser quien él quiere para hacer su voluntad. ¿Y sabe qué?
Eso mismo era el problema de Moisés. No obstante, cuando analizamos la manera
en que Dios manejó hábilmente las excusas de Moisés, entonces aprendemos que
también puede manejar las nuestras. Estas enseñanzas son para aquellos que
creen que no pueden servir a Dios porque se sienten incapaces. Entonces,
consideremos seriamente las respuestas de Dios para las excusas de los hombres.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">LA EXCUSA DE LA INCAPACIDAD<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">En el versículo 11, de Éxodo 3,
tenemos a Moisés sumamente preocupado. El texto dice, <b><i>“Entonces Moisés
respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los
hijos de Israel?”</i></b>. La preocupación de Moisés tiene que ver con su
persona. Él se describe a sí mismo como “un don nadie”, y por lo tanto, cree
que no está calificado para ir a Faraón y exigir la liberación del pueblo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Lo interesante, es que, en las
iglesias, muchos tienen ese mismo sentir sobres sí mismos. Sienten que no son
los indicados, que no están calificados, que su capacidad no es como la de
alguien más, o que simplemente no gozan de la capacidad de hacer correctamente
aquello que Dios espera que hagan. Sin embargo, en la prisa por rendirnos antes
de comenzar, olvidamos una verdad importante: <b>¡Dios te eligió!</b> Si usted
cree que no está calificado, que no puede hacerlo bien, o que no tiene la
capacidad, ¡entonces está diciendo que Dios no sabe lo que está haciendo! Está
afirmando que Dios hace muy mal trabajo en escoger a sus siervos. Pero, ¿quién
sabe mejor, usted o Dios? Usted no se cree capaz para hacer aquello que Dios
espera que haga, pero sí se siente capaz de juzgar a Dios como uno que se
equivoca al entregarnos un trabajo para el que no estamos calificados. Por
tanto, cambie su mentalidad ahora mismo, y confié en que Dios sabe lo que está
haciendo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Ahora, vea la respuesta de Dios
en el versículo 12, <b><i>“Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por
señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo,
serviréis a Dios sobre este monte”</i></b>. La respuesta de Dios a Moisés, y a
nosotros, es dar un par de preciosas promesas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Primero, Dios promete diciendo, <b><i>“Iré
contigo”</i></b>. ¿Leyó con atención? Es interesante que muchos de los que
dicen que Dios existe, siempre terminan viviendo sin él. Terminan con la idea
en su corazón de que el Señor no está presente. Terminan con la idea en su
corazón de que Dios nos deja abandonados a nuestra suerte. Nos manda y luego
nos abandona, sabiendo que sin él no llegaremos a ningún lado. Nos manda y
luego nos abandona, sabiendo que sin él estamos destinados al fracaso. Jesús
dijo, <b><i>“separados de mí nada podéis hacer”</i></b> (Juan 15:5), ¿cómo,
pues, podemos pensar que el Señor no irá con nosotros hoy? Cuando envió a sus
apóstoles a predicar el evangelio, les dio exactamente la misma promesa,
diciendo, <b><i>“y he aquí <u>yo estoy con vosotros</u> todos los días, hasta
el fin del mundo”</i></b> (Mateo 28:20). Antes de eso, les había dicho, <b><i>“No
os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”</i></b> (Juan 14:18). Cuando el apóstol
Pablo habló acerca del juicio que estaba padeciendo por parte de los enemigos
de la fe, dijo, <b><i>“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que
todos me desampararon”</i></b> (2 Timoteo 4:16). Esto, desde luego, es una
lamentable situación. No obstante, Pablo añadió, <b><i>“Pero el Señor <u>estuvo
a mi lado</u>, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación,
y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”</i></b>
(v. 17).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">En segundo lugar, Dios le dijo, <b><i>“cuando
hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte”</i></b>.
Esta es la promesa de una gloriosa reunión. Con estas verdades en mente, hay
una lección que podemos nosotros aprovechar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">1. Si Dios nos ha llamado, lo ha
hecho con pleno conocimiento de nuestras debilidades e incapacidades. Él nos
conoce íntimamente, como dice el Salmo 103:14, <b><i>“Porque él conoce nuestra
condición; se acuerda de que somos polvo”</i></b>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">2. Si Dios nos ha llamado, él
sabe que podemos cumplir la tarea a través de su fuerza. Pablo escribió, <b><i>“Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de
Dios, y no de nosotros”</i></b> (2 Corinitos 4:7). Confiemos en que él conoce
el final desde antes que inicie la historia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">3. Cuando nos envía a su obra,
nunca nos envía solos. Recuerde, <b><i>“yo estoy con vosotros, todos los días”</i></b>,
dijo e Señor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">4. Después de que el trabajo haya
terminado, gozaremos al estar reunidos con él, donde gozaremos total y
plenamente de su presencia. El Señor dijo, <b><i>“Y si me fuere y os preparare
lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis”</i></b> (Juan 14:3)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">La próxima vez que usted quiera
excusarse, señalando sus incapacidades, debe enviar ese pensamiento a las
profundidades del infierno de donde proviene. Sí, es verdad que todos somos
incapaces, todos tenemos diversas debilidades, es verdad que no tenemos las
calificaciones, pero a través del poder y la compañía de Dios, ¡cualquier cosa
puede ser hecha! ¿Recuerda a Gedeón y su pequeño ejército?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">LA EXCUSA DE LA INCOMPATIBILIDAD</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Después que Moisés contó a Dios sobre sus incapacidades,
ahora le habló sobre sus deficiencias. En el verso 13, de Éxodo 3, leemos: <b><i>“Dijo
Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios
de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es
su nombre?, ¿qué les responderé?”</i></b>. En otras palabras, Moisés le dice a
Dios, <i>“No sé mucho sobre quién eres”</i>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Muchos padecen esta misma
deficiencia que Moisés manifiesta. No solo sienten que son incapaces de servir
al Señor como deberían, pues también hay una sensación de incompatibilidad.
Sienten que no son <b>los adecuados</b> para hacer la obra del Señor. ¿Y por
qué se sienten así? Bueno, por la sencilla razón de que no saben lo suficiente
sobre Dios, sobre su palabra, y tienen temor de fracasar en cumplir con la
voluntad de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">No obstante, Dios le responde a Moisés, y con él, a nosotros
también. Dios le recuerda a Moisés sobre su persona diciendo, <b><i>“YO SOY, EL
QUE SOY”</i></b>. Si bien Moisés puede ser inadecuado, el Dios que lo llama,
que lo envía y que va con él sí que lo es. En esencia, Dios le está diciendo a
Moisés: “Solo has lo que te digo y te mostraré quién SOY”. En otras palabras,
Dios estaría obrando en el momento mismo que Moisés esté llevando a cabo su
voluntad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Así es como el Señor trabaja en
nuestras vidas. Él nos lleva a seguirlo por fe y sabemos muy poco acerca de Él
o de Sus caminos, pero a medida que surgen las necesidades, Dios se muestra
adecuado y fiel a cada desafío. Este gran nombre, YO SOY, se convierte en una abierta
declaración de hechos. En esas 2 palabras, Dios nos dice que <b><i>Él es lo que
necesitamos que sea</i></b> en cada momento de nuestras vidas. No hay una
situación en la que usted se encuentre, para lo que Dios no tenga la solución.
¡Él puede y nos capacita a medida que avanzamos en la vida!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Seguir al Señor por fe es a
menudo un asunto aterrador. Cuando observamos el tamaño de la tarea y
comparamos nuestras habilidades con ella, a menudo nos vemos sin lo que se
necesita para un verdadero éxito. Sin embargo, al pensar de esa manera,
¡siempre dejamos a Dios fuera de la ecuación! Pero, cuando se tiene en
cuenta a Dios, 2 + 2 no necesariamente serán 4. ¿Todavía recuerda que Dios
alimentó a 5000 mil hombres con cinco panes y dos pescados, y hasta sobraron 12
cestas más?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Nunca permita que la falta de
educación, la falta de dinero, la falta de habilidad o cualquier otra cosa le
impidan ser todo lo que Dios quiere que sea. Incluso, si no puede ver
dentro de usted los recursos necesarios, simplemente sea fiel a obedecer a
Aquel que lo llamó y lo colocó en su obra. Sobre todo, cuando se esté
midiendo contra la tarea, recuerda siempre medir al que está por encima de
todos los demás y sobre todo los obstáculos. Recuerde que el Señor <b><i>“es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”</i></b> (Efesios 3:20).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Noé probablemente no se sintió
adecuado al lado del Arca que tenía que construir. David debe haberse sentido
bastante pequeño al lado de Goliat. Sin duda alguna los tres hebreos sabían
que sus cuerpos no eran adecuados para estar dentro del horno de fuego. Daniel
también sabía que él, por sí mismo, no tenía ninguna esperanza de vida en el
foso de los leones. A lo largo de toda
la Biblia, el pueblo de Dios ha sido colocado junto a obstáculos contra los
cuales se veían y se sentían inadecuados, pero con el poder de Dios obrando a
través de ellos, pudieron vencerlos a todos. Si Dios lo hizo por ellos,
¡también lo hará por nosotros! <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">LA EXCUSA DE LA INFERIORIDAD </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(Éxodo 4:1-9).</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Después que el Señor responde las anteriores excusas, ahora
Moisés plantea el problema de la incredulidad del pueblo. Si les digo que tuve
una reunión personal con Dios mismos, ellos, con carcajadas de por medio, me
van a decir que estoy mintiendo. Después de todo, ¿Quién es Moisés para creer
que Dios habló con él, personalmente?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Muchos creyentes sienten
exactamente esto cuando se trata de servir al Señor sin temor. Muchos parecen
tener la impresión de que otros pensarán que están locos cuando comiencen a
hablar de su relación personal que tienen con el Señor Jesucristo. A menudo,
ante el mundo nos sentimos inferiores como para la gente crea que tenemos
comunión con Dios. Hemos creído, nos hemos arrepentido y gozamos del perdón de
nuestros pecados, pero ese sentido de inferioridad nos hace dudar, y nos hace
hablar con incertidumbre y miedo ante el mundo. Sobre todo, ante un mundo que
tiene la firme convicción de que no somos nadie como para estar hablando de
Dios y su Palabra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">La respuesta de Dios a Moisés es
hacerle saber que cuando el Señor termine de trabajar en él y a través de él,
¡no habrá dudas en la mente de los demás sobre la verdad de la historia de
Moisés! De hecho, Dios aclara en el versículo 9 que, sin importar lo que
digan los escépticos, ¡seguirá trabajando en Moisés hasta que estén seguros de
que su historia es genuina!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Esto también es cierto en la vida
de los hijos de Dios. Cuando el Señor ha perdonado nuestros pecados, y aunque
el mundo no lo vea, ni lo crea, el poder de Dios obra sobre nuestras vidas,
echando el pecado y sus consecuencias lejos de nuestras almas. Cuando
obedecimos el evangelio, por ejemplo, él llevó a cabo una obra maravillosa
sobre nuestras vidas. De esta obra habla Pablo en 2 Corintios 5:17, diciendo, <b><i>“De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas”</i></b>. Y ahora que ya somos cristianos, si
tropezamos, el apóstol Juan dice, <b><i>“Si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”</i></b>
(1 Juan 1:9). Por tanto, ¡no somos inferiores a nadie en este mundo!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Por lo tanto, permitamos al Señor
el derecho de paso en nuestras vidas. Démosle espacio para que trabaje en
nosotros y este mundo perdido vea que hay poder en la sangre del Señor, que
Jesús todavía salva almas, y que también hay esperanza para sus almas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">LA EXCUSA DE LA ENFERMEDAD </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(Éxodo 4:10-17)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">En un último esfuerzo por escapar del yugo que Dios quiere
para él, Moisés recurre a algún tipo de impedimento del habla. Puede ser
que Moisés solo haya pensado y, por lo tanto, haya respondido lentamente, o que
haya tartamudeado. Cualquiera que sea la enfermedad, Moisés trata de
usarlo como una excusa para no hacer la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Muchos de los hijos del Señor son
como Moisés. Observan su falta de educación, una discapacidad física, su edad,
sus ingresos, lo que sea, en un esfuerzo por mantenerse fuera del campo de
acción del Señor. En verdad, estas no son excusas legítimas para no servir al
Señor. De hecho, ¡no hay ninguna! Sea cual sea su retraso, Dios lo sabía bien
antes de elegirlo para su trabajo. Por lo tanto, nuestro deber es rendirnos a
Su mano y permitirle que obra a través de nosotros libremente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">La respuesta para Moisés, es que
Dios hizo la boca y la mente del hombre, ¡y fue capaz de darle al hombre lo que
necesitaba cuando lo necesitaba! Note el intento de Moisés de posponer a
Dios - v. 13, <b><i>“¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes
enviar”</i></b>; ante esto Dios se enoja y le promete ayuda. Él enviará a Aaron,
su hermano, como portavoz.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Usted y yo no tenemos necesidad
de temer ser usados por el Señor. Él sigue siendo Dios, y todavía puede tomar
a aquellos a quienes ha salvado y llenar sus mentes y sus bocas para Su gloria
- Lucas 12:11 – <b><i>“Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los
magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de
responder, o qué habréis de decir”</i></b>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Ademáis, ¡También a nosotros se
nos ha dado una variedad de ayudas! Tenemos las Escrituras, tenemos otras
habilidades, y tenemos hermanos que pueden trabajar lado a lado con nosotros.
Él siempre está con nosotros y nos enseñará lo que necesitamos saber en el
camino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Si su excusa es la <i>debilidad</i>,
deje ese pensamiento a un lado. Dios usó una burra para hablar con Balaam,
usó un gallo para avisar a Pedro, y sin duda alguna podrá usarlo a usted
también. Todo lo que Dios pide, es que usted esté disponible para hacer el
trabajo.<o:p></o:p></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 107%;"><br /></span></b></span></p><p style="text-align: center;">
<span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b><span style="line-height: 107%;">CONCLUSIÓN</span></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 107%;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 107%;">Me parece que, independientemente de las
excusas que el hombre inventa para no hacer la voluntad de Dios, Dios siempre
tiene una respuesta. Si usted olvida todas las respuestas de Dios,
solamente debe recordar esto: Dios quiere usarle. Él le ha salvado por su
gracia y ha hecho algo en su vida. Ahora, Él quiere presumirle ante un
mundo perdido y moribundo. Lo mejor que usted y yo podemos hacer es
arrojar nuestras excusas y darnos cuenta de que Dios puede donde nosotros no podemos. El
deseo de nuestro corazón debe ser servirlo a toda costa, independientemente de
lo que Él pida de nuestras vidas. Después de todo, lo dio todo y no nos
pide menos. ¿Está dispuesto a dejarse usar por él? ¿Está dispuesto a
decir, <b><i>“Heme aquí, envíame a mí"</i></b>, como lo hizo
Isaías? Si es así, la estación de reclutamiento está abierta. Todo lo
que digo es lo que Moisés le diría si estuviera aquí. Él diría: <b><i>"Hermanos,
pueden discutir con el Señor hasta que tengan la cara larga, pero Él siempre
hará lo que se ha propuesto. Por eso, les animo a someterte a su bendición,
antes que a Su látigo”</i></b>.</span></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Siervo de Cristo.</span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-22668442523084615672020-10-26T12:59:00.001-06:002020-12-16T17:12:04.758-07:00Rahab: ya nunca fue lo que solía ser<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAjLxJkAcHdOelkKS41Zno99ZA90N1D1EmSu7FaELF2ZO9CzIOXMGQHozv4pUMyoSUtsOX7cRe2GW8BMojE5Z84uoGjAsMqD4aIcGh5AHIM1ycZOEvk0uu6rBx7-dq9p6m9CPSYmEa96w/s375/rahab.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="375" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAjLxJkAcHdOelkKS41Zno99ZA90N1D1EmSu7FaELF2ZO9CzIOXMGQHozv4pUMyoSUtsOX7cRe2GW8BMojE5Z84uoGjAsMqD4aIcGh5AHIM1ycZOEvk0uu6rBx7-dq9p6m9CPSYmEa96w/s320/rahab.jpg" width="320" /></a></div><br /><b>Josué 2:1-24</b> </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una vez hubo un hombre rudo e inculto que por alguna razón desconocida se enamoró de un hermoso jarrón en un escaparate. Finalmente compró el jarrón y lo puso sobre la repisa de la chimenea de su habitación. Una vez que estuvo allí, se convirtió en una especie de juicio sobre su entorno. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Por qué? Porque tuvo que limpiar la habitación para que fuera digna del jarrón. Las cortinas parecían sucias a su lado. La vieja silla con el relleno saliendo del asiento ya no sería suficiente. El papel tapiz y la pintura debían rehacerse. Poco a poco, toda la habitación se transformó. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mis hermanos y amigos, cuando ponemos a Cristo sobre el manto de nuestro corazón, toda nuestra vida también se transforma. Es este tipo de transformación que presenciamos en este capítulo. Los israelitas estaban a punto de entrar en Canaán y reclamar su tierra prometida. La primera ciudad a la que tendrían que enfrentarse era la gran ciudad amurallada de Jericó. Si pudieran tomar esta ciudad, fácilmente podrían dividir el país en dos y luego moverse desde allí para conquistar el norte y el sur. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de atacar la ciudad, Josué envía dos espías a la ciudad para examinar el estado de ánimo de la gente y determinar si estaban preparados o no para la guerra que se avecina. Cuando estos dos hombres llegaron a Jericó, fueron a la casa de una ramera. Su propósito al entrar en la casa de una ramera no era inmoral. Sus razones eran más bien estratégicas. Ver a dos hombres entrando en la casa de una ramera no llamaría demasiado la atención. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que encontraron cuando entraron en la casa de Rahab debe haber sido un shock para los espías. Encontraron a una mujer que ya había sido cambiada por el poder de Dios. Cuando conocieron a Rahab, descubrieron que ella no era quien debería ser, no era quien solía ser. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rahab es una demostración del poder de Dios para transformar vidas. Lo que quiero que vean en este texto es cómo el Señor toma a los pecadores que pondrán su fe en Él y los cambia completamente por Su poder. Escuche los hechos que se presentan en este pasaje. Y mientras lo hace, si usted es cristiano, debe regocijarse en el gran cambio que Jesús ha hecho en su vida. Si no es cristiano, escuche lo que el Señor hizo por Rahab y considere venir a Jesucristo para que pueda ser salvo y transformado por Su poder. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quiero decirles hoy que Rahab: ya nunca fue lo que solía ser. Dios cambió su vida y también puede cambiar la nuestra. Consideremos los hechos que este pasaje nos presenta hoy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b>¿QUÉ ES LO QUE SOLÍA SER?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el versículo 1, de Josué, capítulo 2, leemos: “Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Rahab era una pecadora desafiante. </b>Rahab era una ramera. Llevaba un estilo de vida perverso, vendiendo su cuerpo a los hombres por dinero. Su vida fue una vida de profunda depravación y maldad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunas “expertos de la Biblia” han tratado de redimir a Rahab diciéndonos que la palabra traducida como "ramera" no es exacta, pues nos dicen que también puede referirse a la persona que atiende una posada. Y bueno, yo no tendría ninguna autoridad para cuestionar a los “expertos biblistas”; pero, por lo que dice el Nuevo Testamento, no hay manera de escapar al hecho de que Rahab era una “ramera”. Por ejemplo, en Hebreos 11:31, leemos de “Rahab la ramera”. En Santiago 2:25, también se habla de “Rahab la ramera”. En estos dos textos bíblicos del Nuevo Testamento, leemos la palabra “porne”, es decir, “prostituta”, “ramera”. Esta palabra se usa para hacer referencia a la mujer que vende su cuerpo para usos sexuales; una ramera. Una que se entrega a la contaminación sexual por lucro. Entonces, parece claro que Rahab era una mujer malvada que vivía un estilo de vida contaminado. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rahab es una imagen de cada persona que está perdida en el pecado hoy. Puede que usted no tenga los mismos pecados que ella, pero si nunca ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, entonces estás perdido en el pecado y necesitas nacer de nuevo. Desde luego, tal vez usted piense que su vida no está tan sucia como la de una prostituta; pero, la triste realidad, es que su vida sin Cristo está tan sucia y corrupta como la de cualquier otro pecador. Mire lo que dice Romanos 3:10-17, sobre la vida de los hombres que viven sin Jesucristo: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si está fuera de Cristo hoy, se encuentra en una situación desamparada y desesperada, como dice Efesios 2:1-3, usted está muerto en sus delitos y pecados. Está “siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. En esta condición, usted vive en los deseos de su carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y es por naturaleza hijo de ira, viviendo sin Dios y sin esperanza en este mundo. Y aunque usted juzgue su vida como aceptable, como buena, la realidad es que no lo es. Ante los ojos del juez del universo, su vida no es justa. Él dice en Isaías 64:6, “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Rahab estaba muerta en sus pecados.</b> Rahab estaba viva físicamente, pero espiritualmente estaba muerta en sus pecados. Esta es la condición de toda persona que no tiene comunión con el Señor. Quien vive en esta condición, esta “teniendo el entendimiento entenebrecido, vive ajeno de la vida de Dios por la ignorancia que en él hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 4:18). Mientras viven, están muertos (1 Timoteo 5:6). Sus nombres no están escritos en el libro de la vida. Y dice Apocalipsis 20:15, “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Rahab era una pecadora condenada.</b> De hecho, vivía en una ciudad que ya había sido seleccionada para la destrucción. En Deuteronomio 20:16-18, hablando de diversas ciudades entre las cuales está Jericó, dice, “Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado; para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como vemos, ¡Dios ya había determinado que Jericó caería! Estoy seguro de que la gente que estaba viviendo allí, se sentían confiadas y razonablemente seguras detrás de los muros de su ciudad. Sin embargo, Dios ya había dictado sentencia sobre ellos y estaban condenados a la destrucción. Es posible que la gente de Jericó no sintiera que estaban en gran peligro, ¡pero de todos modos fueron condenados! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¡Todo pecador perdido está en la misma situación! La persona perdida puede sentirse segura hoy, y puede que no crea que existe ningún peligro. Pero, a pesar de eso, la Biblia nos dice que los perdidos ya están condenados, “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18). Aunque no lo sientan, por su incredulidad están bajo la ira de Dios, “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está (ahora mismo) está sobre él” (v. 36). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ciudad de Jericó, a pesar de su estilo de vida, a pesar de su origen pagano, a pesar de su condición perdida, Dios le había dado cuarenta años de gracia, misericordia y advertencia. ¿Cuánto tiempo le ha dado Dios a usted? Ustedes que son salvos; ¿Cuántas veces el Señor tocó su corazón antes de que respondieran con fe? Como vemos, ¡Dios es misericordioso! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si usted está perdido, debe tener mucho cuidado al presumir de la gracia de Dios. La Biblia deja en claro que hay un límite para la paciencia al llamar a los perdidos para que vengan a Él para salvación. Por ejemplo, en Génesis 6:3, dice, “Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años”. ¡Es peligroso retrasar la llegada al Señor! Si ha estado esperando y esperando algo, ¡no espere más! ¡Venga a Jesús mientras le está llamando por el evangelio! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div><div style="text-align: center;"><b>RAHAB FUE LIBERADA ESPIRITUALMENTE (Josué 2:2-11)</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Cómo fue esto posible? En los versos 10-11, leemos las palabras de Rahab que dicen, “Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”. Aquí tenemos… </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Fue liberada por lo que ella reconoció.</b> Rahab les dice a los espías que ella y la gente de Jericó han escuchado las historias de lo que sucedió en Egipto, y de los reyes que habían derrotado en el camino. Noten la manera en que se expresa en el versículo 9. Ella dice, “Sé que Jehová os ha dado esta tierra”. ¿Lo ven? Ella habla en primera persona. Luego, en el versículo 10, dice, “hemos oído”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante los 40 años transcurridos desde que Israel salió de Egipto, las noticias sobre Israel, su progreso y el poder de su Dios habían llegado a oídos del pueblo de Jericó. Quizás viajeros, o personas que huían del avance de Israel, pasaron por Jericó y les hablaron sobre Israel y su Dios. El pueblo de Jericó había oído que Israel venía y que el Dios de Israel estaba vivo y era poderoso. Rahab escuchó sobre el Dios de Israel. Fue un mensaje de juicio, pero le presentó al Dios vivo y verdadero. Al final, el mensaje que le llegó a Rahab fue un mensaje de vida. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dios todavía tiene un mensaje que se está proclamando en todo el mundo hoy. Es el único mensaje que puede tomar al pecador más vil y convertirlo en una nueva criatura. Ese mensaje es el Evangelio de Jesucristo. Este mensaje nos habla del Dios verdadero que nos amó tanto y envió a su Hijo unigénito a morir por nuestros pecados en la cruz (Juan 3:16). El Hijo de Dios sufrió en terrible agonía y derramó Su sangre para hacer posible el perdón de nuestros pecados. Tres días después, el mismo hombre que murió en la cruz se levantó de entre los muertos para traer vida eterna a todos los que invoquen Su Nombre (1 Corintios 15:3-4). Este es el mensaje que necesita escuchar hoy. ¡Es el único mensaje que traerá vida eterna a una persona muerta en pecado! (Romanos 1:16).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Fue liberada por lo que ella aceptó (Josué 2:9-11).</b> Ella no solo escuchó el mensaje del Dios de Israel; ella también aceptó ese mensaje. Este mensaje produjo una respuesta de fe en el corazón de Rahab. Vean lo que ella dice acerca de Dios. En el verso 9, ella lo llama “Jehová”. En el versículo 11, dice que “Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”. En el versículo 12, vuelve a expresar su fe en Dios cuando lo llama a ser testigo de su pacto que hace con los espías. Ella dice, “Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová”. Todas estas declaraciones son una evidencia de la fe que Rahab ahora tiene en el Señor. Pero, si usted duda de mi juicio, he aquí lo que dice el Espíritu Santo en Hebreos 11:31, sobre ella: “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”. ¿lo ve? Por la fe, por la fe, por la fe. Ella oyó acerca de Dios y actuó con fe. ¡Ella puso su fe en el Dios de Israel! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es exactamente lo que debe suceder en la vida de la persona perdida para ser llevada a Cristo. Debe escuchar el mensaje y luego deben recibir ese mensaje, obedeciendo lo que se le manda. Pero, primero, necesita escuchar, y así, tener fe, como dice Romanos 10:17. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El mensaje de salvación se predica al pecador. Escuchan el Evangelio y el Espíritu Santo los convence de la verdad del Evangelio, Juan 6:44. Cuando obedecen el Evangelio, son salvos por la gracia de Dios. Permíteme recordarles que, la salvación no puede ser suya mientras su fe esté en otra cosa que no sea Jesucristo y Su obra. Si confía en la oración del pecador para salvarse, estará perdido todavía. Si confía en la membresía en una iglesia, estará perdido todavía; o si confía en cualquier otra cosa en este mundo, que no sea aquello que enseña el evangelio, estará perdido y necesitado de Dios todavía. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Deténgase por un momento y piense en todo lo que Rahab no tenía. Ella no tenía Biblia. Ella no tenía iglesia. Ella nunca había conocido a un predicador. Nunca había escuchado un sermón del Evangelio, ella nunca ha cantado un himno o leído un tratado sobre el Evangelio. Ella vivía en el corazón de una ciudad pagana, viviendo una vida malvada sin conocimiento de Dios. Pero Dios, en Su gracia, abrió su corazón y le permitió escuchar algo sobre Él. Creyó lo que escuchó, estuvo dispuesta a hacer su voluntad y fue salva. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y usted, ¿Qué es lo que tiene? Mire todo lo que tiene. Tiene la Biblia, la iglesia, la predicación del Evangelio, cánticos, libros, etc. Dios le ha dado mucha luz. ¿Qué es lo que le impide venir a Él? ¿Por qué se demora? Ha oído hablar de Jesús. Has oído hablar de lo que hizo en el Calvario. Ha oído hablar de la tumba vacía. Has oído hablar de su amor. Has escuchado Su llamado. Sabe que necesita ser salvo. Tiene mucho más que Rahab, simplemente necesita actuar en consecuencia y venir a Jesucristo para la salvación. Daremos cuenta de lo que hacemos con la luz que se nos da, Lucas 12:48.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div><div style="text-align: center;"><b>RAHAB Y SU OBEDIENCIA ESPIRITUAL (Josué 2:12-22) </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando Rahab llegó a la fe en Dios, ¡su vida se transformó para siempre! Lo que Dios hizo en ella es un milagro de su amor y gracia. Lo que hizo por Rahab, lo puede hacer por ti. Observe algunos de los cambios que Dios hizo en la vida de Rahab. Por cierto, estos cambios en su vida le trajeron satisfacción mientras caminaba con el Señor. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Ella cumplió con su parte (Josué 2:1-7).</b> Una de las pruebas más seguras de que Rahab estaba genuinamente convertida es el hecho de que se involucró en la obra del Señor. Ella escondió a los espías y los encubrió. Ahora, es verdad que en este proceso Rahab dijo una mentira, y nadie debe pensar que Dios aprueba la mentira; pero él simplemente lo registra en la Biblia. Rahab no es la única persona creyente en la Biblia que mintió. Abraham mintió, Génesis 12:10-20. Isaac mintió, Génesis 26:6-11. David mintió, 1 Sam. 21:2; 2 Sam. 12. Eliseo mintió, 2 Reyes 6:18-23. No podemos condonar su mentira, pero debemos verla como un caso de “el menor mal por el mayor bien". Dadas las circunstancias adecuadas, la mayoría de la gente aquí habría hecho lo mismo. Como algunos de los personajes de la Biblia, mentiríamos para proteger a un ser querido o nosotros mismos. Como Rahab, podríamos optar por cometer “el mal menor por el bien mayor. " </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Piense en esto: Rahab era pagana. Se crio en una cultura de corrupción, donde las mentiras eran tan comunes como la suciedad. Ella era una creyente, pero nunca le habían enseñado. Ella nunca había leído una Biblia. Ella nunca había escuchado el mandamiento que dice: " No darás falso testimonio contra tu prójimo", Éx. 20:16. Solo tenemos que aceptar el hecho de que, como el resto de nosotros, Rahab no fue perfecta, y aún tenía mucho por aprender. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al parecer, Rahab ya había dejado de vivir la vida de una ramera. El versículo 6 nos dice que escondió a los espías debajo de un lino que estaba en el techo. El lino se utilizó en la producción de lino. Parece claro que ella había confiado en el Señor antes de que llegaran los espías. Parece que su vida había cambiado radicalmente por el poder de Dios antes de que llegaran. Incluso Santiago la usa como un ejemplo del creyente que prueba su salvación por las obras de su vida, Santiago 2:25. Es digno de notar que Santiago eleva la fe de Rahab al nivel de la de Abraham. El mensaje aquí es que no importa si usted es el Padre de los Fieles como Abraham, o una pobre ramera como Rahab, el Señor le ama y le salvará sin importar quién sea. Dios llama y salva a personas de ambos extremos del espectro de la vida. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nos puede gustar o no, pero la verdad de nuestra profesión está probada por la forma en que vivimos nuestras vidas, Santiago 2:18. Podemos decir lo que queramos, ¡pero lo que realmente somos se revela en lo que hacemos! ¡Una vida que pertenece al Señor Jesús será una vida que quiere involucrarse en las cosas de Dios! El fruto de tu vida prueba la raíz de tu vida, Matt. 7:20! Después de todo, cuando Jesús salva nuestras almas, nos dice que hemos sido "creados en Cristo Jesús para buenas obras”, Ef. 2:10. Las obras no salvan, ¡pero sí señalan a los que sí lo son! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Rahab estaba preocupada por otros.</b> En los versos 12 al 13, leemos: “Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Note que Rahab está preocupada por aquellos en su familia que también están en peligro. Pero, ahora sabe que Dios les cuidará. Quiere la misma seguridad para su familia. Su corazón se conmueve para buscar ayuda para ellos. Imagínese el riesgo que corrió al contarle a su familia su plan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rahab es una imagen de la persona que llega a la fe en Cristo. Una de las primeras cosas que ocurre cuando una persona viene a Jesús es el deseo de llevar a otros al Salvador (cfr. Juan 1:35-42; Marcos 5:18-20). Una de las señales más seguras de la salvación es el deseo de contarles a los demás acerca del Salvador. Rahab demostró que estaba salva. ¿Se puede decir lo mismo de nosotros? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Ella fue realizada en su vida.</b> Debido a que puso su fe en el Señor Dios de Israel, obtuvo algunas posesiones preciosas. Observe cómo Dios tomó a esta ex ramera y bendijo su nueva vida con la más ricas de bendiciones. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella obtuvo una nueva realidad (Josué 6:20-25) - Debido a su fe, se salvó de la destrucción que se apoderó de su ciudad. ¡Todos los que estaban en su casa también se salvaron! Cuando los muros de Jericó cayeron, aparentemente había una sección que permaneció en pie. Era la sección que albergaba la casa de Rahab. Era un lugar que estaba marcado por una cuerda escarlata que colgaba de su ventana (Josué 2:18). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué imagen se da aquí. Cuando un nuevo creyente pone su fe en el Señor Jesucristo, es inmediatamente liberado de la pena de sus pecados, que es el infierno, Romanos 5:9. Encuentra una nueva libertad en Jesús que le permite vivir mientras otros a su alrededor perecen. Y, así como una cuerda escarlata marcó el hogar de Rahab, también la sangre de Jesús nos marca como pertenecientes al Señor. Es así que en toda la Biblia vemos el miso rastro de sangre redentora. Israel en Egipto y la sangre del cordero pascual (Éxodo 12). Gracias a Dios por la sangre de Jesús (1 Pedro 1:18-19; Apocalipsis 1:5). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Ella consiguió nuevos y destacados parientes (Josué 6:25; Rut 4:21-22).</b> Cuando se juntan todos estos versículos, tenemos el resto de la historia sobre Rahab. Se casó con el pueblo de Israel y se convirtió en parte de todas las bendiciones del pacto del Señor. ¡Pasó de ser parte de una nación condenada a ser parte de una nación santa! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando un pecador perdido confía en Jesucristo para la salvación, se transforma de pecador en santo. Ya no está bajo la maldición de Dios, sino que se convierten en hijo de Dios. Como resultado, se convierte en participante de todo lo que el Señor tiene para Sus hijos aquí, 1 Corintios 2:9, y se vuelven parte de lo que Él tiene para Sus hijos allá arriba, Juan 14:1-3. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El punto es que, mientras el resto de los vecinos de Rahab murieron en la guerra, ¡Rahab vivió y fue a una boda! Uno de estos días, usted y yo, personas que no merecen nada más que el juicio y la muerte, seremos los invitados de honor en una boda en el cielo, Apocalipsis 19:7-9. Cuando fuimos salvos, nos convertimos en parte de una nueva familia - 1 Juan 3:2. Pero, hay más sobre Rahab. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Ella obtuvo una nueva reputación (Mateo 1:5).</b> En este texto usted puede leer la palabra "Rahab", pero ya no más el término "ramera". Solo "Rahab", ya no más "ramera". Rahab fue sacada de la casa de la vergüenza y terminó en el salón de la fama. Esta mujer se convirtió en antepasado del Señor Jesucristo. De hecho, ella era la tatarabuela de David y era la suegra de Ruth. Dios la sacó de la cuneta de la vida y la hizo eternamente famosa. Le dio a esta pecadora un lugar en Su plan divino y eterno. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que el Señor hizo por Rahab, lo puede hacer y lo hará por nosotros. Podríamos pensar que Dios no nos aceptará porque hemos sido muy malvados. Pero, la verdad del asunto es que el Señor nos ama tal como somos y, nos tomará, nos salvará y hará de nuestras vidas una bendición y honor para Su gloria. Hermanos y amigos, Dios se especializa en tomar a los viejos pecadores perdidos, salvarlos por Su gracia y luego usarlos para tocar el mundo con Su poder (1 Corintios 1:26-29; Juan 6:37; Hebreos 7:25). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dios puede cambiarle su vida hoy; cambiarla con su poder y usarla para su gloria. Él no le convertirá en un antepasado de Cristo como lo hizo con Rahab, pero puede estar seguro que se convertirá en el antepasado de nuevos creyentes a medida que permita que el Señor use su vida. Puede que no se vuelva famoso aquí, ¡pero ellos sabrán quién es en el cielo! ¡Imagínese llegar al cielo y ser recibido por algunos a los que llevó a Jesús! </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div><div style="text-align: center;"><b>CONCLUSIÓN</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¡Es evidente que Dios cambió la vida de Rahab! Pero, ¿Qué pasa con usted? ¿Es usted salvo? Hoy usted puede serlo, si confía en Jesucristo y su palabra. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No se demore, porque el retraso es peligroso. Dios tomó a una vieja ramera llamada Rahab y la salvó por gracia y la usó para Su gloria, y Dios quiere hacer lo mismo por usted. ¿Vendrá y hará lo que le pide que haga hoy?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;">Lorenzo Luévano Salas.</div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;">Siervo de Cristo.</div>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-21079362319342984912020-10-21T22:42:00.001-06:002020-12-16T17:13:22.851-07:00La salvación que Dios ofrece es condicional.<p style="text-align: center;"><i style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">“porque todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo”</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">Romanos 10:13<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Que el amor de Dios y la paz de nuestro Señor Jesucristo
sea con cada uno de ustedes, estimados hermanos y amigos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Hoy estaremos abordando el tercer mensaje sobre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La
salvación que Dios ofrece”</i></b>, y le felicito por tomar la sabia decisión
de acompañarnos para considerar la palabra de Dios con su servidor.</span> </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En nuestro primer mensaje, indicamos la gran bendición
que tienen al saber de la salvación que Dios ofrece. También advertimos de la
gran responsabilidad que han adquirido al conocer de esa gran bendición.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Los que no son cristianos tienen la responsabilidad de
aceptar o rechazar el amor que Dios ha mostrado por Cristo. Mientras que los
cristianos tienen la responsabilidad de vivir como es digno del evangelio, y de
llevarlo al mundo perdido.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En nuestro segundo mensaje, aprendimos que la salvación
que Dios ofrece es universal, porque Dios no hace acepción de personas, porque
el pecado es un problema universal, y porque el amor de Dios es universal. Nadie
puede decir que la salvación no es para usted. Cristo murió en beneficio del
mundo entero, y solamente resta que usted reciba la salvación que Dios le
ofrece.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Ahora volvamos a las palabras de Pablo en Romanos 10:13, que
dicen, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque todo aquel <u>que invocare el nombre del Señor</u>, será salvo”</i>.
</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cuando leemos estas palabras de Pablo, es necesario
resaltar una frase importante, que es clave para una correcta aplicación del
texto.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Vea el texto nuevamente.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">¿Ya lo tiene?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Bueno, tomemos en cuenta la frase: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“que invocare el nombre del
Señor”</i></b>.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">¿Ya la tiene? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“que invocare el nombre del Señor”</i></b>.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Es muy importante no pasar por alto todas y cada una de
estas palabras. Uno pudiera cometer el error de enfocar su atención solamente en
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">las
bendiciones</i></b> de la salvación, o en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">la extensión</i></b> de la salvación, siendo
así ofrecida a toda criatura; sin embargo, también es importante notar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">las
condiciones</i></b> que el ofrecimiento de Dios incluye.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Cuando Pablo dice que la salvación es para “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">todo aquel que invocare el nombre del Señor</i>”,
está indicando que dicha salvación <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">es condicional</i></b>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">¿Qué queremos decir con eso de que la salvación es
“condicional”? El adjetivo “condicional”, en la frase, “salvación condicional”,
significa que el ofrecimiento que Dios hace de la salvación, incluye o conlleva
condiciones o requisitos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esto es importante porque muchos a través de la historia
han creído que la salvación que Dios ofrece es “incondicional”. Por ejemplo,
entre los años 120 al 140 después de Cristo, vivió un célebre gnóstico llamado
Basílides, el cual, enseñaba a sus discípulos que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“hay una clase de almas que
siempre son salvas, y nunca se pierden, y otras que siempre perecen, y nunca
serán salvas”</i></b>. Esta idea, desde luego, resulta en que la salvación es
“incondicional”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Hoy en día, diversas denominaciones creen y predican que
la salvación es “incondicional”, porque, según ellos, de entre toda la
humanidad, Dios ha elegido incondicionalmente a unos para la vida eterna. Sin
embargo, la Biblia no enseña tal cosa.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La salvación que Dios ofrece es condicional, porque <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DEBEMOS RETENER CON CORAZÓN BUENO Y RECTO
LA PALABRA DE DIOS Y DAR FRUTO:</b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “Mas
la que cayó en buena tierra, éstos son los que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">con corazón bueno y recto retienen la palabra</b> oída, y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dan fruto con perseverancia</b>”</i> (Lucas
8:15)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Como vemos, para gozar de la salvación que Dios ofrece,
es necesario retener la palabra de Dios y dar fruto con perseverancia. Quien
hace estas cosas, tiene un corazón bueno y recto delante de Dios.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">La salvación que Dios
ofrece es condicional, porque debemos recibir, perseverar y retener el
evangelio de Cristo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Además os declaro, hermanos, el evangelio
que os he predicado, el cual también <u>recibisteis</u>, en el cual también <u>perseveráis</u>;
<sup>2</sup>por el cual asimismo, <u>si retenéis</u> la palabra que os he
predicado, sois salvos, <u>si no creísteis en vano</u>.”</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES">
</span></b><span face=""Arial",sans-serif">(1 Corintios 15:1-2)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">Como
vemos, es posible que haya personas que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“creen en vano”</i></b> en el evangelio,
pero no creen en vano por no haber sido elegidos para la salvación, sino porque
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">no
quisieron</i></b> perseverar, ni retener la palabra de Dios. Luego, no serán
salvos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">A
los hermanos en Tesalónica, también les dijo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Así que, hermanos, <u>estad
firmes, y retened la doctrina</u> que habéis aprendido, sea por palabra, o por
carta nuestra.”</i></b> (2 Tesalonicenses 2:16).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">Una
vez más, vemos que es necesario “estar firmes” y “retener la doctrina” que
aprendemos en la palabra de Dios. Si la salvación no es condicional, entonces
estas exhortaciones carecen de sentido.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">En
Hebreos 3:6, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, <u>si
retenemos firme hasta el fin</u> la confianza y el gloriarnos en la esperanza.”</i></b>,
y en el verso 14, agregó:<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Porque somos hechos participantes de
Cristo, <u>con tal que retengamos firme hasta el fin</u> nuestra confianza del
principio”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">En
el capítulo 4, verso 14, leemos:<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, <u>retengamos nuestra profesión</u>.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif">En
el verso 23, del capítulo 10, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“<u>Mantengamos firme, sin fluctuar</u>, la
profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">La salvación que Dios
ofrece es condicional, y por eso aún el creyente necesita arrepentirse si ha
caído en pecado.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">En Apocalipsis<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>2:5, amonestando a la iglesia en Éfeso, Juan
escribió, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, <u>y arrepiéntete, y haz las
primeras obras</u>; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de
su lugar, si no te hubieres arrepentido.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">A la iglesia en
Filadelfia, entregó una exhortación semejante, diciendo:<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“He aquí, yo vengo pronto; <u>retén
lo que tienes, para que ninguno tome tu corona</u>”</i></b> (Apocalipsis 3:11)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">¿Qué hay de aquellos que no son cristianos, pero que
quieren ser salvos?</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"> El Señor ha indicado condiciones para que
ellos reciban el perdón de sus pecados, y la salvación de su alma.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Si usted no es cristiano,
y quiere recibir la salvación que Dios ofrece, usted necesita tener fe en Dios.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Dice Hebreos 11:6, que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“<u>sin
fe es imposible</u> agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">En Efesios 2:8, el apóstol
Pablo declaró que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“por gracia sois salvos <u>por medio de la fe</u>; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios”</i> </b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si usted no tiene fe, entonces no tiene el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">medio necesario</i> para gozar de la
salvación que Dios ofrece.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">En Romanos 5:1, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Justificados,
pues, <u>por la fe</u>, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo”</i> </b>Para ser justificados, para gozar de esa paz con Dios que
se hizo posible por el sacrificio de Cristo, es necesario tener fe. Si usted no
tiene fe, entonces no hay justificación, no hay paz entre usted y Dios, y el
sacrificio de Cristo no tiene ningún beneficio para usted.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Pero además de tener fe en
Dios, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">USTED TAMBIÉN NECESITA
ARREPENTIRSE DE SUS PECADOS.</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Mire lo que dice Hechos 17:30, 31: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pero Dios, habiendo pasado por
alto los tiempos de esta ignorancia, ahora <u>manda a todos los hombres en todo
lugar, que se arrepientan</u>; <sup>31</sup>por cuanto ha establecido un día en
el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando
fe a todos con haberle levantado de los muertos.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Mis estimados amigos, el arrepentimiento no es una opción. El
arrepentimiento es un mandamiento, y si usted quiere ser salvos, usted no tiene
otra opción que arrepentirse de sus pecados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">El día del juicio llegará, y la manera de estar preparados para
ese día, es por medio del arrepentimiento.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Si usted no se arrepiente, entonces no estará listo para enfrentar
el juicio de Dios, y así, será condenado por causa de sus pecados.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Ahora tal vez usted se pregunte, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Qué es el arrepentimiento?</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">En la Biblia tenemos una ilustración que nos explica lo que es el
arrepentimiento. Dice Mateo 21:28-29: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos
hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. <sup>29</sup>Respondiendo
él, dijo: <u>No quiero; pero después, arrepentido, fue</u>.”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">¿Leyó con atención? El arrepentimiento es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">dejar de hacer nuestra voluntad,
para hacer la voluntad de Dios</i>.</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">El joven de la historia no quería hacer lo que el padre le estaba
mandando hacer. Y cuando se arrepintió, entonces hizo lo que el padre quería. Dejó
de hacer su voluntad para hacer la voluntad de su padre.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Si usted quiere ser salvo, necesita arrepentirse, es decir,
necesita dejar de hacer lo que usted quiera, y de ahora en adelante hacer la
voluntad de Dios.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Si usted no es cristiano,
y quiere recibir la salvación que Dios ofrece, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">USTED NECESITA CONFESAR CON SU BOCA, QUE CREE DE CORAZÓN EN JESÚS COMO
EL HIJO DE DIOS.</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">En Mateo 10:32, Jesús
dijo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“<sup>32</sup>A cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. <sup>33</sup>Y
a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante
de mi Padre que está en los cielos.”</i><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">En Romanos 10:7 al 10,
leemos: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“…<sup>8</sup>Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y
en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: <sup>9</sup>que <u>si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo</u>. <sup>10</sup>Porque con el corazón
se cree para justicia, pero <u>con la boca se confiesa para salvación</u>…”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">¿Será eso suficiente? Hay
grupos religiosos que enseñan que para ser salvos, basta con creer o
arrepentirse y es todo. Otros dicen que hay que recibir a Cristo en el
corazón.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué dice la Biblia?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Bueno, tomemos como
ejemplo el caso de Saulo de Tarso. En Hechos 22:6-8, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“…<sup>6</sup>Pero aconteció que
yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó
mucha luz del cielo; <sup>7</sup>y caí al suelo, y oí una voz que me decía:
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? <sup>8</sup>Yo entonces respondí: ¿Quién
eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”</i></b>.
En estas palabras bíblicas, vemos claramente varias cosas que experimentó Saulo
de Tarso.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Número
1:</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"> Le apareció Cristo. ¡Fue una aparición genuina! No soñó,
no se imaginó nada, sino que de verdad apareció Cristo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Número
2:</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"> Oyó las palabras del Señor. Jesús le habló por su propio
nombre, y se identificó con él.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Número
3:</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"> Reconoció a Jesús como “Señor”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Ahora, sin perder este
texto bíblico, le pido por favor que leamos Hechos 9:6, donde se nos proporciona
más información de lo sucedido. El texto dice que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“temblando y temeroso, dijo:
Señor, ¿qué quieres que yo haga?”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Entonces, en cuarto lugar,
Saulo, además de reconocer a Cristo como “Señor”, y además de tener “temor” de
él, se arrepintió.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Saulo mostró que estaba
arrepentido, cuando preguntó: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿qué quieres que yo haga?</i></b>”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Estaba dejando su voluntad de lado para
hacer la voluntad del Señor!</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Saulo ya no iba a ser su
voluntad, estaba arrepentido. De ahora en adelante iba a hacer la voluntad del
Señor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Entonces, Saulo, “oyó la
palabra del Señor”, “creyó”, “tuvo temor”, “reconoció a Cristo como Señor” y se
arrepintió de sus pecados… sin embargo, todavía sus pecados no habían sido
perdonados.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Cuando una persona cree en
Cristo como el Hijo de Dios, se arrepiente de sus pecados, y confiesa su fe en
Cristo como el Señor, como el Hijo de Dios, todavía necesita ser “bautizado
para el perdón de sus pecados”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Note lo que dice Hechos
22:16, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i></b></span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">Pablo tenía que ser
bautizado, para que sus pecados fueran lavados. Ahora, ¿ya notó lo que dice al
final del versículo? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, <u>INVOCANDO SU NOMBRE</u>”</i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">¿Recuerda lo que dice Romanos 10:13? – <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“</b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">porque todo aquel <u>QUE INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR,
SERÁ SALVO</u></span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: black;">”</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Entonces, para “invocar el
hombre del Señor”, y así ser salvos, usted necesita:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">1. Creer de todo corazón
que Jesucristo es el Hijo de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">2. Arrepentirse de sus
pecados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">3. Confesar con su boca
que Jesús es el Señor, el Hijo de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">4. Ser bautizado para el
perdón de sus pecados.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Si usted hace estas cosas,
usted estará “invocando el nombre del Señor”, usted estará rogando al Señor que
lo salve.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">¿Habrá alguien que quiera
invocar el nombre del Señor? Es decir, que quiera ser bautizado para el perdón
de sus pecados, y recibir la salvación que Dios ofrece. Este es el momento para
que lo haga.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Pongo delante de usted el
camino de la vida y el camino de la muerte, ¿cuál tomará usted hoy? Le rogamos
en el nombre de Dios, que se reconcilie con él. No tiene por qué quedarse
muerto en sus pecados. Es mejor ser perdonado, recibiendo la salvación que Dios
ofrece.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">Lorenzo Luévano Salas.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">Siervo de Cristo.</p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-26040707415632941552020-10-21T12:47:00.002-06:002020-12-16T17:14:24.211-07:00La salvación que Dios ofrece es universal.<p style="text-align: center;"> <i style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">“porque todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo”</span></i></p>
<span face="Arial, sans-serif" lang="ES" style="font-size: 12pt;"><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 12pt;">Romanos 10:13</span></div></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En nuestro mensaje anterior, estuvimos meditando en el
valor que tiene esta salvación que Dios ofrece. Todos los hombres, sean cristianos o no, deben meditar muy seriamente
con respecto a su actitud ante tan grande bendición. El cristiano tiene la
responsabilidad de vivir conforme a las exigencias mismas que están implicadas
en la nueva vida que han recibido de parte de Dios, y con mucho gozo por la
esperanza que el evangelio les ha dado, con la promesa de morar con el Señor
por la eternidad.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El que no es cristiano también adquiere una
responsabilidad muy seria ante la salvación que Dios ofrece. Si se pierde en el
infierno, no podrá acusar a Dios de no haberle amado, y de haber hecho incluso
un gran sacrificio para su salvación. Toca, pues al que no es cristiano
aprovechar la oportunidad que Dios le concede para beneficiarse de esta
salvación tan grande.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="color: black; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Mis hermanos y amigos, Pablo dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“porque todo aquel que invocare
el nombre del Señor, será salvo”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y notemos las palabras que dicen, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“todo aquel”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Por qué es importante señalar estas dos
palabras? Porque estas dos palabras, nos dicen algo muy importante sobre la
salvación que Dios ofrece.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">LA SALVACIÓN QUE DIOS OFRECE
ES UNIVERSAL, PORQUE DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Pablo, escribió, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“todo aquel”</i></b><span face="Arial, sans-serif">, indicando que la
salvación es universal. Esto es importante porque algunos predicadores enseñan
que la salvación no es un ofrecimiento universal.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Dicen que Dios, desde antes de la fundación
del mundo, eligió con nombres y apellidos, de manera incondicional y arbitraria,
quiénes serían salvos y quiénes serán condenados eternamente. </span><span face="Arial, sans-serif">Dicen que Dios ha determinado y limitado el
número de los salvos, y ha condenado previamente al resto para que terminen en
el infierno. En otras palabras, si usted no es de los elegidos a la salvación,
debe saber que desde antes de la fundación del mundo, desde antes que usted o
sus antepasados cometieran un solo pecado, Dios ya había decidido en su corazón
condenarle. Usted fue planeado y creado para la condenación. ¿Enseña tal cosa
la Biblia? Claro que no.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Pablo dice, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“todo aquel”</i></b><span face="Arial, sans-serif">, indicando que </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>cualquier
persona</i></b><span face="Arial, sans-serif"> puede tener la esperanza de ser salvo de la condenación
eterna.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Mis hermanos y amigos, Dios no hace
acepción de personas. </span><span face="Arial, sans-serif">En Hechos 10:34-35, leemos: </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Entonces Pedro, abriendo la
boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que
en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”</i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Lo que Pedro comprende, es lo que muchos licenciados y
doctores en teología no comprenden. No comprenden que Dios no hace acepción de
personas. No comprenden que Dios se agrada de cualquiera que </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“le
teme y hace justicia”</i></b><span face="Arial, sans-serif">.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Vea lo que dice Pablo en Romanos 2:5-11: </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;">“Pero <b>por
tu dureza y por tu corazón no arrepentido </b>(No por estar fuera de los
elegidos)… <b>por tu dureza y por tu
corazón no arrepentido</b>, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y
de la revelación <b>del justo juicio de
Dios,</b> </i><span face="Arial, sans-serif">(¿Lo ven? El juicio de Dios es “justo”. Sería injusto si dicha
ira se sufriera arbitrariamente)</span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"> <sup>6</sup>el
cual pagará a cada uno <b>conforme a sus
obras</b>: (No es por ser elegidos o rechazados previamente, sino de acuerdo a
“sus obras”) <sup>7</sup>vida eterna <b>a
los que, perseverando </b></i><span face="Arial, sans-serif">(no por ser elegidos, sino por perseverar)</span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"> en bien hacer, buscan gloria y honra e
inmortalidad, <sup>8</sup>pero ira y enojo <b>a
los que son contenciosos y no obedecen</b> a la verdad, (La ira y el enojo es
por la desobediencia, y no por elección incondicional)… ira y enojo <b>a los que son contenciosos y no obedecen</b>
a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; <sup>9</sup>tribulación y
angustia sobre todo ser humano <b>que hace
lo malo</b>, </i><span face="Arial, sans-serif">(por hacer lo malo, no por elección incondicional)</span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"> el judío primeramente y también el griego, <sup>10</sup>pero
gloria y honra y paz <b>a todo el que hace
lo bueno</b>, (por hacer lo bueno, no por elección incondicional) al judío
primeramente y también al griego; <sup>11</sup><b>porque no hay acepción de personas para con Dios</b>.”; </i><span face="Arial, sans-serif">pero la
doctrina de la elección incondicional dice que “sí hay acepción de personas
para con Dios”, habiendo elegido a unos para ser salvos y rechazado a otros
para ser condenados. Tal idea es, como vemos, anti bíblica y falsa.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">¿Cuál es el deseo de Dios, con respecto a la salvación
del mundo? Los teólogos dicen que Dios deseó salvar solamente a unos cuantos
que él escogió incondicionalmente, y no tuvo el deseo de salvar al resto de la
humanidad. Sin embargo, una cosa es lo que dicen los teólogos, y otra cosa es
lo que dice Dios mismo. En 1 Timoteo 2:4, encontramos lo que Dios quiere con
respecto a la salvación. El texto dice que Dios </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“quiere que todos los hombres
sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”</i></b><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Cuántos quiere Dios que sean salvos?
“todos”, dice Dios. El calvinismo dice que Dios no quiere que todos los hombres
sean salvos, sino unos cuantos. Eso es lo que quiere el calvinismo. Pero una
cosa es lo que ellos quieren, y otra cosa es lo que Dios quiere. ¿Qué quiere
Dios? “quiere que todos los hombres sean salvos”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Entonces, la salvación que Dios ofrece es universal,
porque él no hace acepción de personas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">LA SALVACIÓN QUE DIOS
OFRECE ES UNIVERSAL, PORQUE EL PECADO ES UN PROBLEMA UNIVERSAL</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">La Escritura dice que </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”</b> </i><span face="Arial, sans-serif">(Romanos
3:23).</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Cuántos pecaron? “todos
pecaron”. No hay nadie en el mundo que pueda declararse inocente. Todos pecaron,
y todos están destituidos de la gloria de Dios.</span><span face="Arial, sans-serif">
</span><span face="Arial, sans-serif">Qué gran problema.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Los gobiernos
humanos y diversas instituciones civiles se esfuerzan por atender grandes
problemas humanos, como la alimentación, la pobreza y el desempleo, pero lo que
nadie en el mundo puede tratar, es el problema del pecado.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Será que no les interesa la gloria de Dios? No lo
creo, pues cuando las personas meditan seriamente en su destino eterno, en sus
corazones late el deseo de ser salvados de la condenación eterna. Sin embargo,
el pecado que está en ellos, los mantiene fuera, los mantiene separados de Dios,
destituidos de la gloria.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">La Escritura dice que <b><i>“todos están bajo pecado”</i></b> (v. 9).</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Y añade, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“No
hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos
se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni
siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de
áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de
amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura
hay en sus caminos; Y no conocieron
camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos”</b></i><span face="Arial, sans-serif"> (v. 10-18).
Entonces, no importa la condición social o religiosa que usted tenga, dice Dios
que usted es un pecador.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">El pecado es un problema universal, y es un problema
grave, principalmente por sus efectos negativos, tanto emocionales, físicos y espirituales que éste provoca.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">En los días de Noé, dice la Biblia que </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio
de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”</b></i><span face="Arial, sans-serif">
(Génesis 6:5) ¿Imagina el ambiente? No era nada diferente de la situación
social que vivimos ahora, en que hay tanta injusticia, crímenes, violencia y
depravación.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Como en nuestros días hay
tanto peligro y maldad, así había en ese tiempo.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Puede ver qué el pecado es un problema
grave? La mayoría de los problemas que sufre el hombre, tienen su raíz en el
pecado que mora en su corazón.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">En cuanto al problema espiritual que el pecado provoca,
el profeta Isaías escribió, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“He aquí que
no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para
oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios,
y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”</b></i><span face="Arial, sans-serif">
(Isaías 59:1-2).</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">El pecado no solo provoca
conflicto y separación entre los hombres, sino también entre los hombres y
Dios. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Otro gran problema que provoca el pecado, tiene que ver
con su destino eterno. </span><span face="Arial, sans-serif">El efecto final será la </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;">condenación eterna</i><span face="Arial, sans-serif">. El apóstol Pablo escribió, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“¿No sabéis que los injustos no
heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”</b></i><span face="Arial, sans-serif"> (1 Corintios 6:9-10).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Mis hermanos y amigos, según esta escritura que hemos leído, el
pecado convierte a mujeres y hombres en “injustos”.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">La fornicación nos hace injustos delante de
Dios. La idolatría y el adulterio nos hacen injustos. Ser afeminados y echarse
con varones hace a las personas injustas. Robar, ser avaros, borrachos,
maldicientes o estafadores, nos hace injustos.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Y si el pecado nos hace injusto, también debemos saber que </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;">“los injustos no heredarán el reino de Dios”</i><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Usted puede pretender vivir una vida recta en
este mundo, pero la triste realidad es que tal rectitud es una ilusión, y es
una ilusión, porque el pecado desvanece la justicia del hombre.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Los hombres en este mundo pueden decir que
somos rectos, que somos hombres justos y respetables. Pero no es el juicio de
los hombres el que importa, sino el juicio de Dios, y él ha dicho, <b><i>"No hay justo ni aún uno"</i></b> (Romanos 3:10). También dijo, <i><b>"</b></i></span><span style="text-align: left;"><span face="Arial, sans-serif"><i><b>Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque</b></i></span></span><span face="Arial, sans-serif"><i><b>"</b></i> (Eclesiastés 7:20). La justicia que los hombres pretenden gozar sin Dios, es una ilusión, es un engaño. Entonces, d</span><span face="Arial, sans-serif">ado que somos culpables de
pecado delante de Dios, entonces nuestro destino eterno se ve afectado drástica
y terriblemente.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Solo hay dos destinos
eternos. El reino de Dios o el lago de fuego. Y si los injustos no heredarán el
reino de Dios, entonces el único destino para ellos será el infierno que arde
con fuego y azufre (Apocalipsis 21:8). Afortunadamente la salvación que Dios ofrece aún está
disponible, y es algo a lo que todos podemos recurrir. ¡Hágalo hoy mismo!</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">LA SALVACIÓN QUE DIOS
OFRECE ES UNIVERSAL, PORQUE EL AMOR DE DIOS ES UNIVERSAL</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">En la Biblia tenemos uno de los textos más conocidos en
el mundo. Juan 3:16. Sin duda muchos de ustedes lo saben de memoria, o tal vez
lo ha escuchado, o lo han leído en algún lugar.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">El texto dice, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Porque de tal manera amó Dios al mundo”</i></b><span face="Arial, sans-serif">,
¿amó Dios a unos pocos del mundo, o a todo el mundo? Correcto, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;">“al mundo”</b><span face="Arial, sans-serif">, sin excepción alguna. Amó
al mundo, </span><span face="Arial, sans-serif">y de tal manera </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“que ha dado a su Hijo unigénito</b></i><span face="Arial, sans-serif"><b>”</b>, ¿para
qué? ¿Lo dio para que crean </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;">solamente
algunos</i><span face="Arial, sans-serif">? No, el texto dice, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“para que
todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna”</b></i><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Todo aquel es exactamente todo aquel.
Cualquier persona que ha sido objeto del amor de Dios mostrado en el sacrificio
de Cristo, puede ser salvo de la perdición eterna.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Entonces, dado que el amor de Dios es
universal, entonces la salvación que Dios ofrece es universal.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">En 1 Juan 2:2, es exactamente lo que dice: </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Y él
es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino
también por los de todo el mundo”</i></b><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Dice Juan que Jesús “es la propiciación por nuestros pecados”.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Qué significa eso? Para los que no somos
judíos, el hecho de ser Cristo “la propiciación”, nos suena extraño, ¿verdad?
Sin embargo, mis estimados hermanos y amigos, esa verdad, en última instancia,
declara el amor y la misericordia que Dios nos ha tenido.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Noten esto, por favor. El significado básico
de la “propiciación” es el de “cubrir”.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">En Hebreos 9:5, leemos del “propiciatorio”, que era la tapa o cubierta
del arca del pacto, donde se rociaba la sangre para expiar o cubrir los pecados
del pueblo. </span><span face="Arial, sans-serif">En Romanos 4:7, dice, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades
son perdonadas, y cuyos pecados son
cubiertos”</b></i><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Y por qué son
bienaventurados? Porque al momento de recibir los beneficios de la propiciación,
el penitente goza de la misericordia de Dios.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">¿Cuántos han leído la oración del publicano? Estando de rodillas dijo, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>“sé propicio
a mí, pecador"</b></i><span face="Arial, sans-serif"> (Lucas 18:13). Es decir, perdona mi pecado, sé
misericordioso conmigo. La propiciación, entonces, encierra el acto de perdonar
y mostrar misericordia. Juan dice que Jesús </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“es la propiciación por nuestros
pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el
mundo”</i></b><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">El amor de Dios es
universal. Él ha mostrado misericordia por todo el mundo al hacer posible el
perdón de pecados por medio del sacrificio de Jesucristo. ¡Nadie queda fuera de
ese acto de misericordia! Todo el mundo puede beneficiarse del sacrificio que
hizo Cristo en la cruz del calvario, y lo pueden hacer por el amor que Dios ha
mostrado por todos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">En Ezequiel 18:32, leemos, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Porque no quiero la muerte del
que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.”</i></b><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Esta misma actitud y amor que Dios estaba
mostrando con el pueblo de Israel, es la misma actitud y amor que Dios tiene
por todos los hombres. Él </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>no quiere</i></b><span face="Arial, sans-serif"> que el hombre se pierda, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>no
quiere</i></b><span face="Arial, sans-serif"> que el hombre muera eternamente, y ante eso, le ofrece una
solución, le ofrece un camino a seguir, le ofrece misericordia y el perdón de
sus pecados (cfr. Hechos 2:38)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Cada día que pasa, y que nos permite vivir, es una
expresión de su paciencia y de su amor por nosotros. Si usted ve el día de
mañana, y se percata que la tierra sigue aquí, así como los árboles, los ríos,
las montañas y todo lo que hay a su alrededor, es porque Dios le está
esperando.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">El apóstol Pedro dijo, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“El
Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que <u>es
paciente</u> para con nosotros, <u>no queriendo</u> que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento.”</i></b><span face="Arial, sans-serif"> (2 Pedro 3:9).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Tal vez algunos piensan que la salvación que Dios ofrece
no es para ellos. He escuchado a personas decir que sus pecados son tan
grandes, que es imposible que Dios quiera salvarles. Algunos otros creen que es
demasiado tarde para ellos. Han pecado tanto, han blasfemado tanto, han hecho
tanta maldad durante tanto tiempo que ya es tarde para ellos.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Sin embargo, la gracia de Dios es más grande
que todos sus pecados juntos. Vea lo que dice, Tito 2:11: </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres”</i></b><span face="Arial, sans-serif">.</span><span face="Arial, sans-serif"> </span><span face="Arial, sans-serif">Para salvación, ¿a quiénes? </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“a todos los hombres”</i></b><span face="Arial, sans-serif">. En
la frase “todos los hombres” va usted, y usted, y usted también, quien quiera que sea.
Ahora, si es para todos los hombres, entonces todos pueden ser perdonados. La
gracia de Dios es más grande y más poderosa que todos sus pecados juntos. No es
tarde tampoco, la gracia de Dios no caduca, ni pierde su eficacia con el correr
de los años. Se manifestó para salvación, por tanto, aún es el tiempo aceptable
para que usted sea salvo de la condenación eterna (cfr. 2 Corintios 6:2).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">Cristo dijo en la gran comisión, allá en
Marcos 16:16, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.”</i> </b><span face="Arial, sans-serif">¿Leyó con atención?
Si el amor de Dios no fuese universal, y así, tampoco la salvación, entonces no
hay razón para ir por todo el mundo, ni hay razón para predicar a toda
criatura. Sin embargo, dado que la gracia de Dios se ha manifestado para
salvación a todos los hombres, y dado que Dios ha amado al mundo entero,
entonces tiene sentido ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda
criatura. La salvación que Dios ofrece es para para ser anunciada “por todo el
mundo”, porque es para “toda criatura”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif">En Mateo 28:19, Jesús dijo, </span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><i>“Por tanto, id, y <u>haced
discípulos a todas las naciones</u>, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo”</i> </b><span face="Arial, sans-serif">Si
el amor de Dios no fuera universal, y así, tampoco la salvación que Dios
ofrece, entonces no habría razón para discipular a todas las naciones. Pero
dado que la salvación que Dios ofrece es universal, y dado que ha amado al
mundo entero, entonces hay razón para discipular a todas las naciones. Todas
las naciones pueden ser bautizadas, y así, ser discípulos de nuestro Dios.
Usted puede ser bautizado, y ser discípulo del Señor, y lo puede ser, porque Dios
le ama, y quiere que usted sea salvo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span face="Arial, sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span face="Arial, sans-serif">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span face="Arial, sans-serif">Siervo de Cristo.</span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-76679917009683290462020-10-20T16:48:00.004-06:002020-12-16T17:14:59.510-07:00La salvación que Dios ofrece tiene grandes bendiciones.<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span face="Arial, sans-serif" lang="ES">“porque todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo”</span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; text-align: justify;">(Romanos 10:13)</span></p><p style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify;">La salvación del alma es una de las más grandes
necesidades que el hombre tiene. Pero lamentablemente muy pocas personas están
conscientes de ella. No son muchos los que saben que necesitan ser salvos.</span><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify;"> </span><span face="Arial, sans-serif" style="text-align: justify;">Hasta podría decir, con toda certeza, que muy
pocas personas saben que están condenadas, por lo que van camino al infierno, a
una condenación, a un castigo que no será temporal, sino eterno.</span></p><p style="text-align: justify;"><span><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span>Así que, ¿cuántos de los que me escuchan ahora mismo,
están conscientes de esta necesidad que tienen? ¿Ha oído usted sobre la
salvación que Dios ofrece? ¿Sabe en qué consiste? ¿Conoce usted el alcance y
las condiciones que Dios ha determinado con respecto a esa salvación que ofrece
al mundo entero?</span><span> </span></p><p style="text-align: justify;"><span><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span>Si usted ya ha escuchado acerca de ella, pero no la ha
recibido, hoy tiene nuevamente la oportunidad de escuchar y obedecer el
evangelio de Cristo, para recibir la salvación que Dios ofrece.</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span>Hoy usted tomará la decisión más importante
de su vida. Y es la más importante, porque según lo que usted decida, entonces
marcará el rumbo de su destino eterno.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">La Biblia dice en Mateo 25:46, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“E irán éstos al castigo eterno,
y los justos a la vida eterna”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Como vemos, hay dos destinos eternos, el “castigo” y la “vida”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para tener el destino de la vida, y evitar
así el castigo eterno, entonces necesitamos recibir la salvación que Dios
ofrece.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Lamentablemente, por causa de sus pecados y su
incredulidad, usted ya está en la vía de aquellas millones y millones de almas
que se dirigen al infierno eterno. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
Juan 3:19, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”</i></b>. Como
vemos, el problema de los que serán condenados, no es porque sea difícil el
evangelio, sino por el amor que tienen por las tinieblas, ¿y por qué aman tanto
las tinieblas? Por sus malas obras.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pero hoy, por la gracia de Dios, usted tendrá la
oportunidad de cambiar de rumbo, y tomar el camino que lleva a la vida eterna.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Quizás algunos otros de los que me están escuchando nunca
han oído acerca de la salvación que Dios ofrece. O tal vez, han escuchado un
evangelio pervertido. Un mensaje diferente y contrario al que Dios nos enseña
en su palabra.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero hoy, por la
misericordia de Dios, ustedes también tienen el honor y el gran privilegio de
escuchar el evangelio de Cristo y conocer sobre la salvación que Dios les está
ofreciendo. Y si de corazón llegan a obedecer la Palabra de salvación que hoy
escucharán, entonces también gozarán la gran bendición de ser salvos, y gozar
con Dios por la eternidad, lejos del lloro y el crujir de dientes que habrá en
el infierno.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Entonces, los que por primera vez escucharán sobre la
salvación que Dios ofrece, gozarán del mismo privilegio que aquellos que ya han
oído, pero que por alguna razón equivocada, no lo han obedecido.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Gracias a Dios porque ambos pueden gozar de una nueva
oportunidad para salvar sus almas de la condenación eterna. No echen en saco
roto esta oportunidad. No sean indiferentes a la Palabra de Dios, porque
ustedes no estarán rechazando a un servidor, ni tampoco estarán ignorando
palabras mías, sino que estarán rechazando a Dios y su voluntad trasmitida en
su palabra, y expuesta ahora por un servidor. No hagan caso omiso, porque si no
reciben la salvación que Dios ofrece, entonces se arrepentirán por la
eternidad, a causa de haber rechazado la gracia de Dios.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Qué hay de aquellos que ya han recibido la salvación que
Dios ofrece? Bueno, podrán hacer memoria de ese mensaje que llegó a sus
corazones y que marcó un cambio radical y total en sus vidas. Ese mensaje no
solo afectó positivamente su destino eterno, sino también la historia misma de
su andar en este mundo. Por el evangelio algunos de ustedes están vivos, pues
andando en el mundo, tal vez ya estarían muertos a causa de su propia maldad.
Por el evangelio algunos de ustedes gozan de libertad, pues en el mundo tal vez
estarían en prisión por haberse convertido en delincuentes. Por el evangelio
algunos gozan de un buen matrimonio, pues en el mundo tal vez estarían viviendo
en adulterio, o con sus hogares destruidos a casus del pecado, por algún vicio
como el alcoholismo, la drogadicción o la neurosis que golpea y hace padecer
terriblemente a tantos hogares en nuestros días. Por el evangelio algunos de
ustedes se han librado de las consecuencias físicas y enfermizas del pecado. Si
no es por el evangelio, tal vez algunos estarían pidiendo limosna en la calle,
sin hogar, y sin juicio alguno. El evangelio les ha enseñado a vivir, y a vivir
bien. A tomar buenas decisiones. A compartir con gente de corazón puro. A no
andar en tinieblas o en cultos religiosos falsos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por el evangelio, incluso los momentos
difíciles, han sido tiempos de fe, tiempos en que la mano de Dios ha obrado en
nuestras vidas y familias. El evangelio nos ha enriquecido grandemente.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Todo esto me recuerda lo que escribió Moisés, allá en
Deuteronomio 12:28, que dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Guarda y escucha todas estas palabras que
yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu
Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre”</i></b>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Y cuántos no recuerdan las palabras del Salmo 1, versos
1 al 3? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo
en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que
en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y
su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.”</i></b></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Pero si dejamos de lado las bendiciones físicas y
materiales, entonces pensamos en las espirituales.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pablo escribió en Romanos 5:1, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Antes de obedecer
el evangelio, la culpa que había sobre nosotros a causa del pecado, resultaba
en un fuerte conflicto entre nosotros y Dios. Sin embargo, ahora <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús”</i></b> (Romanos 3:34), gozamos de paz entre nosotros y Dios. La
culpa se ha ido y la paz para con Dios es una realidad.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En 1 Corintios 6:9, 10, Pablo escribió, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que
se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”</i>. </b>Antes
de ser cristianos, estábamos bajo el DOMINIO del pecado, y así, exentos del
reino de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, gracias a la
santificación, ya no estamos bajo el dominio del pecado, y así, tenemos acceso
al reino de Dios. Note lo que dice el verso 11: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y esto erais algunos…”</i></b>,
¿lo ve? El dominio del pecado es ahora un asunto del pasado. ¿Y cómo fue eso
posible? El texto dice, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y esto erais
algunos; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios</b>”.</i> Por la santificación el
dominio del pecado dejó de ser sobre nuestras vidas.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En Romanos 8:30, hablando del plan de redención que gozan
los santos, como algo ya realizado, Pablo escribió, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y a los que predestinó, a éstos
también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Mis hermanos, por el pecado estábamos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“destituidos de la gloria de
Dios”</i></b> (Romanos 3:23), pero ahora que hemos recibido la salvación que
Dios ofrece, él nos bendice con la “glorificación”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es por esta bendición que tenemos la
esperanza de morar con el Señor por la eternidad. Pablo dijo al respecto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor”</i></b>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Gracias a la glorificación que el Señor ha prometido a
los salvos, es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que
está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”</i></b> (1 Corintios
15:53-54).</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Entonces, la salvación que Dios ofrece, nos ha bendecido
grandemente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Somos libres de la culpa
del pecado por la justificación. Somos libres del dominio del pecado por la
santificación. Somos libres de las consecuencias del pecado por la
glorificación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Nota usted todas las ricas y preciosas bendiciones que
ahora gozamos y tenemos en Cristo? La salvación que Dios ofrece, está
acompañada de todas estas bendiciones, por tanto, usted que no es cristiano, y
usted que ya es cristiano, deben dar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">su respectivo valor e importancia a la
salvación que Dios ofrece</i></b>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Amado hermano, ¿qué está haciendo con la salvación que
Dios nos ofreció, y que ahora gozamos? En el libro de Hebreos, capítulo 2,
verso 3, dice: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>Por tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“es necesario que con más
diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”</i></b>
(v. 1).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra obra como cristianos
exhibe el valor y la importancia que la salvación tiene para nosotros.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Y usted, estimado amigo que no es cristiano, ¿Qué hará
con la salvación que Dios ofrece? ¿La despreciará? ¿Hará caso omiso de ella? Dios
dice, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”</i></b> (2
Corintios 6:2).</p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;">Lorenzo Luévano Salas.</p><p style="text-align: right;">Siervo de Cristo.</p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-81471234989446816012020-10-15T13:30:00.003-06:002020-12-16T17:15:47.824-07:00Mantengamos buen ánimo.<p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span lang="ES" style="mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-size: medium;">«Unos hombres le llevaron un paralítico,
acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: -
¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!»<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Mateo
9:2</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Dios les esté
bendiciendo, estimados hermanos y amigos.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Hoy estaremos meditando en esta lección titulada, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mantengamos buen ánimo”.</i></b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y tal vez, cuando escuchamos un tema como
este, resulte difícil creer que podemos mantener un buen ánimo, siendo que
existen muchas razones para estar desanimados. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Al estar
desanimados las personas se sienten desmoralizadas, con un sentimiento de
derrota, de flaqueza emocional, con fuertes episodios de tristeza, apatía,
desgano y abatimiento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las personas
desanimadas, incluso, se sienten decepcionadas de todo, y de todos. Este estado
emocional se hace presente sobre todo cuando se pierde el empleo, por problemas
económicos, por la pérdida de un ser amado, por la pérdida de la salud, por
estar decepcionados de los padres, o de los hijos, o porque en el trabajo no
reconocen su valor y capacidad, o porque en casa tampoco se siente
indispensable, amado, respetado o valorado. A veces hay palabras que las
personas nos dicen, las cuales nos lastiman tanto que llegamos al punto del
desánimo. También hay otro factor que afecta el ánimo de las personas, que por
lo regular no es muy reconocido, y se trata del pecado. Entonces, ¿Cómo
mantener buen ánimo en medio de un mundo tan gris y lleno de aflicciones? ¿Cómo
mantener el ánimo si a nuestro alrededor todo es muerte, corrupción y decepción?
Bueno, allí está el problema. Mientras sigamos manteniendo nuestra vista en
cosas como esas, y mientras nuestra felicidad como personas esté dependiendo
del bienestar físico, o económico, o laboral, o social, entonces el desánimo
constantemente nos visitará, y dejará graves heridas en nuestras almas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES">Ahora bien, ¿Por
qué tratamos este tema? Porque el desánimo es sumamente peligroso. El desánimo
nos lleva a tener pensamientos equivocados, y con los pensamientos equivocados,
vienen deseos equivocados, acciones equivocadas, palabras equivocadas y hasta
oraciones equivocadas. Vean esto en el 1 Reyes 19:4, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Y él se fue por el desierto un día de camino, y
vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh
Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres</span><span lang="ES">”</span></i><span lang="ES">.</span></b><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Leyeron con atención? Se fue al lugar
equivocado, tuvo pensamientos equivocados, deseos equivocados, palabras
equivocadas, y una oración equivocada.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Así es de grave el desánimo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así
es como nos puede dañar. Hay hermanos que terminarán en el infierno, por causa
del desánimo. Ya no perseveran más, ya no leen la Biblia, ya no hablan con los
hermanos, ya no quieren saber nada de Dios, y terminarán en el infierno. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Entonces, hay
muchas y diversas circunstancias en la vida que producen desanimo. Las malas
noticias por la violencia y la maldad que van en aumento día con día. La crisis
económica, el desempleo, la falta de salud, e incluso, hasta la rutina que
llevamos como empleados de alguna empresa, o en la escuela, al punto de
sentirnos desanimados, terminando el día, o la semana, con un mal sabor de
boca. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">En la Biblia
encontramos cinco ejemplos, en los que, constantemente, se hace una invitación
a tener ánimo, a pesar de las circunstancias en que se vive. Hoy estaremos
considerando el primero de ellos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES">En este primer
ejemplo, dice Mateo 9:2, que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama</span><span lang="ES">”</span></i></b><span lang="ES">.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si
en nuestros días ser paralítico es una condición difícil para la vida, ¿se
imaginan en los días de Cristo, en que no había instituciones gubernamentales
que fuesen de ayuda para ellos, como el seguro social, o algo parecido? Estos
hombres no tenían otra opción que vivir de la caridad del pueblo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Ahora, quiero ir
directo a las palabras de Cristo, cuando dijo, “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Ánimo, hijo…!”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i></b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jesús percibe el estado anímico de este
hombre. Estas palabras nos indican que su condición emocional era negativa. Y
no puede ser para menos, siendo que no puede llevar una vida normal.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No hay una buena calidad de vida.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Toda su historia se centra en su enfermedad,
y en el lugar donde ha pasado gran parte de su vida, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“una cama”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sus experiencias y emociones no son grandes.
Sus alegrías, pocas. Sus expectativas de vida hasta este día, no eran sino la
de terminar su tiempo postrado en cama.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En esa condición no hay progreso para él. Entonces, uno pudiera pensar
que la más grande necesidad es su sanidad, ¿no es así? Tal vez sus amigos en
eso venían pensando al saber que Jesús estaba allí, habiendo escuchado de los
muchos milagros que había hecho en muchas partes. Los ciegos ven, los mudos
hablan, los muertos son resucitados, y los cojos andan, ¿por qué su amigo no
podría, entonces, recibir su salud? <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">No obstante, y a
pesar de que todos estamos de acuerdo en que lo que este hombre necesita es un
cuerpo nuevo, por su parte Jesús le dice, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todos, y sin duda nosotros también, todos
esperaban que él saliera caminando de allí, y ser feliz. No obstante, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">eso no es suficiente</i>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Detrás de las palabras de Jesús, se hace
evidente que el ánimo que este paralítico necesita está estrechamente ligado al
perdón de sus pecados. Este texto nos muestra que los hombres no solo necesitan
suplir lo que como ser humanos necesitan, sino también lo que como alma les
hace falta, es decir, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“el perdón de sus
pecados”</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">¿Cuántos no son los
hombres que se suicidan, a pesar de no ser paralíticos? ¿Son pocos los hombres
que se han sentido desanimados, a pesar de tener trabajo, dinero y salud?
Porque la necesidad del hombre no solo es física, sino también espiritual.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Así que, por muy
grande que sea la miseria, o la situación que nos está llevando a perder el
ánimo, el hombre tiene una necesidad más grande que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">solamente</i></b> el Señor puede
suplir. Es su necesidad espiritual, la cual puede ser satisfecha solamente con
la voluntad de Dios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Entonces, ¿qué hay
de sus pecados, estimados hermanos y amigos? ¿Han sido perdonados sus pecados
también? Tal vez algunos al venir a una iglesia, vienen esperando recibir
solución a muchos de sus problemas que les tienen muy desanimados. Tienen la
idea de que al venir a la iglesia vendrán mágicamente las soluciones que usted
necesita para arreglar todos sus problemas. Tal vez vienen buscando que Dios
les conceda un empleo, o que les ayude con alguna enfermedad, o que sus
problemas familiares sean resueltos. Pero, ¿cuántos han venido por la más
grande necesidad que tienen, es decir, por el perdón de sus pecados?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esa es la necesidad más grande que tienen.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES">Al estar usted en
sus pecados, usted no tiene paz verdadera, ni nunca la tendrá. La Biblia dice
en Romanos 1:18, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Porque
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la ira de Dios</b> se revela desde el
cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con
injusticia la verdad</span><span lang="ES">”</span></i><span lang="ES">.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Esta es su situación estimado amigo!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES">Al estar usted en
sus pecados, usted no tiene vida verdadera, ni nunca la tendrá. La Biblia dice
en Romanos 6:23, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Porque
la paga del pecado es muerte</span><span lang="ES">”</span></i></b><span lang="ES">.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES">Al estar usted en sus
pecados, usted no podrá entrar a la gloria. La Biblia dice en Romanos 3:23, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios</span><span lang="ES">”</span></i></b><span lang="ES">. Esto
es terrible, pero “tengamos ánimo”, pues Cristo ha muerto en la cruz del
calvario para hacer posible el perdón de nuestros pecados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Biblia dice en Colosenses 1:13, 14, que
Dios <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“</i></b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados</span><span lang="ES">”.</span></i><span lang="ES"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Mis amados hermanos
y amigos, sé que existen muchas razones para estar desanimados, pero si ponemos
nuestra mira en esta gran bendición que Cristo hizo posible por medio de su
muerte en la cruz, entonces hay razón para mantener buen ánimo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al paralítico se le exhortó a tener buen
ánimo por recibir el perdón de sus pecados, y hoy nosotros, como él, también
debemos tener buen ánimo porque nuestros pecados, o han sido ya perdonados, o
pueden ser perdonados en este mismo día.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">¿Ha recibido usted
el perdón de sus pecados? Si no es así, crea de todo corazón que Cristo es el
Hijo de Dios, arrepiéntase de todos sus pecados, confiese públicamente que
Cristo es el Hijo de Dios, y sea sumergido en agua corporalmente para el perdón
de sus pecados (cfr. Juan 20:30-31; Lucas 24:46-47; Hechos 8:36; Romanos
10:9-10; Marcos 16:15-16; Mateo 28:19-20).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;">Si usted ya es
cristiano, pero se ha estado alejando de Dios por quitar la vista de aquel que
murió por usted en la cruz, hoy le exhorto a que levante su vista nuevamente, y
mire a aquel que padeció por usted en la cruz del calvario. Él no tenía por qué
padecer, sin embargo, lo hizo por amor a nosotros. Mirad, entonces, mirad cual
amor nos ha dado el padre para ser llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1).</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES"><span>Lorenzo Luévano Salas.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES"><span>Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-81014087050040152020-10-14T20:54:00.007-06:002020-12-16T17:06:01.635-07:00El pecado no es una opción de vida.<p style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;"><i>"Porque la paga del pecado es muerte"</i></span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;"><i>Romanos 6:23</i></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">A veces cometemos el error de
engañarnos a nosotros mismos, creyendo que el pecado es una opción de vida. Las
presiones que circunstancias difíciles provocan, nos hacen creer que es una
puerta adecuada ante situaciones complicadas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: georgia;">Por ejemplo, algunas personas,
ante la necesidad económica que están sufriendo, toman la decisión de dedicarse
a la prostitución, o al robo, o al crimen organizado, pretendiendo aliviar o
cambiar su condición de miseria material. Creen que el fraude, el engaño y todo
lo relacionado a la obtención de dinero de manera ilícita, es un camino viable
para solucionar sus problemas (cfr. 2 Timoteo 3:13-15). Fue por este
pensamiento que perdí un hermano en la carne, quién, equivocadamente creyó que
el crimen organizado le proporcionaría el dinero suficiente para cumplir con
sus expectativas de vida. ¿Cuál fue el resultado? Para él, perder la vida de
una forma cruel. Para mi madre y mis hermanos implicó un gran dolor. Para todos
fue algo lamentable y triste. Pero, esas no son las únicas puertas que parecen
viables ante situaciones difíciles. Una persona puede abrir la puerta de las
adicciones y el alcohol por querer remediar el dolor emocional que padece (cfr.
Proverbios 23:32-35). El divorcio es otra puerta que muchos matrimonios
atraviesan dada las fricciones que existen entre ellos, cuando el Señor mismo
dijo, </span><i style="font-family: georgia;">“Que la mujer no se separe del marido”</i><span style="font-family: georgia;"> y </span><i style="font-family: georgia;">“que el marido no
abandone a su mujer”</i><span style="font-family: georgia;"> (1 Corintios 7:10-11; Marcos 10:12; Mateo 19:9, 6). El suicidio lo será para el que se ha
convencido de terminar rápido y fácil la presión de algún problema (cfr. 1
Samuel 31:4-5). La fornicación y el adulterio será para otros la solución a sus
necesidades físicas y emocionales no atendidas (cfr. 1 Corintios 7:1-5). Y así, podríamos enumerar un
gran número de puertas falsas, de caminos que parecen derechos, de ilusiones y
engaños que no conducen a otra parte sino a la destrucción y degeneración
presente, y al final, al castigo eterno (cfr. Proverbios 14:12).</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Mis hermanos y amigos, el pecado
siempre será un error, incluso cuando lo hayamos practicado en el pasado. Es
verdad que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos tropezado ante las
trampas del pecado. En algún momento de nuestras vidas hemos cedido ante la seducción
de la tentación (cfr. Santiago 1:13-15). Sobre esto, la Biblia dice, <i>"Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque"</i> (Eclesiastés 7:20; cfr. Romanos 3:10-18; Marcos 10:18) Pero, por haber cedido a la tentación en el pasado, y haber
cohabitado con el pecado por poco o más tiempo, eso no convierte al pecado en
una opción de vida. El pecado nunca es una solución, el pecado nunca es un
remedio, el pecado siempre será lo que es, un veneno mortal que dañará
terriblemente nuestras almas, y por siempre y para siempre nuestro destino
eterno. No olvide lo que dijo Pablo sobre el pecado, <i>“el sueldo del pecado es
muerte”</i> (Romanos 6:23/NT Besson, 2ª edición, 1948) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">¿Cuál es, entonces, la solución?
¿Existen puertas seguras que podemos abrir? ¿Existen caminos seguros que
podemos andar, ante situaciones y circunstancias difíciles? Sí, existen. En la
Biblia, la Palabra de Dios, encontramos una gran variedad de puertas que
podemos abrir para hacer frente a cualquier problema difícil, incluso para la tentación misma (cfr. 1 Corintios 10:13). Por ejemplo,
tenemos la puerta del arrepentimiento, la puerta del perdón, la puerta de la
paciencia, la puerta de la bondad; y desde luego, los caminos del Señor. Es en
esos caminos donde podemos encontrar el elemento necesario para nuestra
redención o limpieza. Es en esos caminos donde podemos encontrar lo necesario
para una nueva vida, para un nuevo comienzo, para restaurar todo lo que ha sido
dañado. Esto fue lo que dijo el Señor con respecto a su misión, “El Espíritu
del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; <sup>19</sup>A
predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span>Para poder abrir estas puertas
correctas, y andar estos caminos adecuados, debemos evitar que el dolor, el
odio, el rencor y diversas obras de la carne, nos controlen (cfr. Romanos 6:12).
Hay personas que no pueden abrir la puerta del perdón y la reconciliación,
porque el rencor, o el dolor padecido les impide hacerlo. Por esto, Dios
prohibió esa clase de emociones (cfr. Levítico 19:18; Proverbios 10:12;
Eclesiastés 7:9); y reveló que tales cosas no son compatibles con ese “camino
aun más excelente” (1 Corintios 12:31), es decir, el amor que “no guarda
rencor” (1 Corintios 13:5). Otros sucumben ante las adicciones por sentimientos
semejantes. Otros abren la puerta de la muerte porque definitivamente no les
satisface la única y verdadera opción que el Señor les presenta (cfr. Mateo
27:4-5). El error común en todo esto, es el de </span><b><i>vivir de manera selectiva en eventos equivocados del pasado</i></b><span>.</span><span> Toda vida tiene un pasado.
Toda vida tiene historia. Pero, de ese pasado, debemos tener cuidado de aquello
que seleccionamos. Si retenemos con toda fuerza las experiencias que nos
causaron dolor, entonces ese pasado nos seguirá lastimando. Si recordar es
volver a vivir, ¿no se da cuenta que estar viviendo en </span><i>ese</i><span> pasado, le
hará revivir el dolor que en su momento sintió? ¿No se da cuenta que estar
trayendo a la memoria las experiencias dolorosas de su historia, lo único que
harán, es carcomer como cangrena su presente? ¿Qué es lo que podemos retener de
nuestro pasado? Todo aquello que nos haga ser felices; es decir, </span><b><i>“todo lo
que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad”</i></b><span> (Filipenses 4:8). Si alguna de estas cosas está
presente en nuestra historia, son a ellas a las que debemos aferrarnos. Pero si
nos aferramos a lo falso, a lo deshonesto, a lo injusto, a lo impuro, a lo
grosero, a lo deshonroso, a maldad alguna, a lo que es indignante y reprobable,
entonces jamás podremos abrir las puertas correctas. Ante esa clase de
recuerdos, la venganza, el odio y el rencor nos apresarán, y con toda facilidad
e irracionalidad correremos por el camino ancho que conduce a la perdición.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="text-align: left;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="text-align: left;">Mis hermanos, tengamos siempre presente que, el
pecado nunca será una opción, ni tampoco una solución. Por el contrario,
seguirá siendo un error, y un error que nos costará mucho. Mejor tomemos el
camino que precede a la puerta angosta, y luchemos contra la oposición de
nuestra carne para que, al final, encontremos descanso para nuestras almas con
el yugo del Salvador, pues él dijo, </span><b style="text-align: left;"><i>“Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas”</i></b><span style="text-align: left;"> (Mateo 11:29).</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium; text-align: left;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium; text-align: left;">Lorenzo Luévano Salas.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium; text-align: left;">Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-42703092329690749402020-10-14T10:41:00.003-06:002020-12-16T17:16:47.743-07:00Hagamos la obra con paciencia.<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">“El Señor
no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento”<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">2 Pedro 2:9<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Introducción.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Mis hermanos, he citado este texto
con el fin de que consideren “la paciencia de Dios”, y cómo es que, gracias a
ella, todos nosotros hemos alcanzado salvación.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>¿Cuántos años fueron los que vivimos sin Dios, ignorando por completo su
voluntad? Sin embargo, Dios fue paciente.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En lugar de enviarnos al infierno inmediatamente, nos permitió la vida,
y nos concedió el tiempo para arrepentirnos. Dios es paciente. En los días de
Noé, concedió al mundo 120 años. A los habitantes de Nínive, les advirtió que
en 40 días vendría el juicio sobre ellos, y gracias a eso se arrepintieron y
fueron perdonados. En Apocalipsis 2:21, dijo sobre esa mujer Jezabel que estaba
seduciendo a los siervos de Dios a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los
ídolos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y le <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">he dado tiempo</b> para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse
de su fornicación.”</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dios le dio
tiempo. Es paciente. Y nosotros, debemos aprender eso de Dios ahora que
estamos trabajando en la obra de evangelismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">A veces nos desesperamos con las personas,
porque no responden positivamente a la predicación. Vamos a sus casas, y no
salen. Regresamos otro día, y nos dicen que están enfermos. Volvemos otra vez,
y nos damos cuenta que no están en casa. ¿Qué hacemos? ¡Nos desesperamos!
Perdemos la paciencia con esas personas, y sencillamente ya no volvemos a
insistir.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">¿Y qué hay con aquellas personas
que ya nos reciben en su casa, pero que tampoco están respondiendo a las clases
bíblicas que les estamos exponiendo? Ya les hemos explicado cuál es su condición
delante de Dios. Les hemos mostrado que están bajo la ira de Dios a causa de su
pecado. Les hemos explicado del sacrificio de Cristo para hacer posible su
salvación. Les hemos enseñado lo que ellos deben hacer para beneficiarse del
sacrificio de Cristo y recibir el perdón de sus pecados, ¡y no responden! A
penas han pasado algunas semanas, o un mes, y ya queremos que las personas
vengan a las reuniones y sean bautizados.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Y como vemos que no prestan mucha atención, o que están en una clase sí,
y en otra dos no, entonces pensamos. “ya no vengo”. Estoy invirtiendo tiempo y
dinero para predicarle, y me deja plantado; o no lo veo con mucha emoción. No
veo que vaya a responder positivamente, así que ya no vengo a predicarle más.
Mis hermanos, así como Dios, tengamos paciencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Dios es paciente para con
nosotros, ¿por qué no hemos de ser nosotros pacientes para con los perdidos?
Sigamos trabajando sus corazones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Ahora, aparte de la paciencia de
Dios, ¿por qué debemos trabajar con paciencia en el evangelismo? <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">PORQUE LOS RESULTADOS INMEDIATENOS NO SIEMPRE SON BUENOS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En la Biblia encontramos ejemplos
de personas que obedecieron el evangelio en el mismo momento que se les
predicó. Como tres mil personas fueron bautizadas cuando Pedro predicó el día
de Pentecostés. También un etíope fue bautizado el mismo día que oyó la
predicación de Felipe. El carcelero de Filipos, “en aquella misma hora de la
noche” en que se le habló la palabra de Dios, fue bautizado con toda su
casa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Sin embargo, también es cierto que,
a veces las personas que obedecen pronto, también pronto se alejan de Dios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Consideremos la parábola del
sembrador para ilustrar este punto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Marcos 4:5-6, dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Otra parte cayó en pedregales, donde no
tenía mucha tierra; y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">brotó pronto</b>,
porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">y</b> porque no tenía raíz, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se secó</b>.”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">A veces nos sentimos bien contentos
cuando alguien nos dice que quiere bautizarse con la primera clase bíblica que
le dimos en su casa. Nos sorprende que tan pronto respondan a la predicación.
Sin embargo, ¿qué dice la parábola? Que en la predicación del evangelio nos
vamos a encontrar persona <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“que cuando han
oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí,
sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la
persecución por causa de la palabra, luego tropiezan”. </i>(Marcos 4:16, 17).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Entonces, no tratemos de apresurar
las cosas, ni tampoco nos desanimemos si las personas no responden pronto.
Dejemos que la palabra de Dios haga su trabajo. Sigamos insistiendo, sigamos
trabajando en ese corazón, aunque no responda cuando nosotros queremos.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">LOS RESULTADOS INMEDIATOS PUEDEN SER SUPERFICIALES<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Considere lo que dice Lucas 8:6, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se secó, porque no tenía humedad</b>”</i>. ¿Leyó
con atención? Piense en la “humedad” que una planta necesita para vivir y
crecer.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esa “humedad” no la encuentra en
la superficie de la tierra, porque la superficie está seca. La planta necesita
echar raíces profundas para encontrar la “humedad” que necesita para vivir y
crecer. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Entonces, lo superficial en las
cosas espirituales, es algo muy peligroso. En lugar de que su pronta y emotiva
respuesta al evangelio sea para salvación de las personas, terminen muertos y
secos para ser arrojados al fuego que nunca se apagará. Una planta muerta y
seca no sirve más para nada sino para ser quemada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Entonces, tengamos paciencia y, si
las personas no responden pronto a la predicación, sigamos trabajando. Debemos
ayudar a esas personas a que echen raíces en el Señor, y vivan. Y esto me lleva
al tercer punto. <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">LOS RESULTADOS INMEDIATOS PUEDEN SER SIN PROFUNDIDAD<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Leamos lo que dice Mateo 13:5-6: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Parte cayó en pedregales, donde no había
mucha tierra; y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">brotó pronto, porque no
tenía profundidad de tierra</b>; <sup>6</sup>pero salido el sol, se quemó; y
porque no tenía raíz, se secó”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Otra vez tenemos la palabra
“pronto”, y ¿no es lo que queremos? Pues no, mis hermanos. Porque pueden venir
pronto a las aguas, pero también pronto nos vamos a dar cuenta que estas
personas no tienen “profundad” en las cosas del Señor. Ellos crecen por la parte
de “arriba”, pero nunca se comprometen realmente con la obra del Señor. Pueden
hablar mucho de Dios y ser muy religiosos pero al final son personas que no
saben distinguir entre una iglesia y otra. Siempre llevarán una vida seca, sin
fruto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y cuando el sol salga, es decir,
cuando el juicio de Dios llegue, entonces se hará patente su falta de vida. Su
irresponsabilidad y su falta de fidelidad se hará evidente. Serán condenados.
Entonces, trabajemos con paciencia. Aunque nos cansemos, aunque parezca que nos
hacen perder el tiempo, tengamos paciencia. Es mejor que tarden en responder,
para que cuando lo hagan, entonces se entreguen por completo al Señor. <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">LOS RESULTADOS INMEDIATOS PUEDEN SER ENGAÑOSOS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">En Marcos 5:16, dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Estos son asimismo los que fueron sembrados
en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la reciben con gozo</b>”</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las palabras “recibir” y “gozo” son muy
positivas. Qué bonito se siente cuando le predica a alguien y al momento recibe
la palabra con gozo. No hay “preguntas”, no hay “polémica”, no hay “oposición”,
no hay “evaluación” alguna. Con una gran sonrisa nos dicen, “creo y quiero ser
bautizado”. La sonrisa es un gesto grato y amigable… Pero sabe qué, esa
recepción gozosa puede ser una triste ilusión. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">¿Ve usted “gozo” y “alegría” en los
corazones de aquellos que recibieron el evangelio? Dice Hechos 2:37, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Al oír esto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se compungieron de corazón</b>, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?”</i>. La </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Biblia nos muestra que el gozo vino
DESPUÉS del arrepentimiento y salvación. </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No
antes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Hechos
16:29-34, dice: <i>“El entonces, pidiendo luz, se precipit</i></span><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">ó adentro, y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">temblando, se postró</b> a los pies de
Pablo y de Silas; </span></i><i><sup><span style="color: #208080; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">30</span></sup></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">y sac</span></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">ándolos, les dijo: Señores, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">¿qué debo hacer para ser salvo?</b> </span></i><i><sup><span style="color: teal; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">31</span></sup></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ellos dijeron: Cree en el Se</span></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">ñor Jesucristo, y
serás salvo, tú y tu casa. </span></i><i><sup><span style="color: teal; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">32</span></sup></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y le
hablaron la palabra del Se</span></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">ñor a él y a todos los que estaban en
su casa. </span></i><i><sup><span style="color: teal; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">33</span></sup></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y </span></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">él, tomándolos en aquella misma hora
de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los
suyos. </span></i><i><sup><span style="color: teal; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">34</span></sup></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Y llev</span></i><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">ándolos a su casa, les puso la mesa; y
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se regocijó con toda su casa de <u>haber
creído</u> a Dios.</b>”</span></i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El
gozo inmediato (sin tristeza, sin contrición, sin temor, sin arrepentimiento)
es muy peligroso. Debe haber una tristeza... una contrición... una indicación
de que su corazón está</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">
quebrantado por sus pecados delante de su Creador. Me ha pasado que a veces
pasan personas al frente porque quieren ser bautizados y pasan con una gran
sonrisa, y con una gran alegría dicen, “quiero ser bautizado”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Y el arrepentimiento? Ese gozo en el rostro
nos puede alegrar el corazón también a nosotros, pero en el proceso nos
engañamos todos. </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Esas personas no durarán en el
reino de Dios, y el tiempo se encargará de probarlo. Todos ellos, dice la
Biblia, responden “pronto”, pero “creen por algún tiempo”, y cuando sale el
sol, es decir, cuando vienen las dificultades, entonces se secan, tropiezan,
mueren, se apartan.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las pruebas, las dificultades
para el cristiano son una ayuda para crecer, pero para estas personas, las
dificultades, las pruebas no les ayuden, les matan.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">CONCLUSIÓN<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Mis hermanos, “hagamos la obra con
paciencia”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No nos desanimemos. Sigamos
trabajando la tierra, para que, al llegar a ser buena tierra con el arduo
trabajo que hemos hecho en ella, entonces a su tiempo de fruto que sea para la
gloria de Dios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Siervo de Cristo.</span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-8981229031113578792020-10-13T21:14:00.005-06:002020-12-16T17:17:44.376-07:00Hagamos la voluntad de Dios (#8)<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">“No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</span></i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">
(Mateo 7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Introducción.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Jesús dijo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos”.</i> Ya hemos meditado en la explicación del Señor, sobre
cómo muchos no hacían la voluntad de Dios al no querer entrar en la puerta
estrecha, y andar por el camino angosto.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Ellos se perderán. Ellos no entrarán en el reino de los cielos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Sin embargo, hay otra causa
por la cual muchos otros no hacen la voluntad de Dios, la cual tiene que ver
con los falsos profetas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">“Guardaos
de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por
dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas
de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos,
pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni
el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y
echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”</span></i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">
(Mateo 7:15-20)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">En el pasado, el pueblo de
Israel se apartó de la voluntad de Dios por seguir a falsos profetas. En los
días de Cristo, los doctores de la ley, los fariseos, los principales
sacerdotes, eran semejantes a aquellos falsos profetas que, aparentando piedad,
también estaban arrastrando a los judíos lejos de la voluntad del Señor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante, esta exhortación también es para
nosotros hoy, pues los falsos profetas hasta el día de hoy no han dejado de
existir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">LA
VOLUNTAD DE DIOS ES QUE NOS GUARDEMOS DE LOS FALSOS PROFETAS (v. 15)</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"> – <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Guardaos de los falsos profetas”</i>, dijo
el Señor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Muchas personas hoy en día
viven apoyando y teniendo comunión con falsos profetas. Los vemos creyendo toda
clase de doctrinas ajenas a la voluntad de Dios, y aunque les mostremos lo que
la Biblia dice, aun así se resisten a obedecer la voluntad de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Por ejemplo, les mostramos
que la iglesia que el Señor fundó no tiene nombre propio, y ellos están tranquilos
queriendo servir al Señor en diversas iglesias a las que los hombres les han
dado un nombre propio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En Mateo 16:18,
dice, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“sobre esta roca edificaré mi
iglesia”</i> pero, ¿qué nombre le dio? ¿Lee usted allí alguna denominación? En
Mateo 18:17, leemos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Si no los oyere a
ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y
publicano”</i>. ¿Qué nombre leyó usted? ¿Ninguno? En Hechos 2:47 dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“el Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos”</i>, y tampoco encontramos que la iglesia tenga
nombre alguno. ¿Cómo se llama la iglesia en Hechos 5:11? <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron
estas cosas”</i>. En Hechos 8:1, dice, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En
aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén”</i>
¿y el nombre propio de esta iglesia? Dice dónde estaba, pero no menciona ningún
nombre propio para ella. Tampoco leemos nombre en el verso 3: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa
por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.”</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En Hechos 11:22, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en
Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía”</i>, no hay nombre.
Si usted lee los más de 70 textos donde aparece la palabra “iglesia”, no encontrará
ningún nombre propio para ella. Así que, si usted asiste a una iglesia que
tiene nombre, usted no ha conocido la iglesia de Cristo. No hay en la Biblia
tal cosa como “Iglesia Católica”, “Iglesia Bautista”, “Iglesia Metodista”,
“Iglesia Presbiteriana”, “Asambleas de Dios”, “Iglesia Universal del Reino de
Dios”, “Iglesia Pentecostal”, “Vino Nuevo”, “Centro Cristiano”, o incluso, "Iglesia de Cristo". La iglesia
del Señor no tiene denominación, no tiene nombre propio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Les mostramos que los
discípulos del Señor son llamados cristianos, y ellos no están dispuestos a
sujetarse a la voluntad de Dios tampoco en esto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En Hechos 11:26, dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha
gente; y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">a los discípulos se les llamó
cristianos</b> por primera vez en Antioquía”</i>. Este texto nos muestra que la
iglesia no tiene nombre, pero aquellos que son miembros de ella son llamados
“cristianos”. ¿Leyó con atención? Ellos no se llaman “católicos”, o
“bautistas”, o “metodistas”, o “presbiterianos”, o “pentecostales”, o “carismáticos”,
o “testigos de Jehová”, o “adventistas”. Son llamados, “cristianos”. El apóstol
Pedro escribió, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“si alguno padece como
cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello”</i> (1 Pedro
4:16). La palabra “cristiano” es compuesta por el sustantivo “Cristo” y el
sufijo “anus”, todo lo cual significa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“propiedad
de Cristo”</i>. Los que obedecemos su evangelio somos de su propiedad, somos de
él. Así lo declaró el apóstol Pablo cuando escribió, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en
particular”</i> (1 Corintios 12:27). Si somos de Cristo, es decir, cristianos;
somos miembros de la iglesia de la cual es la Cabeza, y sobre la cual es el
Hijo de Dios (Hechos 3:6).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué jefe y
qué guía tiene usted? Si fuese Cristo, entonces no se llamaría “luterano”, o
“bautista”, o “pentecostal”, o “católico romano”, sino única y solamente
“cristiano” (Hechos 11:26).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Hoy en día hay muchas
iglesias. ¿Quién es el fundador de la iglesia? Es Cristo mismo. Él dijo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“sobre esta roca <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">EDIFICARÉ MI IGLESIA</b>”</i> (Mateo 16:18). ¿Sabe usted quién fundó la
iglesia donde es miembro la mayoría de la gente? Si son adventistas del Séptimo
día, no fueron fundados por Cristo, sino por Elena White en el año 1863 en
Estados Unidos. Si son bautistas, fueron fundados por Juan Smith en Inglaterra
en el año 1860. Si son Metodistas, entonces fueron fundados por Juan Wesley en
1791 en Estados Unidos. Si son mormones, fueron fundados por José Smith en 1853
en Estados Unidos. Si son Pentecostales, fueron fundados por Carlos Paraham en 1901
en Estados Unidos. Si son Testigos de Jehová, fueron fundados por Carlos Russel
en 1876 en Estados Unidos. Si usted es miembro de una denominación, ¿Quién la
fundó? Si no fue Cristo, entonces esa iglesia es de un hombre, y por eso ellos
son los jefes de tales iglesias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Les mostramos que el credo
del cristiano es solamente la Biblia, ellos están conformes y siguen ciegamente
una gran variedad de credos humanos y fuentes de autoridad religiosa que no es
la voluntad de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los bautistas
tienen su credo, así como los luteranos, los metodistas, los testigos, los
mormones y las asambleas de Dios. Y tanto mormones, católicos, adventistas,
pentecostales y todo movimiento carismático, tienen sus profetas, apóstoles y
revelaciones modernas. Y es que las sectas no pueden sostener sus doctrinas
solo con la Biblia. Ellas necesitan otras fuentes de autoridad para muchas de
sus prácticas. Por su parte, las iglesias que pertenecen a Cristo, no tienen
otra fuente de autoridad sino la Palabra de Dios, pues, ella <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.”</i></b> (2 Timoteo 3:16, 17). ¿Qué más
necesita el cristiano para ser “perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra”? La Biblia es suficiente. El apóstol Juan explicó que las obras de Jesús <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“se han escrito para que creáis que Jesús es
el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”</i>
(Juan 20:31). ¿Qué más necesita el hombre, para creer que Jesús es el Cristo, y
así tenga vida en su nombre, aparte de lo que se ha escrito? Lo que se ha
escrito es suficiente. Pablo dijo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pero
esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros,
para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea
que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.”</i> ¿Lo ve? Las sectas
tienen otras fuentes de autoridad religiosa aparte de la Biblia, pero la
iglesia que es de Cristo, persevera <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“en
la doctrina de los apóstoles”</i> (Hechos 2:42). Usted no puede ser bautista, o
metodista, o testigo, o católico, o pentecostal solo con la Biblia sin los
credos y fuentes de revelación que cada uno de ellos tiene. Pero sí puede ser
solamente cristiano tan solo con la Palabra de Dios: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es
como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se
seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta
es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”</i> (1 Pedro 1:23-25)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Les mostramos que los falsos
profetas les defraudan cuando les piden diezmos, haciendo mercadería de los
creyentes, toman la cena del Señor cada mes o cada año, usan instrumentos
musicales para cantar a Dios, brincan, hacen gritería, mientras que la iglesia
del Señor hace <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“todo decentemente y con orden”</i></b> (1 Corintios 14:40).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La voluntad de Dios enseña que le alabemos
“cantando” (Colosenses 3:16; Efesios 5:19). Que celebremos la muerte del Señor <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El primer día de la semana”</i> (Hechos
20:7) y que cada cristiano ofrende <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“algo,
según haya prosperado”</i> (1 Corintios 16:1, 2; 2 Corintios 9:7) para la obra
del Señor. La adoración “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24) es la que se hace
conforme a la voluntad de Dios y no a la sabiduría humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Les mostramos que los falsos
profetas modernos no están conformes con la voluntad de Dios con respecto a la
obra de la iglesia, y a pesar de eso muchos les siguen apoyando.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los falsos maestros modernos tienen una
“central” por medio de la cual llevan a cabo su obra. Las diferentes
“congregaciones” que sostienen y dan vida a la “central”, envían dinero para
que la “central” haga obra benévola, estableciendo hospitales, orfanatos o
acilos. La central hace obra misionera y contribuye en el desarrollo teológico
de sus miembros por medio de escuelas para predicadores, editoriales y
convenciones. La Watchtower, La Casa Bautista, La Sociedad Misionera de la
Iglesia Cristiana, la Universidad Brigham Young, así como los hospitales
Metodistas, Presbiterianos y el resto de instituciones religiosas como la
Convención Bautista, Convención Cristiana y Misionera, Concilio Nacional de
Iglesias, etc., son producto de la “centralización” y el “institucionalismo”
que los falsos profetas modernos promueven y practican para llevar a cabo su
obra. En contraste, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“las iglesias de
Cristo”</i> (Romanos 16:16), son autónomas en su obra y gobierno. No “centralizan”
dinero y obra, ni se involucran en obras políticas, sociales o educativas. Su
obra es espiritual (1 Corintios 2:13; Romanos 14:17), teniendo como obra la
predicación del evangelio, la benevolencia limitada a los santos y la
edificación (1 Corintios 16:1; 1 Tesalonicenses 1:8; 1 Corintios 14:26). Los
obispos obran en cada congregación (Hechos 20:28), sin tener injerencia en los
asuntos de otras congregaciones. Cada congregación hace su obra según sus
capacidades, sin centralizar obra y dinero en instituciones humanas o en
iglesias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">ENTONCES,
¿POR QUÉ NO HACEN CASO DE GUARDARSE DE LOS FALSOS PROFETAS? </span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Porque
vienen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“con vestidos de ovejas”</i>. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Es decir, su mensaje no
incluye la enseñanza de la puerta estrecha y el camino angosto. No dicen nada
que pueda ofender al hombre natural, agradan a todo el mundo. Van con vestido
de oveja, son atractivos y agradables. Presentan un mensaje bonito, confortable
y consolador. Agradan a todos los que les escuchan y todos hablan bien de
ellos, nunca los persiguen por sus enseñanzas ni los critican con rigor.
Predican un evangelio en que se entra en el reino por la puerta ancha y se
camina por el camino espacioso sin ningún tropiezo de la cruz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando decimos eso debemos
recordar lo que hacían los falsos profetas del A.T., los cuales cada vez que
aparecía un verdadero profeta como Jeremías, siempre dudaban de él, le
resistían, le acusaban y ridiculizaban. Por eso Jeremías dice de ellos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Curan la herida de la hija de mi
pueblo con liviandad, diciendo: paz, paz; y no hay paz"</i> (Jeremías
6:14). Éste era un mensaje muy consolador y atractivo, pero era falso. ¿Cómo se
ve esto en la práctica? Porque en su mensaje no hay doctrina y hablan de forma
general. Predican mensajes en que no mencionan nunca la santidad, la justicia y
la ira de Dios. No es que no crea en estas verdades, la cuestión es que no
habla nunca de ellas, porque sólo mencionan el amor de Dios y olvidan el resto
de atributos divinos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Otra doctrina de la que no
predican es la del juicio final y el destino eterno de los condenados en el
infierno, porque a la gente no le gusta oír estas cosas por ser agresivas. En
el evangelio del falso profeta no hay espacio para anunciar la condición
pecadora del ser humano y su incapacidad para obtener la salvación por sí
mismo. Como consecuencia, la obra de la cruz queda minimizada y no llama al
pecador al arrepentimiento y la fe.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CONCLUSIÓN</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Mis amados hermanos y
amigos. El falso profeta es conocido por su fruto, y la falsa doctrina, como la
vida alejada de la voluntad de Dios son evidencias claras de que los tales no
son de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La voluntad de Dios para
usted es que se guarde de ellos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Usted
debe alejarse de ellos. Debe apartarse de ellos para entregar su vida a Cristo,
y hacer su voluntad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Hoy llegamos al final de esta
serie de sermones bíblicos, ¿qué hará usted con la voluntad de Dios para su
vida? ¿Será de los que solamente dicen, y no hacen? ¿Será usted de los que
confiarán en una vida religiosa falsa en lugar de hacer la voluntad de Dios?
¿Será usted como aquel insensato que edificó su casa sobre la arena, y al final
fue grande su ruina? Mejor, sea prudente, edifique sobre la roca, poniendo por
obra la voluntad de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Podrán soplar
fuertes vientos que golpeen su vida, pero si usted hace la voluntad de Dios,
usted permanecerá para siempre en Cristo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 18.6667px;">Siervo de Cristo.</span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-92000681807326802252020-10-06T11:41:00.001-06:002020-12-16T17:18:07.623-07:00Hagamos la voluntad de Dios (# 7)<p style="text-align: center;"><i style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">“No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">(Mateo
7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Estimados
hermanos y amigos, cuando leemos las palabras del Señor que dicen, “no todo”, debemos
quitar toda esperanza falsa con respecto a nuestra salvación. Jesús dijo, “no todo”, implicando que no todo
hombre será salvo. No todos entrarán al
reino de los cielos. ¿Por qué? Porque no todos quieren hacer la voluntad de Dios. Para hacer la voluntad de Dios, es necesario obedecer, aun cuando dicha obediencia implique sacrificios o pérdidas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, ENTRNADO POR LA PUERTA ESTRECHA (Mateo 7:13-14)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Jesús mandó entrar por esa puerta</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;">, él
dijo, <i>“ENTRAD por la puerta estrecha”</i>
(v. 13a). Si usted cree que puede ser
salvo sin entrar por esa puerta, usted está equivocado. Muchos creen que al
final de los tiempos Dios salvará a todos. Creen que un Dios de amor no
condenará a nadie. Pero si piensan de
esa manera, es porque no conocen a Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Alguna
vez ha leído la historia de Noé? En Génesis 7:1, Dios le dijo, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“ENTRA tú y toda tu casa en el arca</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">”. Y tanto Noé, junto con su familia, entró en
el arca y se salvaron. El resto de las
personas fueron indiferentes. Jesús dice
que </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en
que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó
a todos”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 24:38-39). ¿Qué fue
de los que no entraron? Ellos fueron indiferentes a la voluntad de Dios, vino
el diluvio y se los llevó a todos. Se
llenaron de temor, lloraron, gimieron, invocaron a Dios pero la puerta del arca
no se abrió. Usted no puede vivir de
manera indiferente a la voluntad de Dios, creyendo que finalmente Dios salvará
a todos, porque no lo hará. ¡Usted
necesita entrar por la puerta estrecha! O entra por la puerta estrecha, o se queda
afuera del reino de los cielos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿Por qué no quieren entrar? Porque es <i>“estrecha”</i>.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Las dimensiones de esta puerta no son
populares. No agradan, no gustan. Son
pocos los que entran por ella. Sin embargo, Dios no hará un poquito más amplia
la puerta para que usted entre. No es la voluntad de Dios la que tiene que
moldearse a usted, sino usted a la voluntad de Dios. Usted puede expresar su
disgusto por la estreches de la voluntad de Dios apelando a su cultura, al mal
trabajo de sus padres, a su salud, a sus necesidades, y aun así la puerta
seguirá teniendo las mismas dimensiones. La voluntad de Dios no cambia para que
usted no cambie. ¡Usted tiene que cambiar! Usted ha sido engañado por la
filosofía del mundo que le ha dicho que no puede cambiar, pero es mentira. Tan
cierto es que usted puede y debe cambiar de vida, que la voluntad de Dios sigue
siendo estrecha. Usted no tiene opción, o cambia, o se queda <i><b>fuera </b></i>del reino de
los cielos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">La puerta es estrecha, y estas
dimensiones hacen imposible entrar si venimos cargados.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Es
estrecha y hay que dejar afuera lo que hay en nuestro corazón. Hay que dejar el enojo, hay que dejar la ira, </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">hay que dejar el rencor, </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">hay que dejar el cigarrillo, hay que dejar el alcohol, hay que dejar el
adulterio, hay que dejar la fornicación y la lascivia, hay que dejar los celos
y la envidia, hay que dejar el pecado. Es estrecha y no cabemos junto con nuestro pecado. Solo podemos entrar nosotros, pero no el pecado con nosotros. El pecado es una carga
que no vino con nosotros, ni tampoco puede seguir con </span><span style="font-size: 18.6667px; text-align: left;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;">nosotros</span></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> para entrar en el reino de
los cielos. ¿Acaso fuimos creados por
Dios con todo y pecado? Claro que no. El pecado no vino con nosotros el día que
fuimos creados. ¿Acaso el pecado es algo
que viene con nosotros al nacer? ¡Tampoco! La Biblia dice que </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“el hijo no llevará el pecado del padre”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
(Ezequiel 18:20). Entonces, el pecado no
es parte de nuestra naturaleza humana. El pecado es una equivocación, el pecado
es una mala decisión, el pecado es un error, es un vicio placentero pero
mortal, y como es mortal, y ajeno a la naturaleza de Dios, entonces no puede
seguir con nosotros en el reino de los cielos. No puede seguir en nosotros porque es injusto. No puede seguir con
nosotros porque es malo. No puede seguir con nosotros porque es oscuro. No
puede seguir con nosotros porque se opone a la voluntad de Dios. La puerta es estrecha, y solamente cabe usted,
pero no usted con su pecado.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">La puerta es estrecha, y así, implica
una vida <i>diferente</i> a la vida que
lleva el mundo.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Hay
tantas iglesias, y tantas personas con la idea de que ser cristiano no es tan
diferente a no ser cristiano, que prácticamente no se ven <i>diferencias</i> entre ellos y el mundo. Se visten igual que se viste el mundo. Hablan como habla el mundo. Viven
como vive el mundo. Sus proyectos de vida son más importantes que la voluntad
de Dios, exactamente como el mundo. El mundo tiene sus prioridades, y estas son
superiores en importancia al reino de Dios, y muchos cristianos comparten ese
mismo sistema de valores y prioridades.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Sin
embargo, Jesús marca la diferencia: </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Entrad
por <b>la puerta estrecha</b>; porque <b>ancha es la puerta</b>, y espacioso el
camino que <b>lleva a la perdición</b>, y <b>muchos</b> son los que entran por ella;
porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que <b>lleva a la vida</b>, y <b>pocos</b>
son los que la hallan”</i><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 14pt;"> (Mateo 7:13-14). ¿Leyó con atención? Hay dos puertas,
pero con dimensiones diferentes, una es estrecha y la otra es ancha. Hay dos
caminos, uno es espacioso y el otro es angosto. Hay dos destinos, uno es la
perdición y el otro es la vida. ¿No hay
diferencia? Si hay dos puertas, dos caminos y dos destinos, ¡entonces hay
diferencia! Usted no puede vivir como vive el mundo, ni pensar igual como
piensa el mundo, si quiere entrar por la puerta estrecha. El mundo entra por una puerta y el cristiano
por otra. El mundo va por un camino y el cristiano por otro. El mundo se dirige
a un destino y el cristiano a otro, </span><span style="font-size: 18.6667px;">¿Cómo</span><span style="font-size: 14pt;"> entonces van a tener vidas
semejantes? Por eso muchos no quieren entrar por la puerta estrecha, porque
quieren seguir viviendo igual toda su vida.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Ahora
bien, quiero que note otra cosa importante. La puerta es estrecha, y el camino
es angosto, ¿verdad? Bien, entonces, el cambio y la vida son diferentes desde el
comienzo y continúa así hasta llevar a la vida eterna. No, la puerta no es ancha y luego el camino
se va haciendo angosto “poco a poco”, sino que desde el comienzo, desde la
entrada, la puerta es estrecha y luego el camino es angosto. Muchos dicen que usted puede ser cristiano y
seguir con su vida pecaminosa para ir dejándola poco a poco. Pero eso no dice
aquí, ¿verdad? ¿Cómo es que se puede dejar de ser adúltero poco a poco? ¿Cómo
es que se puede dejar de ser fornicario poco a poco? ¿Cómo es que se puede
dejar de ser borracho poco a poco? ¿Cómo es que se puede dejar de ser idólatra
poco a poco? No, usted tiene que dejar el pecado ahora mismo. Hoy mismo si
usted quiere entrar en el reino de los cielos, usted tiene que romper con el
pecado, esa es la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CONCLUSIÓN. </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">¿Cuántos harán la voluntad
de Dios? Si usted quiere entrar en el reino de los cielos, usted necesita hacer
la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">¿Le parece difícil? Bueno, ¿Qué cosas son
fáciles en este mundo? Entonces, ¡hagamos la voluntad de Dios! </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Aunque tenga que perder amigos, amantes, esposa (adulterio), trabajo, familia o la vida misma. Es mejor hacer la voluntad de Dios, y entrar en el reino de los cielos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px; text-align: right;">Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-91539370825474226572020-10-02T10:39:00.001-06:002020-12-16T17:18:58.235-07:00Hagamos la voluntad de Dios (# 6)<p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i> </i><span style="text-align: center;"><i>“No todo
el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</i> </span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;">(Mateo 7:21)</span></p><p style="text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Introducción.</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Hay varios factores en la vida que nos impiden
hacer la voluntad de Dios, pero que son muy, pero muy fuertes y comunes. El primero tiene que ver con un sistema de
prioridades incorrecto. El segundo, con un desconocimiento de nuestra verdadera
necesidad, y el tercero, con una falta de atención a la realidad del juicio
final. Si queremos entrar en el reino de
los cielos, y para ello debemos hacer la voluntad de Dios. Pero debemos buscarla sobre todas las cosas.</span></p><p style="text-align: center;"><b><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: center;"><b><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, </span></span></b></p><p style="text-align: center;"><b><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">BUSCANDO PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS
(Mateo 6:25-34)</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Esta enseñanza es de suma
importancia, y nos damos cuenta de ella, por la manera en que se expresa el
Señor.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Si hemos leído atentamente estos
versos, y somos observadores, nos habremos dado cuenta que el Señor Jesús dice
en tres ocasiones: </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“no os afanéis”</b><span style="font-family: times;">
(v. 25, 31, 34). Esta frase está precedida con las expresiones, </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“por tanto os digo”</b><span style="font-family: times;"> y un </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“así que”</b><span style="font-family: times;"> (v. 25, 34); como
consecuencia de lo que ha dicho anteriormente acerca de las riquezas, además de
usar el verbo </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“afanar”</b><span style="font-family: times;"> dos veces más
(v. 27, 34b).</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Era cosa común que Jesús
hiciera uso de la repetición de ciertas frases o expresiones. En este caso, y
para mostrar lo importante que es su enseñanza, usa una negación
triple: “no os afanéis… no os afanéis… no os afanéis”.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">¿Qué es el afán?</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">El afán describe al estado de
ánimo ansioso y lleno de preocupación. Por eso, tanto el verbo como el
sustantivo pueden traducirse indistintamente por, “no estén ansiosos”, “no
estén angustiados” o “no estén preocupados”.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">¿Por qué no debemos estar preocupados o ansiosos? Jesús dice, </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“por vuestra vida”</b><span style="font-family: times;">, lo cual tiene que
ver con “la comida y el vestido”.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">En
otras palabras, no debemos estar preocupados o ansiosos por lo que nos depara
el futuro con respecto a lo que comeremos y vestiremos. En realidad, la palabra
que empleó Jesús es muy interesante: indica algo que divide, separa o distrae;
es la situación de la mente dividida en secciones o compartimentos y que no
funciona como un todo. Se podría decir que esta mente no tiene el “ojo bueno”
de los versos 22-23.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">La mejor ilustración del
significado del término, es aquella que Jesús presenta en el verso 26: “Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta”. ¿Leyeron con atención? El texto dice que
ellas “no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros”, pero tampoco dice que
se quedan paradas en la rama sin moverse, o sin volar para alimentarse.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Ellas vuelan, están activas y andan de aquí
para allá ocupadas en su alimentación y abrigo.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Esto es algo interesante. Jesús no enseña</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">que no debamos ocuparnos por las cosas
materiales o que no debamos pensar nunca en nuestro futuro sin tomar
precauciones. Algunos piensan que “vivir por fe” excluye cualquier tipo de
prevención para el futuro. La misma ilustración de las aves nos ayuda a
entender que </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">una cosa es</b><span style="font-family: times;"> </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“ocuparse” y otra cosa es “afanarse”</b><span style="font-family: times;"> o
estar <b>“ansiosos y preocupados”</b> por nuestras necesidades. Grave esta verdad en
su mente: Una cosa es </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">ocuparse y otra es
afanarse</b><span style="font-family: times;"> (Filipenses 4:6-7).</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Razones para no afanarse.</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Una vez citada la prohibición o
mandamiento de “no afanarse”, Jesús ofrece una razón general para obedecer su
voluntad con respecto a esto: </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“¿No es la
vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?”</b><span style="font-family: times;"> (v. 25). La profundidad
de este argumento nos lleva de una deducción mayor a una menor. Pensemos por un
momento de donde procede nuestra vida y nos daremos cuenta en seguida que es un
don de Dios. Ninguno de nosotros decidió venir a este mundo, y el hecho de
estar vivos se debe enteramente a Dios; por eso, el argumento es este: Si Dios
nos ha dado la vida, entonces no habría razón para no mantenerla. Por el
contrario, si él nos ha dado la vida, entonces él buscará sustentarla.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Luego, no hay razón para estar preocupados o
ansiosos por aquellas cosas que son necesarias para la vida que Dios nos ha
dado.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Claro que tenemos que trabajar,
ganar dinero y guardar para el futuro, pero lo que no debemos hacer es
angustiarnos pensando que de repente no vayamos a tener lo suficiente para
mantener la vida. Jesús no dice cómo lo hará, sino que procurará por nosotros
para que tengamos lo necesario. La misma razón se aplica al cuerpo en relación
con el vestido.</span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">“Mirad las aves del cielo y los lirios del campo” (vv. 26-29).</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Ahora el Señor nos da un argumento
</span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">doble</b><span style="font-family: times;">. Empieza por llamar la
atención sobre un hecho de la vida de este mundo: la contemplación de las aves
nos enseña que siempre tienen comida. Hay una diferencia entre la forma de
sostenerse de los pájaros y la del hombre. A los pájaros alguien les
proporciona la comida, mientras los hombres se hallan envueltos en cierto
proceso: primero deben sembrar y luego recoger los frutos, almacenar la cosecha
para que pueda echar mano de ella cuando la necesite. Todo esto pertenece al
mandato cultural de Dios después de la caída.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Por eso, el mandato de no afanarse
no puede significar que tengamos que esperar a que el pan llegue milagrosamente
cada mañana. Sin embargo, el cristiano no debe preocuparse por estas cosas,
sino depender de Dios que es el que hace crecer la semilla. Hay una providencia
de Dios en aquellos aspectos que no podemos controlar después de sembrar, de la
misma manera que las aves encuentran su comida a ras de suelo y sólo tienen que
tomarla.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Y si nuestro Padre celestial cuida
de las aves con las que tiene una relación de providencia general, </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">¡Cuánto mayor tiene que ser necesariamente
su cuidado de nosotros que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>somos sus
hijos!</b><span style="font-family: times;"> Si pensamos así desparecerán la ansiedad y la preocupación.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Con relación al cuerpo, tenemos
que considerar un hecho de la naturaleza, </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">los
lirios del campo</b><span style="font-family: times;">, cómo crecen misteriosamente, lo bello que son; pero ni
Salomón con todo su esplendor –para los judíos era proverbial la gloria de
Salomón-, pues ni con todo su esplendor se vestía como uno de ellos. Y si la
hierba del campo que tiene una vida efímera, porque era cortada y dejada secar
para usarla como combustible para el horno del pan, si a pesar de eso Dios la
viste así, ¿Qué no hará con nosotros que somos eternos?</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">El problema de fondo no es la ansiedad.</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">La razón principal de no sacar
deducciones obvias del ejemplo de las aves y las flores, en palabras de Jesús
es la falta de fe (v. 30b). ¿Qué significa la frase “hombres de poca fe”?
Fijémonos que no dice que no tienen fe, sino</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;">
</span><span style="font-family: times;">que tienen </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“poca”</b><span style="font-family: times;">, por tanto,
lo que</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">preocupa a Jesús no es la
ausencia de fe, sino lo inadecuado de ella, es decir, que no tengan suficiente
fe. Eso viene a demostrar una vez más que el sermón del monte es para los hijos
de Dios y no para los incrédulos. Mientras los gentiles buscan con afán estas
cosas, Dios conoce la necesidad de sus hijos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La fe que muchos creyentes tienen,
es una “fe religiosa”, que solamente tiene que ver con creer en Dios con el
hacer algunos ritos en el culto, pero que no puede extenderse más allá, al
grado de afectar la totalidad de la vida. La voluntad de Dios es que la fe
afecte todos los aspectos de nuestra vida, y no solamente lo que tenga que ver
solamente con la obra que como cristianos hacemos en la iglesia. La fe debe
abarcar la vida por completo. De no ser así, al final terminará fallando
incluso en su vida piadosa, o en sus actividades como miembro de la iglesia
local.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">En lugar de tener “poca fe”, Jesús
señala la expansión de la fe, diciendo: </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">“Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas”</b><span style="font-family: times;"> (v. 33). Jesús quiere decir que en lugar de afanarse por
las cosas materiales, el cristiano debe tener un orden de valores adecuado
donde por encima de todo hay que buscar las cosas celestiales. Si queremos
entrar en el reino de los cielos, debemos confiar plenamente en Dios.</span></span></p><p style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, CON LA EXPECTATIVA DE QUE SEREMOS JUZGADOS
POR DIOS (Mateo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>7:1-6)</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Con este texto empieza la última
sección del Sermón del Monte, la cual debemos ver en el conjunto de las
enseñanzas de todo el Sermón. Si hacemos una pasada rápida a lo que Jesús ha
enseñado desde el capítulo 5, primero tenemos una descripción del carácter del
cristiano a la que sigue el efecto en él de lo que sucede en el mundo y su
reacción ante este mundo. A continuación se le recuerda que su función en el
mundo es la de ser sal y luz. Después, Jesús pasa a darle instrucciones
específicas sobre su vida en este mundo en relación con la voluntad de Dios.
Una vez hecho esto, Cristo contempla al cristiano viviendo su vida de piedad en
comunión con el Padre. Y en la última sección que tratamos nos señala el
peligro de la mundanalidad. </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">Ahora, en
este pasaje, quiere indicarnos que nuestra vida es una peregrinación que
conduce a un juicio final, a una evaluación final y que este camino lo hacemos
en la presencia de Dios con quien nos vamos a encontrar un día. </b><span style="font-family: times;">Este
pensamiento debería determinar y controlar nuestra vida.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La prohibición de juzgar al hermano (v. 1)</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Las palabras de este Sermón van
dirigidas a los hijos del reino, no a los que están fuera de él. Como en otras
partes, primero da un mandamiento y luego explica las razones. El categórico
"no juzguéis" fácilmente ha conducido a la confusión. No es cuestión
de ver el término juzgar en un diccionario y creer que ya lo hemos entendido,
porque tiene muchos significados diferentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><b><i><br /></i></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><b><i>Tomada literal y en sentido
absoluto:</i></b> Algunos dicen que su significado es simple tal como suena y, por
tanto, el cristiano verdadero jamás debe expresar opiniones acerca de los
demás. Debemos ser blandos, indulgentes y tolerantes por el bien de la comunión
fraternal. Pero esta interpretación</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">no
es posible porque está en contra de la enseñanza global de la Biblia y aún del
mismo contexto. El v. 6 es imposible ponerlo en práctica sin ejercitar el
juicio. El v. 15, aunque más lejano, es imposible obedecerlo si no pudiéramos
juzgar la enseñanza de los falsos profetas y el v. 20, ¿Cómo podríamos saber si
el fruto es bueno o malo si no tuviéramos la facultad de juzgar? Por otro lado,
las mismas Escrituras nos enseñan que los magistrados reciben la autoridad de
Dios para pronunciar juicios, como método divino para refrenar el mal. Lo mismo
ocurre en la iglesia en relación a la práctica de la disciplina y el resto del
Nuevo Testamento es muy claro sobre la manera de cómo actuar con los que dividen la iglesia con
sus doctrinas erróneas. Además Jesús mismo anima a juzgar con </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">justo juicio</b><span style="font-family: times;"> (Juan 7:24).</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><b><i><br /></i></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><b><i>Entendida correctamente:</i></b> El
término que empleado aquí no significa que no podamos evaluar basados en juicios,
pues la prohibición tiene que ver con </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">la
condenación</b><span style="font-family: times;"> del hermano. La vida en Cristo debe mantener siempre el
equilibrio y fácilmente podemos inclinarnos hacia un lado. Por eso decimos que
si juzgar aquí no tiene el sentido de una negación a ejercer el discernimiento
o el juicio, debemos apresurarnos a manifestar que nos advierte en contra del
terrible peligro de condenar o pronunciar juicios definitivos contra los
hermanos. La advertencia de Jesús se refiere al espíritu de crítica que surge
de nuestro orgullo, en que nos creemos superiores a los demás; se trata del
pensamiento de que nosotros hacemos todas las cosas bien y los demás no. Esto
conduce a la censura del que está siempre dispuesto a expresarse de forma detractora
con la tendencia a despreciar a los demás.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Razones para no juzgar o condenar al hermano (vv. 2-5)</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">El Señor hace una serie de
alegatos irrefutables con una lógica ineludible.</span></p><p style="text-align: justify;"><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: medium; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;">Para no ser nosotros juzgados<span style="mso-spacerun: yes;"> (</span>v.
2). </span></b><span style="font-family: times; line-height: 107%;">Este juicio tiene un contexto, y este contexto está relacionado al
“juicio final”; por tanto, si nosotros juzgamos para condenar a nuestros
hermanos, entonces nosotros seremos juzgados y así condenados bajo los mismos términos.
Todos los cristianos compareceremos ante el tribunal de Cristo, y si en nuestro
juicio hemos condenado a nuestro hermano, entonces nosotros seremos juzgados en
función de ese mismo juicio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ya no
seremos juzgados según el criterio del Señor, sino bajo el criterio de
condenación que nosotros mismos hemos establecido.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si usted se ha tomado la atribución de
“condenar”, entonces esa misma atribución caerá sobre usted.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Entonces, no debemos “condenar” a nadie, para
no ser nosotros condenados.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium; line-height: 107%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times; line-height: 107%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Porque somos incapaces de juzgar correctamente (v. 3-4). </b></span><span style="font-family: times;">Más que una ironía, Jesús emplea
un sarcasmo hiperbólico. El efecto de esta figura ha impactado la sociedad
aunque no la tenga en cuenta. A nosotros nos dice que no tenemos derecho a
condenar porque debemos recordar que seremos juzgados con las normas con que
juzgamos a otros. Parece que no nos preocupa la justicia y el verdadero juicio,
porque si fuera así nos ocuparíamos más de juzgarnos a nosotros mismos.</span><span style="font-family: times; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: times;">Jesús apunta certeramente al espíritu con que
condenamos a un hermano. En el mundo, si hay una conexión entre un miembro del
jurado y la persona sometida a juicio, le inhabilita como jurado. De la misma
manera, si uno quiere poder ver claramente para quitar la mota diminuta del ojo
de su hermano por el que pretende interesarse, tiene que asegurarse de tener
sus propios ojos bien limpios. No se puede ayudar a otro si uno está cegado por
la viga que hay en su propio ojo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times;">Por nuestra hipocresía (v. 5). </span></span></b><span style="font-family: times;">Si no estamos verdaderamente
interesados en ayudar a otra persona cuando comete una falta, entonces nos
importa más condenarla, es decir, en <i>solamente descubrir su falta</i>. Y a esto Jesús lo
llama hipocresía. Porque si deseamos realmente ayudar a los demás siendo
sinceros, tenemos que sacar primero la viga de nuestros ojos para ver con
claridad la paja en el ojo del hermano. </span><b style="font-family: times; mso-bidi-font-weight: normal;">Hay
una forma de pecado que es terrible: cuando condenamos al hermano que ha
cometido una falta, que a lo mejor es como una paja en el ojo, en lugar de
mostrarle amor para ayudarle a ver su pecado y arrepentirse; entonces nuestra
condena se convierte en una viga en nuestro ojo</b><span style="font-family: times;">. Así que ¡examinemos
nuestra intención primero de juzgar la conducta ajena!</span></span></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La necesidad de discernimiento espiritual (v. 6).</span></span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Si Jesús no hubiera añadido este
verso, podría dar la impresión de que no debemos juzgar nada en el reino, pero
cuando está en juego la verdad, hace falta tener discernimiento espiritual. Los
perros y los cerdos eran animales inmundos para los judíos. Lo santo y las
perlas es la verdad del evangelio. Por tanto, cuando damos la Palabra de Dios
debemos saber distinguir a las personas. Jesús no hablaba del mismo modo a los
fariseos que a sus discípulos y Pablo dice a los corintios que no les podía dar
alimento sólido porque eran inmaduros (1 Corintios 3:3). Porque los que lo reciben
pueden volverse contra nosotros. Por eso, habrá circunstancias en que debemos tener cuidado con nuestra buena voluntad de amonestar o exhortar a una persona. ¿Es una persona, que escuchará, o es una persona que se volverá nuestro enemigo? Muchos cristianos han tenido experiencias horribles cuando se han involucrado con "perros y cerdos", queriendo compartir con ellos "lo santo y las perlas". ¿Qué han obtenido? Enemigos, que buscan a cualquier costo, y bajo cualquier pretexto, desquitarse o vengarse de la reprensión que recibieron. No todos los enfermos reciben el mismo tratamiento, y no todas las personas valorarán el evangelio. Ejerzamos el juicio con sabiduría.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><b><br /></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><b>CONCLUSIÓN</b> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Al hacer la voluntad de Dios, debemos siempre buscar primeramente las cosas del Señor, con la expectativa de que seremos juzgados por él. Por eso, también no debemos emitir
juicios definitivos porque sólo Dios puede hacerlo, y debemos aprender a ejercer nuestros juicios con sabiduría. </span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span style="font-family: "Times New Roman";">Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-52306498014447283772020-10-01T12:04:00.006-06:002020-12-16T17:19:32.002-07:00Hagamos la voluntad de Dios (# 5)<p style="text-align: center;"> <i style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">“No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos”</span></i></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: justify;">(Mateo
7:21)</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Jesús
ha dicho en Mateo 6:1, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Guardaos de hacer
vuestra justicia delante de los hombres”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">, y en nuestro mensaje anterior,
aprendimos que debemos tener cuidado en no hacer nuestra propia justicia al
hacer bien a otros. Debemos hacer la voluntad de Dios en ese sentido con la
intención correcta.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">También aprendimos
que no debemos hacer nuestra justicia delante de la presencia de Dios en oración.
Debemos tener amor por Dios, y ese debe ser el motivo principal por el cual le
servimos y le adoramos. Que él sea glorificado en todo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El
problema de fondo tiene que ver con las “apariencias”, y cuando se aborda el
tema del ayuno, es precisamente lo que queremos evitar (Mateo 6:16-18).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿QUÉ
DICE LA BIBLIA SOBRE EL AYUNO?</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Jesús no se opone a esta práctica de la vida espiritual,
sino a las desviaciones que se habían producido en Israel en relación con ella.
Moisés ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">antes de recibir las tablas de la ley (Deuteronomio 9:9). El pueblo de</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Israel debía ayunar
en el día de la expiación, un ayuno integrado en el culto (Levítico 16:29-31). El
ayuno acompañaba los tiempos de aflicción y humillación personal (2 Samuel 12:16-18).
Pero como suele ocurrir con muchas cosas buenas, los ayunos también se
utilizaron de manera incorrecta, provocando la censura de Dios por medio de los
profetas (Isaías 58:1-7). En realidad, Dios sólo había ordenado ayunar en el día
de la expiación, y el pueblo de Israel añadió otros ayunos no prescritos
(Zacarías 7:3-7).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Cuando llegamos al Nuevo Testamento vemos que los fariseos ayunaban dos
veces por semana y lo convirtieron en una parte esencial de su religiosidad
(Lucas 18:12). El Señor Jesús ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches antes
de empezar su ministerio (Mateo 4:2). Sin embargo, no mandó el ayuno de una manera
directa. En Mateo 9:14, los discípulos de Juan le formularon una pregunta a la
que Jesús respondió de manera que no deja dudas sobre la oportunidad de ayunar
los discípulos una vez cumplida su obra en la tierra después de haber llevado a
cabo la redención. Además, las palabras de nuestro texto implican la aprobación
de Jesús de esta práctica, excluyendo de ella la hipocresía.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Pasando de la enseñanza de Cristo a la práctica de la
iglesia, vemos como en Antioquia, cuando enviaron a Pablo y Bernabé al primer
viaje de predicación, estuvieron estrechamente unidos en oración y ayuno
(Hechos 13:1-3). En realidad, siempre que debían tomar decisiones importantes
en las que estaba implicada al oración, la acompañaban de ayunos (Hechos 14:23,
2 Corintios 6:5, 2 Corintios 11:27). Si examináramos el resto de la historia de la iglesia
hallaríamos lo mismo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿DEBEMOS
AYUNAR HOY EN DÍA, O DEBEMOS EVITAR LAS APARIENCIAS EN NUESTRA VIDA ESPIRITUAL?</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Creo
yo que la enseñanza central de Mateo 6:16-18, tiene que ver con evitar las
apariencias en nuestra vida espiritual.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No debemos ser hipócritas. Jesús dijo en Mateo 6:16, </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><i>“no
pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros
para mostrar a los hombres que están ayunando”</i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (LBLA).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Escuchó con atención? El problema no es el
ayuno, como tampoco ninguna expresión de devoción, sino el ser hipócritas, el
aparentar espiritualidad, el aparentar amor, el aparentar santidad, el
aparentar adoración, el aparentar gozo, y no tener nada de ello. Con tal
proceder podemos engañar a los hombres, pero no podemos engañar a Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">En nuestro contexto el problema no es el ayuno, pero sí el
amor a Dios. Por ejemplo, Juan escribió en su primera epístola, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a
su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto,
¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> (1 Juan 4:20).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En
nuestro contexto el problema no es el ayuno, sino el servir a Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Por ejemplo, el día del juicio el Señor dirá,
</span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“tuve hambre, y me disteis de comer; tuve
sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y
me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
(Mateo 25:35-36), ¿y cuándo hicimos eso por el Señor? ¿Cuándo lo hace usted?
Cuando lo hace a uno de los hermanos.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Y qué sucede cuando no lo hace? El Señor dice, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (v. 45).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Es
fácil llenar nuestra boca de palabras en las que decimos que amamos a Dios, y
es fácil decir que servimos a Dios; así como es fácil poner cara triste, y
desfigurar el rostro para que los hombres crean que somos muy piadosos, pero
otra cosa es amar y servir verdaderamente al Señor. Mis hermanos, no es
correcto disfrazarse de cristiano. No es correcto disfrazarse de piadoso. No es
correcto disfrazarse de humildad. No es correcto disfrazarse de santo. No es
correcto disfrazarse de bondad. No es correcto disfrazarse de oveja. Hay que
ser ovejas, hay que ser siervos, hay que ser piadosos, hay que ser humildes,
hay que ser santos, hay que ser bondadosos, hay que hacer la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS
LA VOLUNTAD DE DIOS, VALORÁNDOLA SOBRE TODAS LAS COSAS (Mateo 6:19-21).</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">¿Confía usted en la voluntad de Dios? Este es otro punto en
el que muchos cristianos fallan. La voluntad de Dios es, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">“No os hagáis tesoros en la tierra… sino haceos tesoros en el cielo”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">
(Mateo 6:19-20).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Es lamentable ver a muchos
cristianos envueltos en problemas, llenos de preocupaciones, tensiones y
presiones.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Otros muchos en lugar de
confiar en Dios, confían en el dinero. Es como si tuviesen dos dioses, o dos
señores, y siempre el que es dejado de lado, es el Dios verdadero.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En
las palabras del Señor encontramos un mandamiento doble. La primera parte del
mandamiento es negativa, y la segunda parte es positiva. En el verso 19,
tenemos el mandamiento negativo, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“No os
hagáis tesoros en la tierra”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">. Desde luego, este mandamiento no tiene que
ver exclusivamente con el dinero, sino con todo lo que tenga que ver con
nuestras posesiones. La palabra “tesoros” es un término muy amplio. Y de hecho,
el problema no está en los tesoros, sino en nuestra relación con ellos. No
importa tanto lo que el hombre pueda tener, sino su actitud hacia lo que tiene.
En sí mismo, reitero, no hay nada de malo en tener riquezas o posesiones, el
problema es la relación que tengamos con ellas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El
problema de fondo es la ambición y el amor que tenemos por las cosas que
pertenecen a este mundo.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Este problema
no solo es de los ricos, sino también de los pobres.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Para algunos, su tesoro será su dinero, para
otros su casa, para otros su posición social, para otros sus diversiones, para
otros sus amigos, para otros el trabajo; en fin, todo aquello en lo que, con
pasión, invertimos nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestra vida.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Tiene usted tesoros en la tierra? Si los
tiene, usted no está haciendo la voluntad de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Como dije, una cosa es tener posesiones, o
riquezas, pero otra cosa es que lleguen a ser nuestro tesoro, es decir, que
lleguen a ser lo más importante para nosotros, al punto incluso de perder
nuestra comunión con Dios por ello.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La
segunda parte del mandamiento la encontramos en el verso 20, el cual, y de
manera positiva, dice, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“haceos tesoros en
el cielo”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">. Este imperativo positivo nos muestra que sí debemos hacer
tesoros, pero en el lugar correcto, es decir, en el cielo.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Cómo? Pablo dijo, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; <b>atesorando</b> para sí buen fundamento para
lo por venir, que echen mano de la vida eterna.”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (1 Timoteo 6:18-19). La
manera de hacernos tesoros en el cielo, es haciendo el bien, haciendo buenas
obras, siendo dadivosos, generosos con nuestro hermanos y aún con los que no lo
son.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Si
usted insiste en hacer tesoros en la tierra, entonces habrá hecho la peor
inversión de su vida. Los tesoros en la tierra son temporales e inciertos.
Jesús dijo de ellos que, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“la polilla y el
orín</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> [los] </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 6:19). ¿De qué sirve invertir en algo que se
corromperá? ¿De qué sirve invertir su vida y su alma en algo que es inseguro?
Todo aquello que podemos retener en esta tierra está sujeto a un proceso de
descomposición, es efímero, pasajero y transitorio. Cuando se trata de la ropa,
la polilla se encarga de destruirla si no tomamos medidas oportunas y aún con
eso siempre nos llevamos sorpresas. El orín es el óxido que se forma en la
superficie del hierro en contacto con el aire y el agua, iniciándose su
destrucción aunque sea un metal resistente.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Así que, tengamos sentido común, y dejemos de hacer tesoros en la
tierra. No es conveniente, no es correcto; pues al final, no solo perderemos
tales tesoros, sino también el cielo mismo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Otra
razón por la que no debemos hacernos tesoros en la tierra, es porque todo
aquello que es de mucho valor, tiene control sobre nuestras vidas. El Señor
dijo, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Porque donde esté vuestro tesoro,
allí estará también vuestro corazón” </i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">(Mateo 6:21). Jesús usa el estilo</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">del sabio hebreo mediante la mención de un
proverbio para aclarar, subrayar y aplicar los principios anteriores. El
corazón es el centro de la personalidad humana regida por la mente. Todas
aquellas cosas en que pensamos constantemente se</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">convierten en una obsesión a la que nos
entregamos de manera que nos dominará por completo ejerciendo el control</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">de todo nuestro ser.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Podremos hacer la voluntad de Dios, si lo
más valioso para nosotros está en la tierra?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿POR
QUÉ DEBEMOS VALORAR LA VOLUNTAD DE DIOS MÁS QUE TODAS LAS COSAS?</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Porque cuando valoramos más las cosas de este mundo, entonces nunca podremos
hacer la voluntad de Dios. Estaremos
viviendo una doble moral, es decir, nuestra vida en Cristo será vista de manera
incorrecta. Vea lo que dice Mateo 6:22-23: </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">“La lámpara del cuerpo es el ojo;
así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo
es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti
hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando
nuestro corazón está puesto en las cosas de este mundo, entonces tendremos una
visión equivocada de la voluntad de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cristo dice que hay quienes tienen “ojo bueno”, mientras que otros
tienen “ojo… maligno”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Entendamos esto,
cuando nuestra manera de pensar está basada en los tesoros terrenales, entonces
nuestro juicio está dividido, nuestra percepción no es adecuada, nuestra visión
no es buena.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando esto sucede,
nuestros razonamientos son incorrectos, humanos, impuros, y no se conforman a
la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Por
ejemplo, si alguien entra a nuestra casa sin nuestro permiso, y se lleva
nuestras cosas de valor, exigimos justicia y un castigo para ese ladrón. Y así
lo llamamos, es un ladrón. Lo que hizo es un robo. Nos indignamos, y decimos,
“ya no hay temor de Dios en el mundo”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Sin embargo, cuando nosotros estamos haciendo mal, entonces nuestra
manera de pensar cambia, nuestra visión es diferente, y hasta damos una
explicación “adecuada” para justificar nuestros actos.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Si no pagamos la luz, o si no pagamos
impuestos, o si no pagamos el agua, no faltará la idea que dice, “ladrón que
roba ladrón (en este caso las dependencias de gobierno), tiene cien años de
perdón”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Y de qué texto bíblico sacamos
esas palabras? En el fondo hay una razón para actuar con doblez y es nuestro
amor por los tesoros terrenales. Nuestros puntos de vista o visión de las cosas
afectan nuestra perspectiva ética.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Los tesoros terrenales también afectan
nuestra voluntad (Mateo 6:24).</span></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Cristo dijo, <i>“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará
al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas”</i>. Cuando las cosas de la tierra se apoderan del corazón y de
la mente inciden directamente en la voluntad, porque ninguno puede servir a dos
señores. Amará a uno y menospreciará al otro, uno tendrá más valor que el otro.
Esto afecta nuestra voluntad de servir a Dios, y terminamos sirviendo a un
ídolo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CONCLUSIÓN</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿A quién servimos, entonces? ¿Cómo miramos las cosas del mundo? ¿Con el ojo sano o
con el maligno? No hay nada que ofenda tanto a Dios como tomar su nombre y
estar mostrando claramente que servimos al mundo en lugar de servirle a él.
Pensemos que estas cosas tienden a interponerse entre nosotros y Dios, y
nuestra actitud hacia ellas, en último término,</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">determina nuestra relación con el Señor. Por el hecho de creer en él y
llamarle Señor no prueba que reconocemos su señorío y voluntad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Estamos haciendo la voluntad de Dios? </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">Hagamos
la voluntad de Dios sin hipocresía. </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Hagamos la voluntad de
Dios, valorándola sobre todas las cosas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px; text-align: right;">Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-77860159169211162832020-09-30T19:09:00.003-06:002020-12-16T17:20:16.274-07:00Hagamos la voluntad de Dios (# 4)<p style="text-align: center;"> <i style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">“No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-themecolor: text1;">(Mateo 7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-themecolor: text1;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-themecolor: text1;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En todas las enseñanzas
que hasta el momento hemos presentado, todas ellas hablan acerca de nuestra
forma de vivir delante de los hombres.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Hablan de nuestra rectitud, de nuestra justicia en beneficio de nuestra
vida y de nuestro prójimo.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Hemos
abordado cuestiones prácticas que son evidentes. Que los hombres que nos rodean
pueden ver y pueden imitar.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Hoy estaremos hablando
de hacer la voluntad de Dios delante de su presencia. Estaremos hablando de
nuestra vida religiosa, de nuestra vida espiritual. De esa vida que es rendida
y ofrecida a Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Son principios que en
la práctica no son vistos por los hombres, pero que sí son vistos y
considerados por Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En esto también
debemos hacer la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Así pues, desde los
versos 1 al 18 se aborda aquello que tiene que ver con nuestra relación o
comunión con Dios. De los versos 19 al 34, estaremos tratando con la voluntad
de Dios en relación con la vida en general, o sea, con aquellos asuntos a
los que atendemos cada día, tales como el dinero, la riqueza, el comer y beber,
el vestir y la vivienda, lo que la Biblia llama </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><i>“los afanes de este
mundo</i>”</b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Hoy estaremos
considerando la voluntad de Dios y nuestra vida espiritual.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS
LA VOLUNTAD DE DIOS </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CON LA INTENCIÓN CORRECTA</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Para qué hacemos la</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> voluntad de Dios? Jesús dice, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Guardaos
de hacer vuestra justicia delante de los hombres, <b>para</b> ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de
vuestro Padre que está en los cielos.”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">. (Mateo 6:1).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Mis hermanos, nuestra vida espiritual debe
ser </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">EQUILIBRADA.</b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿En qué sentido? En que, el cristiano, ha de
vivir de tal forma que cuando los hombres </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><i>lo miren</i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> y vean qué clase de vida
lleva, </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">glorifiquen a Dios</b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">. Pero al
mismo tiempo debe recordar que </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><i>no está haciendo estas obras para atraer la
atención sobre sí mismo</i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando
usted como cristiano, o como predicador, o como anciano, o como diácono, hace
la voluntad de Dios, y busca ser </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“alabado
por los hombres”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 6:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">2), entonces su intención al hacer la voluntad de Dios
se ha corrompido.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La trompeta debe sonar
en la dirección correcta, y debe ser para que el nombre de Dios sea
glorificado.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Pero cuando “hacemos tocar
trompeta DELANTE DE” nosotros, entonces estamos buscando usurpar la gloria que
le pertenece a Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Los hombres están
maravillados con nuestras obras. Están bien fascinados por lo que hacemos.
Creen que todo lo que hacemos lo hacemos para la gloria de Dios, y no es así.
Creen que todos los sacrificios que llevamos a cabo por la obra de Dios, lo
hacemos para que el Señor sea alabado, y no es así. Parece que buscamos la
gloria de Dios, pero buscamos ser alabados nosotros.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Así hacen los “hipócritas”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¡Qué buena actuación! Qué piadoso se ve el
hermano que presume sus logros y hace todo lo posible por que el mundo
reconozca el valor y el potencial que tiene en la iglesia. Pero no es piadoso,
es un hipócrita.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Recuerde, la vida espiritual
debe ser equilibrada. No estoy diciendo que hagamos todo de manera anónima, o
en secreto.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Pedro no estaba escondido
cuando predicó a aquella gran multitud en Pentecostés.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En Hechos 26, cuando Pablo se defendió ante
el rey Agripa, y ante un gran auditorio, habló acerca de la visión que tuvo
cuando Cristo le apareció y le habló en el camino a Damasco.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Narró con detalle sobre su obra de
predicación en Damasco, Jerusalén y por toda la tierra de Judea. Las palabras
de Pablo estaban llenas “de verdad y de cordura”, y nada de lo que había dicho
y hablado “se había hecho en un rincón”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Quién se atrevería a decir que Pablo estaba buscando ser alabado por
los hombres al presentar esa defensa? Todo cristiano debe mantener una vida
espiritual equilibrada, haciendo todo para la honra y la gloria de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">¿Cómo debemos hacer la voluntad de Dios?</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Debemos hacerlo de tal
manera que no represente el promovernos a nosotros mismos. Incluso, dice Jesús, que <i>“no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha”</i> (<span style="font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 6:</span>3). No debemos hacer la voluntad de Dios de tal
manera que nosotros mismos nos alabemos: “Qué bueno soy”, o “qué sería de esta
iglesia sin mí”, o “qué grande soy”. Si
hacemos la voluntad de Dios, no es porque seamos buenos, ni porque seamos
capaces, sino por la voluntad de Dios: <b><i>“porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad”</i></b> (Filipenses 2:13).
Si hacemos el bien, es porque Dios lo produce en nosotros. Si hacemos grandes
obras en la fe, es porque Dios nos ha capacitado para hacerlo. Que el nombre de Dios sea glorificado por
nuestras obras. La gloria sea para él, la gloria sea para él.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando hacemos la
voluntad de Dios con la intención correcta, entonces somos recompensados por
Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Y esto quiero enfatizarlos muy
bien. Seremos recompensados por Dios, punto. Algunos manuscritos omiten la
frase “en público”. Y yo no tengo problema con eso, ¿sabe por qué? Porque lo
verdaderamente importante no es que la recompensa divina sea pública, sino
que es superior en relación con la aprobación humana. Lo que sí es verdad, es
que nada de lo que hayamos hecho quedará en el olvido, ya que nuestras
acciones, por mínimas que sean, el Señor las recordará (Mt. 25:31-30).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS
LA VOLUNTAD DE DIOS </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CON PIEDAD (Mateo 6:5-15)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La palabra “piedad”
significa “amor a Dios”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El hombre
piadoso es aquel que ama a Dios. De ahí que todo lo que hace, lo hace para
agradarlo a él, para deleitarlo a él, para glorificarlo a él.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En este contexto,
tenemos otro ejemplo de algo que está en consideración solamente por Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Los hombres no pueden juzgar sobre esto, sino
solamente Dios, y si solamente Dios puede juzgarlo, entonces haremos bien en
prestar atención a esta amonestación.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El encabezado dice
“Jesús y la oración”, y una lectura sencilla también nos lleva a pensar que el
caso trata con la oración, y de que debemos orar en secreto. Bien, es una buena
enseñanza pero, creo que el texto bíblico trata con la cuestión del “orgullo
espiritual”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Este pecado es tan sutil,
que puede estar en nosotros, aun cuando </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">pretendemos</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
estar en la presencia de Dios. Esto es terrible. De hecho, en lugar de estar en
la presencia de Dios para adorarle, con el orgullo espiritual estamos más bien
delante de nuestra presencia para alabarnos a nosotros mismos.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Esta enseñanza es ilustrada con la oración de
los hipócritas.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Cuál es la oración de
los hipócritas? Jesús dice que </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“ellos
aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser
vistos de los hombres”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 6:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">5).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Aman
el orar. ¡Qué tremendo! Y aman el orar de pie en lugares públicos, “para ser
vistos de los hombres”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El problema no
es amar el orar. El problema no es orar de pie. El problema no es orar en
lugares públicos. El problema es el propósito por el cual se hacen tales cosas:
“para ser vistos por los hombres”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿A
quién están buscando alabar? ¿A quién están buscando adorar? ¿En la presencia
de quién quieren estar? No en la presencia de Dios. No están buscando a Dios.
No están adorando, ni alabando a Dios. Están buscándose a sí mismos, porque
quieren ser vistos ellos mismos. Quieren ser alabados ellos mismos. Quieren ser
adorados ellos mismos. ¡Cuánta arrogancia y cuanto orgullo perverso hay aquí!</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 6:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">7, Jesús
dice, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Y orando, no uséis vanas
repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Jesús cambia de personajes. Primero habló de
los que oran de pie en las sinagogas y en las calles, es decir, de los judíos;
y ahora habla de “los gentiles”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El
gentil creía que la eficacia de la oración dependía de lo mucho que oraba y de
la forma particular de sus oraciones. Todos sabemos lo que quiere decir “vanas
repeticiones”. Son conocidas las ruedas de oración de las religiones orientales
como el budismo, el hinduismo y derivadas.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La misma tendencia se</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">observa
también en el catolicismo con el rezo del rosario. De manera parecida los
musulmanes recitan cinco veces al día una serie de oraciones de cara a la Meca.
Todo esto puede ocurrirnos igualmente a nosotros de una forma más
imperceptible.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Por ejemplo, hay hermanos
que dan gran importancia a dedicar un tiempo determinado a la oración, creyendo
que por dar ese tiempo y horario la oración será más eficaz que otra.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No es que no sea bueno reservar tiempo para
orar, pero si lo que nos preocupa es ante todo orar durante ese tiempo
determinado y no el hecho de orar, valdría más que no lo hiciéramos. Fácilmente
podemos caer en la rutina y olvidarnos de lo que estamos haciendo. Vamos a
hacer una “cadena de oración a las cuatro de la mañana”, o a las “tres de la
mañana”, o una cadena de oración en la que toda la iglesia estemos tomados de
las manos, y cada uno irá a la presencia de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¡Cuánto orgullo hermanos!</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El orgullo es el exceso de estimación hacia
uno mismo, y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree
superior a los demás.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Nota usted que el
problema aquí es el orgullo? Este orgullo es falta de piedad. Cuando no oramos
conforme a la voluntad de Dios, cuando no adoramos conforme a la voluntad de
Dios, cuando no alabamos a Dios conforme a su voluntad, cuando no tratamos a
nuestros hermanos conforme a la voluntad de Dios, cuando no perdonamos, cuando
no hacemos la voluntad de Dios, es porque somos orgullos y estamos confiados en
nuestra propia justicia y sabiduría.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuidado hermanos. Hay que hacer la voluntad de Dios, pero hay que
hacerla con piedad, es decir, por amor a su nombre.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CONCLUSIÓN </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Entonces, tengamos en cuenta estas lecciones sobre la oración:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Las formas
correctas de dirigirnos a Dios (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; line-height: 107%;">Mateo 6:6</span></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">; Mateo 6:8)</span></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Hay un modo adecuado de
orar, cuyo secreto radica en el enfoque que le demos. Lo que Jesús está
diciendo en este pasaje es que lo verdaderamente importante al orar en
cualquier lugar es que tengamos conciencia de estar en la presencia de Dios. Es
lo que se ha llamado el <i>recogimiento interior</i> que puede estar
facilitado por un lugar tranquilo sin que nos estorbe nadie, pero también lo
podemos lograr en plena calle, sin que nadie se dé cuenta. Se trata de un
proceso estos pasos:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Excluir ciertas cosas</span></i></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;">Hay hermanos que quieren persuadirse a sí mismos de que las palabras
“cuando ores entra en tu aposento” contienen una prohibición de todas las
reuniones de oración. Son los que dicen: “no voy a la reunión de oración porque
yo oro en mi casa”. Pero este texto no prohíbe la reunión de oración,
porque lo que hace la Biblia es fomentarla.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Lo que señala nuestro
texto es que tanto en público como en privado al orar debemos excluir a los
demás en el sentido de que cuando oro estoy en intimidad con Dios y me olvido
de lo que hay en mi alrededor. Al orar nos dirigimos a Dios y aunque en público
los hermanos escuchan nuestra oración, no nos estamos dirigiendo a ellos,
sino que somos en aquel momento los portavoces de ellos ante Dios y por eso al
final dicen amén identificándose con lo que hemos dicho. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><b><i><br /></i></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><b><i>Olvido es de nosotros mismos. </i></b>De nada serviría entrar en el aposento y cerrar
la puerta si todo el rato estoy lleno de mí mismo, pensando acerca de mí mismo
y me enorgullezco de mi oración. En lugar de esto debemos abrirnos a Dios
y a al inefable experiencia de una comunión íntima con él.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Comprender ciertas cosas</span></i></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Ante todo debemos ser conscientes de que estamos
en la presencia de Dios y comprender quien es él. Por la actitud ligera
que se adopta a veces parece que no tenemos una idea muy clara de la
trascendencia de Dios. Al orar, deberíamos pensar primero que nos dirigimos al
Dios Soberano, Todopoderoso, Absoluto, Eterno, que habita en la majestad de las
alturas, que es fuego consumidor, que es luz y no hay tinieblas en él. Pero
también, debemos entender que este Dios es nuestro Padre y que mantenemos
con él una relación paterno-filial. Él lo sabe todo de nosotros y conoce
nuestras necesidades antes que se las pidamos. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Confiar plenamente en
Dios</span></i></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Debemos acudir a Dios
con la confianza de un niño. Necesitamos tener esta seguridad de que dios es
verdaderamente nuestro Padre y por eso no tendremos necesidad de repetir
innecesariamente nuestras peticiones. Debemos orar sin cesar, pero eso no
quiere decir repetir mecánicamente una oración mil veces. Cuando oro sé que mi
Dios es mi Padre y él se complace en bendecirme porque lo sabe todo antes de
que empecemos a hablar.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS.</span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> Para agradarle, para
honrarle, para glorificarle. Hagamos su voluntad con la intención correcta y
por amor, por amor a su nombre.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px; text-indent: 0px;">Siervo de Cristo.</span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-70035287803445829922020-09-30T11:11:00.001-06:002020-12-16T17:21:36.890-07:00Hagamos la voluntad de Dios (#3)<p style="text-align: center;"> <i style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">“No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">(Mateo
7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Cuántos
quieren entrar en el reino de los cielos? Bueno, es necesario hacer la voluntad
de Dios (Mateo 7:21).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No podemos hacer la voluntad de
Dios siguiendo tradiciones o ideas humanas.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En los días de nuestro Señor Jesucristo, vemos que los escribas y
fariseos, estaban enseñando al pueblo tradiciones e interpretaciones
equivocadas de la voluntad de Dios, esclavizando al pueblo y llevándolo lejos
de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Quiere usted hacer la voluntad
de Dios?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS
LA VOLUNTAD DE DIOS, </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">D</span></b><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">ICIENDO SIEMPRE LA VERDAD (Mateo 5:33-37)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando
el hombre y la mujer prometen fidelidad, estar el uno para el otro en las
buenas y en las malas, y vivir juntos hasta que la muerte los separe, eso debe
ser verdad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No debe ser solamente un
trámite, o una declaración sin fundamento.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Debe ser verdad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Pero desde que
el pecado entró en el mundo, los hombres se han estado mintiendo unos a otros
en todo momento. Esto mató la confianza entre los hombres, y la vida se ha
vuelto sumamente caótica y llena de engaños de toda clase. Haciendo referencia
a tiempos muy antiguos, Pablo dice que los hombres “cambiaron la verdad de Dios
por la mentira” (Romanos 1:25). Fue por este cambio que la idolatría llegó a
existir y a esparcirse por el mundo, siendo un mal que existe hasta el día de
hoy. Fue por este cambio que el mundo quedó atestado de engaño.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Queremos entrar en el reino de los cielos?
Entonces debemos siempre hablar la verdad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Juan escribió, “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los
fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace
mentira.” (Apocalipsis 22:15).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Este
mal había llegado a ser tan grave, que incluso ya había juramentos que no eran
importantes, que no tenían ningún valor. En Mateo 23:16, dice, “¡Ay de
vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada;
pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor”. En el verso 18, dice:
“También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura
por la ofrenda que está sobre él, es deudor”. </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Entonces,
¿es usted un hombre de palabra? Si decimos que sí, entonces así debe ser, y si
decimos que no, entonces así debe ser.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Es necesario que tengamos credibilidad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La voluntad de Dios es que como cristianos desechemos la mentira, y
hablemos la verdad entre nosotros.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">HAGAMOS
LA VOLUNTAD DE DIOS, </span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">PROCURANDO LA PEFECCIÓN (Mateo 5:38-48)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">La voluntad de Dios es que seamos perfectos.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Y cuando pensamos que tal cosa es imposible,
entonces el Señor se equivocó cuando dijo, “Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Desde luego, Jesús no se equivocó, y la única
opción posible, es que, su voluntad es que seamos perfectos.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Esto es posible, y el texto nos explica cómo
lograrlo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Jesús
habla acerca de la enseñanza vengativa que los líderes religiosos de sus días
habían estado enseñando al pueblo, “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y
diente por diente” (Mateo 5:38). Y aunque es verdad que la ley decía vida por vida,
ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por
quemadura, herida por herida, golpe por golpe, y fractura por fractura (Éxodo
21:23-25; Levítico 24:19-20; Deuteronomio 19:21), los escribas y fariseos
habían convertido todo el asunto en una cuestión de venganza personal. El
propósito de la ley era la justicia, no el conflicto. Había jueces que
aplicaban estas leyes de manera justa y correcta, pero en los días de Cristo
todo se había reducido a la venganza personal, provocando un ambiente lleno de
conflictos, de gente pendenciera, con litigios y querellas por todas partes.
Ese no era el propósito de la ley.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En el
libro de Proverbios 24:28, por ejemplo, leemos: “No digas: Como me hizo, así le
haré; daré el pago al hombre según su obra”. Esto estaba matando las buenas
relaciones, no solo entre vecinos y amigos, sino también en el hogar mismo.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Esto no es la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Cuál
es la voluntad de Dios? “a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra” (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">39). La fuerza de esta declaración es
contundente. ¿Quién te hiere? “cualquiera”, incluso si no se trata de una
autoridad o de un superior. ¿Qué hace? Te “hiere”, te lastima, y te lastima no
solo con dolor físico, sino emocional, pues no te hiere cualquier mejilla, sino
“la mejilla derecha”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El insulto es muy
grave, es para reaccionar en el momento exactamente de la misma manera, o aún
peor.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Sin embargo, esto no debe ser así.
La voluntad de Dios es que controlemos nuestro impulso natural ante el
agravio.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Aunque esto parezca una
reacción pasiva, la intención es aprovechar la oportunidad de mostrar valores cristianos
en vez de seguir el plan del que golpea. No debemos devolver maldición por
maldición, ni golpe por golpe, ni agravio por agravio, debemos perdonar, evitar
resentimientos y conflictos mayores.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿No
es verdad que la violencia genera violencia? Bien, entonces nosotros debemos
parar ese proceso.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La voluntad de Dios
es, “amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los
que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (v. 44).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Le parece imposible? No es así.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La palabra amor no tiene nada que ver con lo
que sentimos, sino con lo que podemos hacer por quien es objeto de nuestro
amor. La palabra ágape es una palabra que implica acciones en lugar de
sentimientos. Una persona que ama con ágape puede tener o no tener sentimientos
amorosos hacia el ser querido, pero se preocupará por su bienestar y hará lo
posible para ayudarle.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Le parece
imposible? No lo será si queremos ser hijos de Dios. No lo será si queremos ser
como Dios. No lo será si queremos ser perfectos como Dios lo es.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Amar
al que nos ama, o saludar al que nos saluda, es algo que todo mundo hace, pero
amar a los enemigos, y orar por los que nos ultrajan, es algo que solamente
hacen los hijos de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Amados
hermanos, la voluntad de Dios es que seamos perfectos, “como” nuestro Padre, ¿y
cómo es esta perfección? Esta perfección tiene que ver con el amor, el cual
debe ser en beneficio de aquellos que no lo merecen, en pocas palabras, de todo
el mundo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%;">CONCLUSIÓN</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El
dar es una muestra de misericordia, y la misericordia es una de las más
notables cualidades de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Así debemos
ser. Debemos imitar su misericordia, su amor, su perfección.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En
lugar de venganza, demuestre misericordia.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Si consideras cada uno de estos ejemplos en los que Jesús nos pide que
demostremos misericordia, los cita por una razón muy particular.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Observa que cada uno de estos ejemplos
representa un área en la que Él te ha demostrado misericordia.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Cuando Jesús fue abofeteado en la mejilla,
fue por nuestro pecado que lo sufrió.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Él
demostró misericordia.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Fue golpeado por
nuestras transgresiones.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Perdonó Él
cuando esto sucedió? ¡Claro que sí!</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Él
dijo, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Los hombres se quejaron contra Él; lo
acusaron, lo demandaron y lo persiguieron hasta la muerte.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Y por nuestro perdón estuvo dispuesto a
sufrir eso y cargar su cruz al lugar donde su sangre sería derramada.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Si él hizo eso por nosotros, ¿por qué no lo
haremos nosotros por nuestros enemigos? ¿Por qué no lo haríamos nosotros por
nuestro prójimo? ¿Por qué no lo haríamos por aquellos que nos ofenden? No, no
tendremos que colgar de una cruz y morir literalmente. Solamente basta con
resistir y perdonar.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">¿Quiere usted hacer la
voluntad de Dios? Entonces tenga palabra, y hable siempre con la verdad.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Perdone, tenga misericordia aún de aquellos
que usted cree que no la merecen. Seamos perfectos como nuestro Dios es
perfecto. Hagamos la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;">Lorenzo Luévano Salas.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px;">Siervo de Cristo.</span></span></span></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-32577833956525941112020-09-29T23:12:00.001-06:002020-12-16T17:22:29.732-07:00Hagamos la voluntad de Dios (# 2)<p style="text-align: center;"> <i style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">“No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos.”</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">(Mateo 7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En la lección anterior, aprendimos que debemos hacer la voluntad
de Dios, cultivando un carácter correcto (las bienaventuranzas), mostrando al
mundo aquello que predicamos, siendo sal y siendo luz para ellos; y viviendo
rectamente delante de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Y es este
último punto lo que nos sirve de introducción para la presente.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Debemos vivir de manera recta. La justicia de
Dios debe afectar nuestro entorno, nuestras relaciones sociales, familiares y
espirituales. </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Debe afectar positivamente
la relación que mantenemos con nuestro prójimo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, MANTENIENDO
SANAS RELACIONES (Mateo 5:21-26)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 14pt;">La justicia que proponían los Escribas y fariseos era,
“No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio” (Mateo 5:21). Eso era todo.
Sin embargo, el mandamiento que en la ley dice, “no matarás”, no se
limita al hecho de cometer homicidio. De
ser así, </span><span style="font-size: 18.6667px;">¿Cuántos</span><span style="font-size: 14pt;"> de nosotros hemos matado a alguien? Nadie de nosotros sería
culpable de juicio, pues no hemos matado a nadie. Y cuando leemos así las
palabras de la ley, pues, no es nada difíciles de cumplir, ¿verdad? No matar,
bien, eso es sencillo. Sin embargo, la justicia de Dios no se limita al hecho
de cometer homicidio, sino al hecho de cometer ese mismo pecado, aunque no
derramemos ni una gota de sangre.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La justicia que es mayor, según Jesús: “Pero yo os digo
que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y
cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">22).
He aquí el verdadero significado de matar.
Enojarse contra el hermano, según Cristo, es el verdadero homicidio.
¿Pueden entender eso? La justicia de los fariseos decía, “cualquiera que mate
será culpable de juicio”, pero la justicia de Dios dice que “cualquiera que se
enoje contra su hermano será culpable de juicio”. Ese es el verdadero significado de “matar”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Como cristianos, albergar enemistad e ira en el corazón
es, según el Señor Jesucristo, algo muy grave y con la misma culpa delante de
Dios que asesinar a alguien. Lo mismo que menospreciar e insultar al
hermano. Si tenemos cristianos
menospreciando, y a la vez diciendo “animal” a su hermano, entonces tenemos a
cristianos que quedarán expuestos al infierno de fuego.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El enojo, el desprecio y el insulto perverso contra los
hermanos, no es parte de la voluntad de Dios. Si usted vive enojado con
alguien, despreciando y menospreciando su vida, incluso hasta llegar al grado
de insultarlo como algo tan bajo como lo pudiera ser un burro, o como un
“inútil”, entonces usted no está haciendo la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En lugar de guardar rencor y tener enojo contra nuestro
hermano, debemos buscar la reconciliación con él (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">23-24). No nos engañemos mis hermanos, el Señor nos
amonesta diciendo que antes de adorarle, primero debemos buscar la
reconciliación con nuestro hermano. Dios no aceptará nuestra adoración si
evitamos la reconciliación. Dios no aceptará nada de nuestra parte si primero
no hacemos el esfuerzo por arreglar ese problema con nuestro hermano. Así que,
si te acuerdas que hay algún problema con algún hermano, entonces hoy mismo
debes hacer el esfuerzo por lograr la reconciliación.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Las ofensas entre hermanos deben ser aclaradas,
confesadas y perdonadas sin demora alguna, es decir, hay que ponernos de
acuerdo con nuestro adversario (v. 25-26).
Este tipo de conflictos, cuando no son arreglados, tienden a crecer y a
convertirse en problemas mucho más grandes. Tan grandes que nos pueden
arrastrar al infierno, y quedar por la eternidad sin el perdón de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, MANTENIENDO
SANOS PANSAMIENTOS (Mateo 5:27-30)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Como en el punto anterior, el verso 27 nos muestra que
los escribas y fariseos, pensaban que si no cometían el adulterio de forma
física, ya con eso estaban cumpliendo con la voluntad de Dios perfectamente. Sin embargo, Jesús les dice que no es así.
Para hacer la voluntad de Dios debemos mantener el corazón limpio, debemos
tener pensamientos puros. La ley no solo
dice, “no cometerás adulterio”, sino también “no codiciarás la mujer de tu
prójimo”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La profundidad del pecado es el problema (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">28). Jesús
dijo, “cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en
su corazón”. Jesús expone la fuente del
pecado. La raíz, el lugar profundo en donde radica el problema que nos aleja de
la voluntad de Dios. En el capítulo 15,
verso 19, dijo exactamente lo mismo, “Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias”.
Ese es el lugar profundo en donde radica el pecado, y si queremos
mantener una vida recta delante de Dios para hacer su voluntad, debemos llevar
la Palabra de Dios hasta ese mismo lugar.
Debemos hacer nuestras las palabras del salmista cuando dijo, “En mi
corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:11).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Lo horrible del pecado es el problema (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">29). Es interesante notar que Jesús habla del “ojo
derecho” y de la “mano derecha”. En ese
contexto se creía que los miembros derechos del cuerpo eran más valiosos que los
miembros en el lado izquierdo. Incluso,
cuando Jesús habla acerca del juicio final, dice que “pondrá las ovejas a su
derecha, y los cabritos a su izquierda” (Mateo 25:33). La idea no es que nos
mutilemos literalmente, sino que, aunque en la vida hay muchas cosas que son
buenas y provechosas, si estas cosas nos hacen tropezar debemos
rechazarlas. Si mis facultades y
habilidades me conducen al pecado, entonces debo descartarlas. Mejor es perder
las cosas que ahora valoramos que perderse enteramente en el infierno.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El efecto pervertidor del pecado (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">30). En tercer
lugar, debemos tomar en cuenta que el pecado todo lo contamina, al grado de
hacer que los miembros del cuerpo lleguen a ser enemigos nuestros. “Si tu mano te es ocasión de caer, échala de
ti”. La mano que estando libre del pecado tuvo una función de utilidad, ahora
tiene que ser echada, expulsada de nuestro cuerpo. Como si fuese un enemigo
para nosotros. Ese es el efecto del
pecado. Todo lo destruye, todo lo deforma, todo lo corrompe, todo lo trastorna.
El pecado es mortal, y no debe hallar cabida ni en nuestros pensamientos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNAD DE DIOS, MANTENIENDO
SANOS MATRIMONIOS (Mateo 5:31-32)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Una de las primeras instituciones divinas que el hombre
ha corrompido al máximo, es el matrimonio.
En los días de Cristo, se decía, “Cualquiera que repudie a su mujer,
dele carta de divorcio.” (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">31), ¿y por qué causa eran repudiadas las mujeres?
La tendencia más popular, es que lo podían hacer prácticamente por “cualquier
causa”. El rabino “Hilel”, mejor conocido como "Hilel el Sabio",
quien fuera un eminente rabino y maestro judío; y el primer erudito que
sistematizó la interpretación de la TORAH escrita, enseñaba que el hombre podía
divorciarse de su esposa, “aún si ella le malogró un plato de comida”. Por su parte, el rabino “Akiba”, quien es
considerado como “el padre del judaísmo rabínico”, declaró que el hombre “Puede
repudiar… a su esposa si ha encontrado a una mujer más bella que la suya”. ¿No es esta la misma filosofía que vivimos
aún en nuestro tiempo? Hoy en día las personas pueden divorciarse también “por
cualquier causa”. ¡Esa no es la voluntad
de Dios!</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Para mantener una vida recta delante de Dios, es
necesario hacer su voluntad con respecto al matrimonio. Jesús dijo que, “el que repudia a su mujer, a
no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con
la repudiada, comete adulterio” (v. 32). Al repudiarla por fornicación, usted
no es culpable si ella se casa con otro hombre y viven así ambos en adulterio. Pero si usted repudia a su cónyuge por
cualquier causa, entonces usted es culpable del adulterio que él pueda cometer
al casarse con otra persona. Por eso, ninguno debe “repudiarse” entre sí.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Cómo evitar la fornicación, y así, el repudio? Pablo
escribió, “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y
cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber
conyugal, y asimismo la mujer con el marido” (1 Corintios 7:2-3). Hay un deber
que el marido debe cumplir, y ese mismo deber es el que la mujer debe
cumplir. ¡Ambos tienen el mismo deber!
¡Ambos deben cumplir con él! La voluntad de Dios es que no deben “negarse el
uno al otro” (1 Corintios 7:5).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">A veces los conflictos, los malos entendidos, y muchos
otros factores hacen que los cónyuges no quieren cumplir con este deber
conyugal. Incluso algunos han llegado al grado de no quererse más. Bueno, una
cosa es amar con amor “eros”, y otra cosa es “amar” con amor “ágape”. Si su matrimonio ha llegado al punto de no
quererse más, de no amarse más como hombre y mujer, entonces deben amarse como
hermanos en Cristo, y como hermanos en Cristo, siempre buscarán el bien del
otro. Como hermanos en Cristo evitarán
que el otro sufra y llegue al punto de la fornicación, evitarán ser tropiezo en
ese sentido entre sí, porque, el amor “no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor” (1 Corintios 13).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 14pt;">Una cosa que no se puede negar, es que detrás del repudio
o la separación hay otros problemas espirituales, y la “separación” es nada más
el efecto de ellos. Ningún matrimonio decide cometer el pecado de “separarse” y
vivir así por gusto, sino porque hay conflictos que son pecaminosos detrás de
todo ello, conflictos tales como “maltrato”, “violencia”, “insultos”,
“irresponsabilidad”, “falta de respeto”, “egoísmo”, “rencor” y “odio”. ¿No son
pecados tales obras? La Biblia dice que las “...enemistades, pleitos, celos,
iras, contiendas...” son obras carnales, y que los que practican tales cosas no
heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:20). ¿No hay “enemistad” en la mujer o en
el hombre que vive separado de su cónyuge? ¿No es pecado? También la Biblia
dice, “...El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las
faltas...” (Proverbios 10:12). La pareja que vive “separada” vive con odio, con
rencillas, todo lo cual muestra falta de amor; sí, falta de amor para cubrir o
perdonar “todas las faltas”, ¿no es pecado todo esto? El hombre o la mujer que
se “separa” de su cónyuge, no practica el amor de Dios, pues el amor de Dios
“no guarda rencor” (1 Corintios 13:5). ¡La separación que está teniendo muestra
su rencor y falta de perdón por su cónyuge! ¿No es pecado? Nadie puede negar
que detrás de la “separación”, y de vivir así, hay diversas obras pecaminosas,
mismas que tienen que ser dejadas a través del arrepentimiento. Pero, </span><span style="font-size: 18.6667px;">¿Cómo</span><span style="font-size: 14pt;"> puede mostrar arrepentimiento de todo ello, aquel hombre o mujer que vive
separado de su cónyuge? No puede. Hay
que hacer la voluntad de Dios manteniendo sanos matrimonios.</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">CONCLUSIÓN</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La voluntad de Dios es que llevemos vidas rectas, vidas
que reflejen la justicia de Dios en nuestras vidas:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">1. Manteniendo sanas relaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">2. Manteniendo sanos pensamientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">3. Manteniendo sanos matrimonios.<o:p></o:p></span></p>
<span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><div><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>¿Estamos usted haciendo la voluntad de Dios?</span><div><br /></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;">Lorenzo Luévano Salas.</span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px;">Siervo de Cristo.</span></span></span></div>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-50218909601693069402020-09-29T10:46:00.005-06:002020-12-16T17:23:18.941-07:00Hagamos la voluntad de Dios (#1)<p style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">“No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos”</span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">(Mateo 7:21)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Introducción.</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Amados hermanos y amigos, hoy estaremos iniciando una
serie de sermones bíblicos titulada, “Hagamos la voluntad de Dios”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Esta serie de mensajes tiene el propósito de
invitarle a usted que no es cristiano, a que obedezca la voluntad del Señor y
entregue su vida a él.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Y al que ya es
cristiano, a que continúe viviendo fielmente a la voluntad del Señor.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El contexto del pasaje que hemos leído, inicia en el
capítulo 5, verso 1 en adelante, y se extiende hasta el capítulo 7, verso
28.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Si usted no ha leído estos tres
capítulos, le animo a que lo haga lo más pronto posible. Si usted lo hace, sin
duda obtendrá un mejor aprovechamiento de esta serie de lecciones.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Jesús ha dicho que </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">. Hacer la voluntad
de Dios es un tema muy, pero muy importante. El día de hoy veremos que la
voluntad de Dios afecta nuestro carácter, y redunda en hermosas y gloriosas
bendiciones para quien la práctica.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, CULTIVANDO
EL CARÁCTER CORRECTO (Mateo 5:1-12)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario ser pobres en espíritu</span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 5:3). No debe sorprendernos que esté en primer
lugar porque es la clave para entender las demás. Ésta es la característica
principal del cristiano, pues para el pensamiento hebreo, el pobre en espíritu
es la persona humilde. Debemos ser
“humildes” para hacer la voluntad de Dios. La persona que no es humilde, nunca
estará dispuesta a sujetarse a Dios, sino que siempre vivirá según sus propios
deseos egoístas y pecaminosos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario el quebrantamiento</span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 5:4). Para muchos es una paradoja llorar y ser
felices. El mundo egoísta y falto de
humildad nunca aceptará este concepto. Ahora bien, este llanto no es el de las
lágrimas derramadas por la muerte de un ser querido, sino de un aspecto del
carácter humilde. Los que lloran son los que se afligen cuando se contemplan a
sí mismos y se dan cuenta que no han sido del todo fieles y santos delante de
Dios, buscando el perdón del Señor. Son
también los que ven la condición del mundo que vive sin Dios y esto les causa
una profunda aflicción. Así que lloran por sus pecados y por la perdición de
otros.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario ser mansos </span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;">(Mateo 5:5). Este es el carácter de aquel que confía total y
plenamente en Dios. Vive conforme a su guía y protección. El que es humilde y
manso, siempre se gozará por hacer la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario tener hambre y sed de justicia</span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 5:6). Debemos anhelar, promover y practicar la
justicia de Dios. Esto afectará drásticamente nuestra vida moral y espiritual.
Afectará la manera en que nos relacionamos con nuestro prójimo, con nuestra
familia, con nuestros amigos, y con nuestros hermanos en Cristo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario ser misericordiosos </span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;">(Mateo 5:7). Si al mirar las consecuencias del pecado sentimos
compasión por los que sufren, la misericordia (poner el corazón en la miseria)
es la acción que ponemos en marcha para aliviarles. Implica tanto perdonar las
ofensas como contribuir al bienestar de todo aquel que pueda necesitarlo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario ser</span></i></b><b style="text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"> <i>de limpio corazón</i></span></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (<span style="font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:8</span>). El corazón es el centro de la personalidad
en lo íntimo del ser. La pureza de vida del cristiano no es algo externo como
pretendían los fariseos, sino interno, la fuente misma de donde procede la
actividad moral del hombre (Mateo 15:18-19). Es lo opuesto a la hipocresía, por
eso esto es necesario para hacer la voluntad de Dios como a él le agrada.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario ser pacificadores</span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (<span style="font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:9</span>). No se trata de proclamar la paz entre las
naciones, sino de ser pacificador, ser hacedor de paz. Esta acción es sumamente
necesaria para mantener la armonía entre hermanos en Cristo, y aún para con
todos los hombres, reflejando así la vida de Dios que se pregona y comparte con
el prójimo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="text-indent: 35.4pt;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Es necesario soportar
la persecución</span></i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: 35.4pt;"> (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">10-12). La
forma gramatical “padecen persecución” indica que es el resultado de todo lo
que se ha dicho. Los discípulos son perseguidos por lo que son, como lo podemos
constatar allí donde la fe es rechazada. Nunca en la historia ha habido tanta
persecución como la que sufren aquellos que hacen la voluntad de Dios, y hasta
el día de hoy, por proclamar la voluntad de Dios, todavía somos objeto de burla
y falsas representaciones. Sin embargo,
esto no debe ser motivo de tristeza, sino de dicha. Cristo dijo, “Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” (</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 18.6667px; text-indent: 47.2px;">Mateo 5:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">12).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, SIENDO LA
SAL Y LA LUZ DEL MUNDO (Mateo 5:13-16)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">En estas palabras del Señor, es muy importante considerar
el lugar en el que somos la sal y la luz.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿De dónde somos la sal y la luz? El Señor dice, “del mundo”.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">La vida en Cristo no es para vivirse lejos
del mundo en una montaña, u ocultos del mundo en una enorme bodega, sino entre
aquellos que no conocen la voluntad de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Debemos mostrar al mundo cómo se vive la voluntad de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Ellos deben ver nuestras “buenas obras” para
que glorifiquen a Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Pero, ¿por qué
el mundo no está glorificando a Dios? ¿Por qué se están burlando del cristiano?
Porque muchos han dejado de ser “la sal y la luz” del mundo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Mis hermanos, una cosa es ser “la sal y la luz” del
mundo, y otra cosa es ser el “mundo” mismo, aquí hay una diferencia. Tanto la
sal como la luz son diferentes de aquello en que se colocan para que ejerzan la
función que les corresponde, ¿verdad? Por eso, si la sal “se desvaneciere”,
¿con qué será salada? ¿De qué sirve poner la luz debajo de un cajón? No sirve
de nada.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El mundo está en tinieblas,
vive en un estado de corrupción continua, y nosotros, hemos sido dejados en el
mundo, para luchar contra esa corrupción, y para disipar las tinieblas del
corazón de los hombres.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Está usted
siendo sal y luz del mundo? Hagamos la voluntad de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">HAGAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS, MANTENIENTO
UNA RECTITUD DE VIDA (Mateo 5:17-20)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El Señor nos ha mostrado cuál debe ser el carácter que
debemos cultivar para hacer su voluntad, y nos ha mostrado la importancia de
practicar todo ello delante de los hombres.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No tendría sentido vivir las bienaventuranzas escondidos, o lejos de
aquellos que necesitan conocer a Dios y su voluntad.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Sin embargo, alguien podría pensar que estos principios
son contrarios a la ley de Dios, y a las palabras que los profetas han hablado
en el pasado.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">No es así. Jesús dice que
él no tiene un conflicto con la ley de Dios, ni con los profetas. Por el
contrario, él dice que ha venido a cumplir, tanto con la ley, como con los
profetas.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Ni Jesús, ni sus discípulos, ni nosotros tenemos un
conflicto con la ley y los profetas. Los que tienen un conflicto con la ley y
los profetas, son aquellos que no hacen la voluntad de Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Pablo escribió, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Pero sabemos que <b>la ley es
buena, si uno la usa legítimamente</b>; conociendo esto, que la ley no fue dada
para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas,
para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los
secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la
sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha
sido encomendado.”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (1 Timoteo 1:8-11).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">¿Quiénes son los que tienen un conflicto con la ley de Dios? No es
Cristo, ni sus discípulos, sino aquellos que no viven rectamente delante de
Dios.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">El apóstol Juan también declaró, </span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">“Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”</i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (1 Juan 3:4)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Mis amados hermanos, debemos vivir rectamente delante de
Dios, porque </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><i>“si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos,
no entraréis en el reino de los cielos”</i></b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> (Mateo 7:20). La palabra clave que
describe al que entrará en el reino de los cielos, es la palabra “justicia” o
“rectitud”. Los fariseos no sabían nada de las bienaventuranzas, ni tampoco
eran la sal y la luz del mundo. Se habían corrompido, habían llenado su corazón
de tinieblas y maldad. ¿Y qué hay de nosotros? ¿Estamos haciendo la voluntad de
Dios?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">CONCLUSIÓN</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt;">Hemos aprendido tres lecciones básicas para que hagamos
la voluntad de Dios. No las olvide. Si usted quiere hacer la voluntad de Dios, entonces debe estar:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-indent: -18pt;">Cultivando el
carácter correcto.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;">Siendo la sal y la
luz del mundo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Practicando
una vida recta delante de Dios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;">Lorenzo Luévano Salas.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 14pt; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 18.6667px; text-align: right;">Siervo de Cristo.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-78242853372696357372020-07-21T13:11:00.001-06:002020-07-21T13:11:50.578-06:00PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA PREDICADORES (4).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilGvww21WJ5ldJznjzvAkogNAS08A6V6cap8zdRic2d7vFgWJ87iqc0GLkMkhokvHcLpwvAWJpJRFe9J0Bz_DNrGTm3ECrzgkn2gKHdEJR7FsRGEvjaHIcEQFvNdyQOGHbA_7xHMUo1Ps/s1600/cruz.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="442" data-original-width="626" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilGvww21WJ5ldJznjzvAkogNAS08A6V6cap8zdRic2d7vFgWJ87iqc0GLkMkhokvHcLpwvAWJpJRFe9J0Bz_DNrGTm3ECrzgkn2gKHdEJR7FsRGEvjaHIcEQFvNdyQOGHbA_7xHMUo1Ps/s200/cruz.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Estoy compartiendo con ustedes, algunos principios que todo
predicador del evangelio debe tener presente. Los diversos estudios de homilética
y evangelismo, harán bien en tener en cuenta estos principios enseñados por el
ejemplo de Cristo y sus discípulos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">PRINCIPIO # 4<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">
</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">HAY QUE COMUNICAR LA GRACIA DE DIOS<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En los principios anteriores, hemos visto que, el que predica
el evangelio, debe hacerlo en el poder del Espíritu Santo, debe orar antes de
llevar a cabo la predicación, y debe siempre predicar la Palabra de Dios. En
esta ocasión, veremos que el predicador debe siempre comunicar la gracia de
Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cuando Jesús estaba predicando en una Sinagoga, en Nazaret,
los oyentes se maravillaban de las misericordiosas palabras que salían de su
boca (cfr. Lucas 4:22). El apóstol Juan, cuando habló de Jesús, habló de
alguien que está lleno de gracia y verdad (cfr. Juan 1:14). Si los escritores
del Nuevo Testamento aprendieron profundamente una lección de Jesús, esta fue,
sin duda alguna, sobre la gracia. No es extraño, entonces, que muchas de las
cartas de sus discípulos, comiencen también haciendo referencia a la gracia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿Qué es “gracia”? Si hemos de aprender del ministerio de
Jesús, estos principios que estamos considerando, entonces debemos comunicar la
gracia de Dios. Pero, para hacer esto correctamente, debemos saber lo que es “gracia”.
Y no me estoy refiriendo a su significado semántico, sino a la hermosa bendición
que está dentro de ella. Gracia, es la hermosa noticia de que Dios nos ama,
habiendo tomado y llevado a cabo todas las medidas necesarias para nuestra
salvación; haciendo posible, para nosotros, una nueva vida, paz para nuestras
almas hoy, y esperanza en el futuro. La gracia de Dios, es su bondad en acción.
Es la motivación que Dios tuvo para hacer posible nuestra salvación, como dijo
Pablo, <b><i>“por gracia sois salvos”</i></b> (Efesios 2:5).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cada vez que tenemos la oportunidad de predicar, debemos comunicar
la gracia de Dios. Recuerdo una ocasión cuando estaba preparando un mensaje
basado en 1 Corintios 6:18, donde Pablo, dice, <b><i>“Huid de la fornicación”</i></b>.
No obstante, cuando tenía el mensaje redactado, y listo para ser predicado, no
me convencía del todo. Algo le hacia falta. Y, entonces, recordé que no había
seguido estos principios bíblicos. Bueno, puse el escrito a un lado, y haciendo
oración, entendí que faltaba comunicar la gracia de Dios. Fue en ese momento
que recordé la historia del rey David. Él fue un hombre de Dios que cayó en
este pecado, el cual también lo llevó por un camino descendente y oscuro, que lo
arrastró sin freno alguno hasta el engaño, la hipocresía y el asesinato. No
obstante, cuando él fue a Dios en oración, diciendo, <b><i>“Crea en mí, oh
Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”</i></b> (Salmo
51:10), fue perdonado. También recordé las palabras de Jesús que escuchó
aquella mujer que estaba a punto de ser apedreada por su inmoralidad. Las palabras
de gracia que el Señor le dijo, todavía son un bálsamo para los corazones
manchados y culpables por el pecado, <b><i>“Ni yo te condeno; vete, y no peques
más”</i></b> (Juan 8:11). Hermoso, ¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Cuando consideramos la gracia de Dios, tenemos un gran y
poderoso mensaje para compartir con aquellos que escucharán nuestra
predicación. Nuestra predicación no solo debe convencer a nuestros oyentes de pecado
y de su necesidad de arrepentirse; también deben escuchar palabras de
esperanza, perdón, de gracia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Entonces, en la medida de nuestras posibilidades, siempre
comuniquemos la gracia de Dios en nuestra predicación. Recordemos nuestra
propia condición, y como es que, siendo aun pecadores, Cristo murió por
nosotros. Comuniquemos la gracia de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<br />luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3972852934965371317.post-36139134260765715882020-07-17T17:58:00.000-06:002020-07-17T17:58:32.189-06:00PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA PREDICADORES (3).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLVixNw_NG-CNGmeKl5tgINHdkQ52NecWVAz92fv_QmU0L3q0sslPzwd8SwCaMJHyrG5oi0czlLlonxqid7i-R9r_WT9j60bWAkel2kVXQwXNMD1p6yirsgfGw_n19juvMJ5bDpzGTO1Y/s1600/PREDICARBIBLIA.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="525" height="113" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLVixNw_NG-CNGmeKl5tgINHdkQ52NecWVAz92fv_QmU0L3q0sslPzwd8SwCaMJHyrG5oi0czlLlonxqid7i-R9r_WT9j60bWAkel2kVXQwXNMD1p6yirsgfGw_n19juvMJ5bDpzGTO1Y/s200/PREDICARBIBLIA.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hemos
visto dos principios necesarios para predicar el evangelio. En primer lugar,
vimos que debemos predicar en el poder del Espíritu Santo, no confiando en
nuestra propia sabiduría o habilidad, sino apegados total y plenamente a las
Escrituras. En nuestro segundo principio vimos la importancia de la oración antes
de predicar. Pablo mismo pedía oración por él, precisamente para predicar (cfr.
Colosenses 4:2-3). En esta ocasión, aprendemos que, debemos
predicar la palabra de Dios, en lugar de opiniones o filosofías humanas.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">PRINCIPIO # 3<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">
</span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">HAY QUE PREDICAR LA PALABRA DE DIOS</span><o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Este principio se hace evidente en Juan 14:24, que dice, <b><i>“El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía,
sino del Padre que me envió”</i></b>. Jesús dice que él no está compartiendo
sus palabras, sino la palabra de Dios. Esto es sumamente interesante, pues, ¿quién
no escucharía las palabras propias de Jesús? ¿No serían mucho más valiosas sus
palabras, que las palabras de cualquier otra persona? Sin embargo, aun él
mismo, evitó enseñar con sus propias ideas u opiniones, sino la palabra de
Dios. Si Jesús hizo esto, ¿no deberíamos nosotros hacer lo mismo? En Juan 7:16,
dijo, <b><i>“Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió”</i></b>. En
otra ocasión dijo, <b><i>“según me enseñó el Padre, así hablo”</i></b> (Juan
8:28). En Juan 12:46, también explicó, <b><i>“Porque yo no he hablado por mi
propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de
decir, y de lo que he de hablar”</i></b>. Las enseñanzas de Jesús, su
predicación, se conformaban total y plenamente a la palabra de Dios. No
enseñaba nada que no fuera conforme a la voluntad del Padre. No era una
enseñanza particular, personal, sino siempre en armonía total a la palabra de
Dios. Por eso, en oración, dijo sobre aquello que había enseñado a sus
discípulos, <b><i>“Yo les he dado tu palabra”</i></b> (Juan 17:14).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si vamos a predicar en nombre de Dios, entonces es
indispensable que prediquemos la palabra de Dios. No debemos predicar nuestras
opiniones, sino la palabra de Dios. Hay personas, e incluso eruditos, que no
están dispuestos a sujetar sus ideas y comentarios a lo que Dios dice en su
palabra, sino que, en razón de sus creencias, o de su teología, o de su
tradición, ellos apocan la verdad de la Biblia, para entregar sus opiniones, o
ideas, o escuelas teológicas. Esto no debe ser así. Si queremos predicar
mensajes poderosos, esto será posible solamente cuando prediquemos la palabra
de Dios. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En Hechos 4:31, vemos que los primeros cristianos tenían cuidado
de guardar este principio enseñado por Jesús. Dice el texto que ellos <b><i>“hablaban
con denuedo la palabra de Dios”</i></b>. Luego de que oraron y fueron llenos
del Espíritu Santo, ellos no salieron a predicar sus tradiciones, o escrúpulos,
o doctrinas para convertir a la gente en judíos; no, sino que ellos hablaron
con denuedo la palabra de Dios. Y eso es exactamente lo que debemos hacer hoy.
Predicar en el poder del Espíritu Santo, orar y, entonces, predicar, no otra
cosa, sino la palabra de Dios.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />luevanohttp://www.blogger.com/profile/08763662816770581663noreply@blogger.com0